Los activistas españoles que participan en la segunda Flotilla de la Libertad, que tenía previsto zarpar hacia Gaza con ayuda humanitaria la pasada semana, entraron en el día de ayer, en torno a las 12:00 horas, en la embajada española en Atenas con la intención de denunciar ante el embajador el bloqueo de los barcos de la expedición por parte de Grecia y la falta de respuesta del gobierno español ante tal situación.  Estos cooperantes mantienen todavía su protesta tras pasar la primera noche en la sede.

Los 40 pacifistas propalestinos, entre los que se encuentran Javier Andreu, natural de Aspe, y Álvaro Toepke, de Alicante,  amenazaron con encerrarse en el interior de la sede diplomática hasta que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez,  a quien acusan de ser cómplice de Israel, dé respuesta a sus reclamaciones. A las puertas de la embajada desplegaron una pancarta en la que se podía leer «Gernika libre, Palestina libre».

El Gernika es el barco en el que tenían previsto viajar hacia la franja los activistas españoles y que se encuentra inmovilizado en el puerto de Kolymvari a raíz de un decreto del Gobierno griego del pasado viernes que prohíbe zarpar a todos los barcos hacia Gaza, lleven la bandera que lleven.

Los miembros de la misión le han hecho llegar al embajador un texto en el que le expresan su decisión de mantenerse «pacíficamente en el recinto de la embajada hasta que el gobierno español se comprometa por escrito a presionar al gobierno griego a fin de garantizar el restablecimiento de la legalidad y la liberación del barco Gernika».

Consideran que no han atentado «contra ninguna de las leyes de Grecia» ni han comprometido al gobierno de este país. «Hemos cumplido con todos los requisitos técnicos, legales y administrativos de las autoridades portuarias», insisten en el escrito.

Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores, que se pronunció ayer por la tarde a través de un comunicado, ha rechazado las peticiones de los cooperantes  y les ha aconsejado que acepten la oferta que les ha hecho Grecia a través de la cual el país se ofrece, conjuntamente con la ONU,  a trasladar la ayuda humanitaria de la II Flotilla por vía terrestre, evitando así  romper el bloqueo marítimo que ha impuesto Israel.