La Junta de Cepyme Alicante (Confederación de Española de la Pequeña y Mediana Empresa) ha analizado hoy el fenómeno de la economía sumergida. «Si bien no puede justificarse en ningún caso la actividad económica fuera de ley», aseguran, «la política errática del gobierno, el incremento constante injustificado de los costes de seguridad social y de impuestos, así como la corrupción constante y sin respuesta por parte de la justicia, son los elementos que constituyen el mejor caldo de cultivo para que florezca la economía sumergida en nuestro país». El tema es de especial interés en nuestra comarca del Medio Vinalopó, estigmatizada -incluso a nivel nacional- como foco de economía sumergida.
La duda que asalta la Confederación es: ¿por qué únicamente se inspeccionan a los empresarios que están de alta? La “comodidad” del listado como hoja de ruta que únicamente persigue incrementar la recaudación y no busca la regularización masiva de los que están completamente al margen de la ley. “Acusamos directamente a los responsables políticos de la situación y del resultado. CEPYME no confía en las nuevas medidas anunciadas para 2015, y en la supuesta bajada de impuestos, ¿por qué, si es bueno, no se aplica de forma inmediata?», se preguntan. La Confederación pone sobre la mesa «maniobras de distracción» para mantener a empresarios y trabajadores sin sublevarse ante la insostenible situación que se está viviendo en las pequeñas y medianas empresas: “El incremento del desempleo en la Provincia de Alicante, es un dato objetivo y preocupante de que la recuperación económica no se consolida, cuando el crecimiento económico es ínfimo”.
“Señores Montoro y Fabra, no se olviden de Alicante…” Otro de los puntos tratados hoy por la Confederación ha sido el de recordar a las instituciones el olvido al que se relega a la provincia. Su presidente asegura que “enviaremos una nueva carta al ministro esta misma semana y volveremos a enviarla las veces que sea necesario hasta que repare la injusticia que se está realizando sobre nuestra provincia”. La reunión de la Junta Directiva de CEPYME Alicante ha decidido recordarle al actual Ministro de Hacienda que Alicante existe y que reclama la atención que merece. No es la primera vez que la confederación empresarial alicantina efectúa esta reclamación y sus miembros aseguran que lo repetirán las veces que sea necesario denunciando la deficitaria financiación provincial con respecto a otras provincias, donde se invierte hasta dieciocho veces más que en Alicante.
En la misma línea, la Junta presidida por Cristóbal Navarro, acuerda enviar una carta al Presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, para que explique cuales son los motivos de la infrafinanciación que sufre la provincia de Alicante, en relación con Valencia y Castellón.
Los responsables de CEPYME también critican la posición de bloqueo a las PYMES por parte de las entidades bancarias cuando ven los resultados económicos que consiguen a costa de incrementos injustificados en los costes de los servicios a las empresas, así como de los altos intereses bancarios que cobran.Del mismo modo, la confederación empresarial considera inaceptables los incrementos de costes de la Seguridad social para los autónomos y de la posición de la AEAT –la Agencia Tributaria- de exigir a los administradores de pequeñas sociedades un 42 % de IRPF como tipo fijo.
Mis sospechas, mias particulares, las centro en los alcaldes. De alguna manera tiene que haber algún acuerdo oral entre éstos y Valencia y/o Madrid para que en éstas zonas las denuncias por economia sumergida sean a «cuenta gotas» y no de la forma que se deberian hacer. ¿No dicen, en Hacienda, que se ha incrementado el número de inspectores de trabajo?, pues estarán de café todo el dia. Aparte de que si efectivamente se hicieran ésas inspecciones, como dicen a nivel gubernamental, ¿no sería un auténtico marrón para éstos alcaldes?. La gran pena es que éstos personajes no quieren mear fuera de tiesto y realmente no tienen ninguna política efectiva para paliar el problema de la economía sumergida, por que éso iría en contra de las pautas que les «exige su partido». ¿Poderse?, SI SE PUEDE, pero a ellos que se lo traigan calentito y cómodo. Prefieren dar pan (más bien poco) y circo, mucho circo a los ciudadanos, aunque lo peor de ello es que los ciudadanos nos conformamos. Por éso en Petrelda cada casa o piso es una fábrica o tallerico. Y mientras podamos, iremos tirando.