Desde el Área de feminismos de EU Petrer queremos de nuevo hacer visible esta desigualdad entre varones y mujeres que no siendo legal, es real y pasa desapercibida.
Para que el salario de una mujer en Europa, de media sea igual al que recibe un varón durante un año, ésta debe trabajar 418 días. Este número de jornadas laborales excede en 53 días los 365 del año natural, de forma que, de media una mujer tendría que trabajar hasta el 22 de febrero del año siguiente para alcanzar el salario de un hombre. Según datos de la encuesta anual de estructura salarial realizada por el INE en 2009, en España el salario medio de los hombres era de 25.001,05 €, mientras que el de las mujeres era de 19.502,02 €, lo que representa un 22% menos respecto al de los hombres, en España las mujeres necesitan trabajar 80 días más que un varón para igualar el salario.
El 22 de febrero se ha convertido en una fecha para reivindicar la igualdad salarial, porque la diferencia salarial sigue siendo una discriminación de género. Las condiciones de los varones y las mujeres en el ámbito laboral son desiguales, y aunque la legislación no permite la existencia de discriminaciones, estas siguen produciéndose. La discriminación indirecta que se produce en el espacio laboral, no se percibe a primera vista. Y no solo la brecha salarial es un aspecto patente de la desigualdad en este ámbito, también lo son el acceso al empleo, la promoción en el empleo, la segregación horizontal, la segregación vertical, la conciliación, la temporalidad laboral o la precariedad laboral.
Hay otros aspectos que acentúan las desigualdades y discriminaciones de género en ámbito laboral, así es el caso del acoso sexual y por razón de sexo, estas conductas son discriminatorias, y por lo general las sufren más las mujeres que los hombres.
Por último, también hay que contemplar las desigualdades en el empleo con perspectiva de futuro, ya que éstas tienen su repercusión en las futuras pensiones de las mujeres. Cuando se abandona el mercado laboral las desigualdades siguen manifestándose, y en algunos casos se acentúan. Esto es consecuencia de la situación que muestran los datos ofrecidos anteriormente, si las mujeres han tenido condiciones laborales más precarias las prestaciones de jubilación a percibir en un futuro también lo serán.
Área Feminismos EUPV Petrer