Carlos González nació el 10 de marzo de 1965. Licenciado en Derecho, en la actualidad es miembro del Grupo Parlamentario Socialista por la provincia de Alicante y vocal de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio.

Carlos se acercó el pasado lunes 16 de noviembre para hablarnos de los Presupuestos Generales del Estado y así aclarar cualquier duda al respecto sobre los mismo. Ese día también habló con nuestra publicación digital aportando más datos y aclaraciones con respecto a los Presupuestos Generales del Gobierno.

-¿Qué piensa usted cuando oye a especialistas mundiales en economía y a instituciones supranacionales decir que España será el país que más va a tardar en salir de la crisis y al que más duro se le hará?

España fue uno de los últimos países en empezar a sufrir esta situación de crisis económica, por lo tanto, lógicamente, será uno de los últimos en salir de ella. No obstante, está previsto un crecimiento positivo en el segundo semestre, dejando atrás el crecimiento negativo del primer semestre que ya hemos vivido. Está previsto que para junio volvamos a la “senda del crecimiento”, tardando un poco más ya que se dan cita, por un lado, la crisis económica mundial, y por otro, la crisis de la construcción. Para ilustrarlo tenemos, por ejemplo, que el peso medio de la construcción en Europa era de un 5,2%, mientras que en España suponía un 11,5% del producto interior bruto (PIB). Es decir, construíamos el doble que la media europea, por eso, el frenazo de la economía ha tenido, en este sector, un importante componente.

-Hasta la fecha, ¿cuál cree que ha sido la mejor medida anticrisis adoptada por el Gobierno y cuál la más desafortunada?

Para empezar, hay que tener en cuenta que el Gobierno está siguiendo una estrategia que no es ocurrencia de Zapatero, sino que es consecuencia de las reuniones llevadas a cabo por el G-20. Es decir, las soluciones son fruto de las “recetas” de los países más industrializados del mundo. España puso en marcha unas 100 medidas para apoyar a la banca, estimular la liquidez de las empresas, apoyar a los sectores estratégicos y a la familia. Este tipo de medidas han surtido efecto, por ejemplo, el Plan E, desde el punto de vista del sector, ha creado, al menos, 500.000 puestos de trabajo. El fondo de inversión municipal (Plan E) ha estabilizado la economía de forma positiva. El Gobierno ha invertido unos 8 millones de euros en crear empleo y en la mejora del aspecto de las ciudades. Por otro lado, si tuviésemos que hablar de una medida que no ha dado los resultados esperados sería la encargada de favorecer la liquidez de las pequeñas y medianas empresas, ya que el crédito no llega con la suficiente fluidez desde los bancos y cajas. Este hecho crea un verdadero problema para los autónomos.

-Desde esta página apostamos decididamente por la defensa del medio ambiente y últimamente tememos que, con las tasas de paro que registramos, los escándalos y la crisis, la ecología y el medio ambiente vayan quedando como temas a resolver ‘sine die’. ¿Qué puede decirnos para tranquilizarnos?

El Gobierno comparte ese planteamiento. Evidentemente, el medio ambiente no tiene que “pagar” la situación por la que estamos pasando. Los presupuestos generales del Estado contienen una inversión de 3.800-4000 millones de Euros de inversión en política ambiental. Cuando la recuperación económica plantee un nuevo modelo productivo, éste será más sostenible basado en las energías renovables y, en la llamada, economía verde. El medio ambiente se convertirá en un elemento clave.
-Estos días, en la reunión mantenida entre el Gobierno, patronal y sindicatos se ha anunciado que la Ley de Economía Sostenible pretende también reorientar el sector del turismo al impulsar su actividad con un criterio sostenible, de calidad y de respeto al medio ambiente. ¿Podría explicarnos de forma más detallada en qué sentido está trabajando el Gobierno a este respecto?

El turismo es un sector de extraordinaria importancia. En la Comunidad Valenciana supone un 15% del PIB. Es cierto que el crecimiento en los últimos años de este sector ha sido desmesurado. En Alicante el crecimiento ha estado descontrolado y el modelo turístico del PP valenciano ha provocado que este sector se resienta. Asimismo, hablando calor “el sol de Túnez es más barato que el Mediterráneo”, por eso, debemos darle un valor añadido a nuestro producto turístico, recuperando los valores ambientales que perdimos con el descontrol urbanístico.

-En ésta, una de las mayores crisis de la historia, se ha llegado a discutir o a plantearse un cambio profundo de raíz de las bases del sistema. Sin embargo, parece que las medidas que se están tomando son sólo retoques y ajustes, pero no un verdadero cambio de paradigma. ¿Qué opina al respecto?

El Gobierno, reitero, intenta aprovechar esta situación de crisis mundial y nacional para corregir errores que se cometieron en el pasado y los desequilibrios provocados por esos errores. El Gobierno se mantiene en continua lucha contra los paraísos fiscales y a favor de la distribución de las riquezas. Asimismo, no perderá esta oportunidad para plantear las correcciones necesarias y los ajustes pertinentes a un sistema que ha mostrado bastantes deficiencias, el capitalismo.

-Estamos en pleno proceso de cambio de modelos, esta es una idea que se repite con frecuencia. Trate de resumir de la manera más clara posible en qué va a consistir ese nuevo modelo económico al que aspira el Gobierno. (Las líneas maestras, qué sectores o industrias piensan potenciar)

El crecimiento entre 1994 y 2007 se ha basado en «cantidad precio», es decir, nuestro crecimiento económico se ha basado en una mano de obra de escasa cualificación. La ley de economía sostenible provoca un «giro», provocando que vayamos hacia un nuevo modelo económico basado en la sociedad de la información, en la economía verde y las nuevas tecnologías. El Gobierno quiere crear un mercado con un estimable valor añadido, eficiente, rentable y estable. Asimismo, quiere cree necesario la necesidad de que se produzcan cambios, evidentemente no se producirán de «la noche a la mañana», sino que se irán elaborando de forma paulatina.

-¿Hacia dónde cree que debería ir derivando la industria de la provincia de Alicante para adaptarse al momento actual? Con ello, ¿cuáles cree que deberían ser las industrias punteras?

Alicante posee una industria tradicional muy importante y potente. Durante todos estos años ha mejorado la calidad de vida y ha generado empleo. No obstante ha llegado la hora de que esa industria tradicional se reoriente. Se reoriente en el sentido de favorecerla con un valor añadido. Hemos pasado de producir zapatos de escasa calidad a la creación de zapatos con más diseño y más calidad, dándole ese valor añadido del que os hablaba anteriormente. Este hecho, no sólo lo ha provocado el mercado nacional sino nuestra expansión hacia un mercado internacional exigente.
El tema de la construcción debería tomar esa misma dirección, es decir, ajustarse a la demanda y no otorgarle un peso desmesurado en nuestra economía. Por otro lado, también debería avanzar en la otorgación de un valor añadido, no hay que construir más casas a precio más barato, como se ha hecho hasta el  momento, sino, construir las casas necesarias con ese valor añadido que comentábamos antes.
En Alicante, el turismo también es un sector de mucha importancia, por ese motivo, necesita ajustarse a los valores ambientales y al modelo económico que no agota recursos, sino que los conserva.

-¿Qué lugar cree que debería ocupar la I+D+I en el conjunto de la economía del país? ¿Por qué este año se ha visto reducida un 3,1% en los presupuestos, con respecto a 2009?

La inversión en I+D+I es una política clave para la salida de la crisis. En el cambio de modelo productivo que el Gobierno está, poco  a poco, creando, tiene la máxima importancia. Desde 2004 se invirtieron 7900 millones de Euros y en 2008 fueron 8200 millones de Euros. Esto quiere decir que este Gobierno invierte en I+D+I un 174%. Está claro que en estos 12 meses que llevamos de situación económica desfavorable el presupuesto se ha visto reducido. Al margen de todo esto, no se ha dejado ningún programa sin hacer de los que estaban previstos.

-¿Todos los casos de corrupción a los que estamos asistiendo, son en cierta medida, consecuencia de un modelo que otorga tanto poder a los ayuntamientos en las áreas de Urbanismo?
Personalmente soy un ferviente defensor de otorgar autonomía a los ayuntamientos. Los ayuntamientos deben ser capaces de decidir su desarrollo urbanístico. Por supuesto necesitan la supervisión de aquellos que tengan competencia para ello. En la Comunidad Valenciana estaríamos hablando del gobierno del PP. Éstos deberían coordinar las acciones de ámbito urbanístico. Esta falta de control por parte de algunas autonomías ha sido el “caldo de cultivo” de algunos casos de corrupción urbanística. Existe, en estos casos, una responsabilidad política basada en la falta de rigor, criterio y control por parte del PP.

-Desde el Gobierno se apela mucho a la unidad como una idea clave para superar la crisis; sin embargo, estamos viviendo uno de los mayores períodos de descrédito hacia la política y de erosión del sistema de ciudadanía (sobre todo propiciado por los casos de corrupción). ¿Está usted de acuerdo? ¿Qué comentario le sugiere lo expuesto?

Es mucho más fácil salir de la crisis si se produjera una unidad, esto se traduce: «que la oposición arrime el hombro». Si el PP hubiese aportado medias hubiesen contribuido en una salida más rápida de esta situación económica. Todo ello provoca una mayor desconfianza en la sociedad hacia los actores económicos. Esto hace que crezca la desconfianza hacia lo spartidos políticos. los últimos estudios del CIS sitúan entre las 10 primeras preocupaciones de los españoles a los pertidos políticos, tras mucho tiempo que no ocurría esto. La corrupción es uno de los factores de esas preocupaciones y desconfianzas. Desde el PP se está tomando aquello de que «todos somos iguales», así desacreditan a todos aún sabiendo que son ellos los afectados por los casos de corrupción, como el caso Gürtel. Y la desconfianza nace no sólo de la corrupción sino también de la incapacidad mostrada por el PP para adoptar medidas y frenarla.