Y es que, ¿hay alguien a quién no le guste el estilo nórdico? Está claro que hoy en día es un estilo en la decoración que todos podemos adaptar a nuestros hogares.
Nace a principios del siglo XX en Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca y se caracteriza por ser un diseño muy práctico.
Las casas son muy luminosas ya que disponen de grandes aberturas que dejan pasar la luz del exterior que tanto escasea en los países nórdicos. Casas donde predomina el color blanco y los suelos de madera en tonos neutros y claros igual que los muebles, que consiguen junto a una buena distribución poder vivir cómodamente en pisos de 50 m2.
¿Cómo conseguimos dar la alegría que toda casa necesita? Aquí está la clave, colocando elementos decorativos de colores como vajillas, velas, cajas, plantas, cuadros, fotografías, etc. Es también característico de este estilo tener los objetos decorativos a la vista, que colocados en el sitio adecuado, conseguimos mantener el orden y la armonía en casa. También usaremos textiles naturales cómo algodón o lino para las alfombras, ropa de cama y cojines.
La mezcla de mobiliario clásico con líneas rectas consigue darle mucha personalidad a la vivienda. En esta casa el elemento estrella es la puerta de madera envejecida, que hace desviar nuestra atención hacía ella. Me parece un acierto esta idea.
Fotos vía Stadshem
Consejo: Si os cansáis muy a menudo de la decoración de nuestra casa acordaros del estilo escandinavo; tener una base neutra y objetos de decoración que podamos cambiar a menudo como: cojines, mantas, jarrones, cuadros, fotografía, etc.