Poco a poco el trabajo realizado en Relleu -Marina Baja- comienza a dar sus frutos, y nunca mejor dicho. Cuando llegamos a finales del 2009, el terreno estaba yermo. En estos momento, más de un centenar de árboles empiezan a dar sus frutos y las aves acuden a la zona. Aunque a mucha distancia para hacer fotos, el otro día desde el hide pude ver a un roquero solitario y a una oropéndola. Espero que antes o después vengan a la pileta a beber. Uno de los visitantes habituales comienza a ser el conejo, el carbonero, la grajilla, etc.
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