Continuamos la sesión que Néstor dedica al búho chico (asio otus) que ha podido inmortalizar este año. Recordemos la dificultad de captar a esta rapaz, ya que sólo sale por la noche, es muy esquivo, y totalmente forestal, siempre inmersa en la espesura del bosque. Fotografiar sus crías es, por tanto, una empresa todavía más difícil.
Las crías que aquí vemos tienen unos 40 días (la madre pone de dos a cuatro huevos en una nidada de marzo a junio), y están a medio camino ya de ser independientes (salen del nido a los 24 días). Cuando cacen y se alimenten por sí solas, buscarán una nueva zona donde asentarse. Después, lo cierto es que será un animal sedentario y de costumbres, y año tras año se le podrá observar en los mismos posaderos y cazaderos.
En la zona, su número aumenta en invierno, cuando provenientes de Europa se acercan al sur en busca de temperaturas más cálidas.
UNA RECTIFICACION,CUANDO INCREMENTA EL NUMERO DE EJEMLARES EN LA PENINSULA ES EN INVIERNO,POR QUE BIENEN BUSCANDO TEMPERATURAS MAS SUAVES.
nestor como siempre fantasticas fotografias .estas del buho,chico son una pasada ,enhora buena un abrazo de noelia.
Hace mucho que no nos encontramos, pero veo que la naturaleza sigue siendo tu pasión como cuando éramos unos críos. Me alegro que así sea, porque todos tus trabajos son geniales. Enhorabuena chaval!