Todo comenzó con la creación de una simple casa de bambú para meterla en un acuario. Ahora ha llegado a recrear con madera toda clase de edificios y construcciones con el máximo detalle posible, algunas incluso con elementos móviles. Es el hobby de Pedro Martínez, un vecino del valle que tiene maravillados a familia y amigos con sus singulares creaciones.

Pedro dedicada a cada obra una media de dos semanas de trabajo, realizando la mayoría con madera y objetos ya presentes en su domicilio. Este albañil, carpintero de vocación, disfruta especialmente recreando los pequeños detalles de los dispares escenarios que le estimula: un saloon del oeste, un faro, una granja, una estación de ferrocarril… Hoy os acercamos dos atracciones de feria: la noria y la ola.

Las creaciones de Pedro, que ascienden ya a más de una veintena, pueden encontrarse en su blog. Todas maquetas están a la venta y desde luego, pueden ser un increíble regalo para los pequeños esta Navidad.