Si bien es cierto que el día de Banderas, de todos los actos que conforman las fiestas, es tradicionalmente el que menos tiradores moviliza, lo del pasado domingo fue especialmente exiguo; baste decir que, por ejemplo acompañando al capitán de los Flamencos, sólo iba el cañón. El descenso de tiradores es una de las realidades de estos últimos años, y de hecho, desde la Comisión de la Pólvora, presidida por Juan Serrano -también presidente de los Moros Viejos- hicieron un estudio que ponía cifras a este alarmante descenso.

«En los últimos cinco años», explica Serrano, «se ha pasado de una media de más de diez tiradores por comparsa y acto, excluyendo cañones y la rueda de los capitanes, a 4-5 el año pasado. Esperamos este año mantener, al menos, las cifras de 2013, en las que ya hubo un descenso importante». Un reto mantener las cifras del pasado año, porque en este 2014 la pólvora ha subido cuatro euros por kilo, yéndose hasta los 24 euros el kilo.  La razón es que, desde el polvorín, ya no trabajan con pólvora negra, la usada tradicionalmente, y tienen que importarla, de ahí el incremento. En cinco años ha subido el precio 9 euros por kilo, de los 16 que se pagaban en 2009.

Cada tirador se paga su pólvora y el sobrecoste a día de hoy puede llegar a ser bastante importante. La Comisión designada y la Unión de Festejos son conscientes del problema, y esperan poner solución a partir del año que viene, porque este 2014 los recursos van destinados a los actos que comprenden el IV Centenario de los votos a San Bonifacio. «Seguro que el año que viene», se esperanza Navarro, «conseguimos aligerar esta carga para los tiradores y, con suerte, se irán recuperando los números de antaño».