La verdad es que a veces va uno tan liado con sus cosas y tan satisfecho con los hijos de su prole que apenas se fija, ese uno, en los detalles que las noticias dejan. Y la verdad es que arrojan cada perla que si no fuera por todo lo que ya tenemos encima, deberían hacernos reflexionar. Claro, que ser abuelo mejora cualquier mala noticia, pues nada supera al desasosiego del constipado del pequeñín, por muy leve que éste sea. ¡Cómo va creciendo! Me siguen maravillando sus diminutas manecitas y me mata cualquier atisbo de mi enfado, esa media sonrisa con la que me regala cada vez que, ejerciendo el noble y antiguo oficio de abuelo, dejo en el olvido la azarosa vida y aniño las arrugas de mi cara en cualquiera de las mil muecas faciales que mi vieja piel creía olvidadas.

O sea que, el nieto bien, gracias, que diría en un encuentro casual, pero la semanita ha sido de las de olvidar. Primero la mala suerte (habría que ver quién le aconseja) de un presidente de gobierno que hace las Américas olvidándose de su muy comentado insulto a la bandera estadounidense para ir a zamparse sus otrora argumentadas razones, entre bollo y bollo, en un tradicional desayuno nacional americano, ¡Que ya hay que tener tragaderas! Y mira por donde lo que prometía ser una bocanada de aire, un respiro o ¡aleluya!, en forma de espaldarazo a la política exterior -cosas de la vida- tienen como inmediata respuesta la caída de la bolsa Española. ¡Pa Cagarse! Mejor ya no insisto sobre el tema que ya le están dando bien al pobre presidente por todos los lados, tanto que todas las estadísticas (esas cosas manipulables) han cambiado su suerte. Menos mal que ha salido el ministro triste con cara de simple a contarnos que hay una conspiración contra España y el Euro, que si no, estaríamos más preocupados. O sea que sigue sin pasar nada y nadie relaciona la gilipollez del presidente en el país de las barras y estrellas con el varapalo de la bolsa. ¡Pues nada! Que se vaya a cenar a Afganistán a ver qué pasa.

Hablando de “senar”, llega luego el Bono en el Senado que preside, esa cámara injustificable por pendiente de encontrar justificación en esta Partidocracia, y para difuminar los costes de tan “increíble” labor compara los gastos que ocasiona el trabajo de sus señorías, nada menos que con el coste de Cristiano Ronaldo al Real Madrid Club de Futbol…  Aquí me quedé perplejo y me dije ¡Buena pregunta! –la que yo me hice, claro. La estupidez del Sr. Bono me hizo reflexionar, aunque no tardé en darme cuenta qué, en lo que a los españoles afecta, al delantero del Real Madrid le paga una entidad privada y a sus señorías le pagamos todos los españoles. La única similitud a todo esto es el GOL. ¡Si, el GOL! Pues mientras ese  portento luso de jugador mete goles en el campo a los contrarios, los que somos contrarios a la existencia de sus señorías, dicho sea de paso, estos ediles defenestrados, desechos de la política local o regional, nos siguen metiendo el GOL a los ciudadanos y de paso nos pasan la cuenta de sus “senas” pues que yo vea, nada de mejor provecho hacen, aparte de seguir mamando de “la teta”. Ni de nada sirve lo que allí se discuta.

Por cierto, cosa curiosa escuchada esta semana ha sido que era la cuarta vez que se proponía al gobierno reducir sus altos cargos en un 25% ¡Que ilusos! Aquí en este país que ya no conoce “ni la madre que lo pario”, las únicas plantillas que se reducen son las de trabajadores y los únicos que sufren paro son los que realmente producen algo. Porqué, ¿Cuándo Coño van a reducir los gastos las administraciones? No está bien ya de subir impuestos para que sigan montados en el carro y “senen” los de siempre, mientras algunos trabajadores ya no tienen ni para el desayuno. Eso sí con la subida de 4,30 euros a los subsidiados ya van arreglados.

Acabamos de escuchar a los indecentes banqueros como siguen anunciando buenas ganancias, un año más y ¡Viva la Pepa! Que dicho sea de paso no estaría mal una nueva constitución que borrase del mapa a los partidos políticos, únicos responsables de la debacle nacional que se nos echa encima, con su llamado “personal de confianza” incluido, y que empiecen pronto a trabajar, los que hasta ahora viven del cuento.

Releo el texto y por un momento creo que he exagerado, luego me acuerdo de las comisiones que cobra del petróleo la familia Real y… Mejor acabo, pero no muevo una coma y para otro momento dejo mi “Real desahogo”, que ahora me espera mi nieto, con esa carita que me tiene derretido. La piel se me transforma, se estiran mis arrugas y cómo si realmente fuese tonto, me escucho decir con gastado y musical retintín ¿Y mi chiquirritín? ¡Que sabía es la vida que te quita y te compensa!