Qué tendrán los lunares
bordeando labios
o menguando en las mejillas.
Qué tendrán
las rubias,
castañas,
morenas,
y pelirrojas…
Qué tendrán las estudiantes de psicología
ex novias de mis amigos…
Qué tendrá la estanquera
de la estación de autobuses
o la cocinera del bar
donde voy a beber cerveza
a solas.
Qué tendrán:
las licenciadas en bellas artes,
las filólogas,
las maestras
de estética de la modernidad
y de historia del arte contemporáneo;
qué tendrán
las arquitectas técnicas
o las «balleteras» clásicas,
las grungeras con los brazos tatuados,
las líderes comunistas chilenas,
las únicas dos actrices porno
españolas que merecen la pena…
Que tendrá:
Sasha Grey,
Marilyn Chambers
Uma Thurman,
Kristen Stewart
o María Valverde
Qué tendrán las chicas árabes
(occidentalizadas),
las vascas,
as galegas,
las italianas;
tolentinatis
o genovesas de adopción
¡qué tendrán, por Dios!…
-¡QUÉ TENDRÁN!-
las mujeres perfumadas
que te hacen cerrar los ojos
e inspirar cuando pasan por tu lado;
las que aguantan la mirada
más de 4 segundos,
las esbeltas del montón,
las hermosas entradas en carne
que se rebelan contra los cánones…
-¡QUÉ TENDRÁN!-
-¡QUÉ TENDRÁN, POR DIOS!-
los pechos:
estilo sóviet,
los tímidos pero coquetos,
los que desafían a la gravedad
y los que sucumben ante ella;
los que pasean sueltecitos
(danzando a su libre albedrío)
o los que por el contrario
andan bien sujetos,
los voluptuosos,
los esqueléticos,
los que se hacen de rogar
para ser vistos…
los morenos,
bronceados,
rosáceos,
blanquecinos…
los de enormes aureolas
y difuminados contornos,
los de pezones rígidos,
diminutos,
remarcados,
o gigantescos…
qué tendréis,
MUJERES,
-¡qué tendréis!-
para someter a los hombres
hasta la locura,
para acercarnos al precipicio
(con una sonrisa),
para hacernos sentir inferiores,
torturarnos,
quitarnos el sueño,
detestarnos a nosotros mismos
por los errores cometidos,
QUÉ TENDRÉIS
para insiparnos
y odiaros a partes iguales,
para empatizar
con la bukowskiana misoginia,
para estrangularnos ya desde el principio:
«nacidos para esto»…
qué tendréis malditas benditas
para asesinarnos lenta
y agónicamente…
y no descansar
hasta exterminar
el corazón
y el alma
de los POETAS…
Qué tendréis
y qué no vieron:
Lorca,
Paul Verlaine,
Truman
o Rimbau…
para no escribiros a vosotras
y morir por otra causa.
Yo estoy muriendo por última vez
y no se me concede como última voluntad
acostarme una vez más con la mujer de mi vida,
así que sólo puedo preguntaros
a sabiendas que no contestaréis…
¿QUÉ TENDRÉIS, MUJERES?
¡QUÉ TENDRÉIS!