Mi ALMA
es
como
las cuencas
VACÍAS
de un
ESQUELETO
de polvo
que ruge
por dentro
sin
el GRITO
necesario
que lo salve.
Exánime
se evapora
como la
CARNE
del vaho
del POEMA
escrito
tras el
último
orgasmo
que se bate
en DUELO
con mi EGO.
SOY
el monstruo
que castiga,
para
tratar
de apartar
los TRAUMAS
de una
vida,
con el gran
defecto
de sentirse
insatisfecho
SIEMPRE.
Un muerto
muere
cuando
MIENTE
y un “POETA”
es asesinado
cuando
cree
ser POETA.
Y los castigos
de la atracción
por lo prohibido:
la soga,
los antidepresivos
y el vino
barato
son prosa
antigua.
No seré
más
que la sombra
de los buitres
que revolotean
dóciles
ante una
LUNA
homicida
y la tensión
de la NADA
que se acerca
SILENCIOSA
cuando
mi corazón,
podrido
por el pasado
y la autocompasión,
acaricia
el metal
de la cápsula
que se
cuela
por mi NUCA
de MUERTO.