Luis Fidel ha pasado casi una semana en el hospital recuperándose de una Rickettsiosis, producida por la mordedura de una garrapata en Gambia. Una experiencia intensa que la región africana le tenía preparado a su regreso, dentro de lo que ha sido un viaje que no olvidará jamás el agente forestal. Ya nos hicimos eco de algunas de sus reflexiones, os dejamos hoy con otras.
Pura evolución
El viaje a Gambia ha sido todo un regalo para los sentidos. Mis ojos estaban siempre funcionando, siempre viendo cosas nuevas. Observando el entorno. Este pequeño pez, que vivía fuera del agua y que se sumergía en ella cuando se sentía incomodado, es una de esas sorpresas inesperadas que te encuentras, que te regala la vida. Pura evolución.
El vino de Palma
Como en casi todas las culturas, los seres humanos hemos buscado la fermentación de ciertas partes de algunas plantas, para obtener líquidos con contenido alcohólico. por ejemplo los antiguos egipcios eran bebedores de cerveza. En Gambia encontramos durante nuestro viaje, cientos de palmeras con botellas en su parte superior, al preguntar a Mussa, nuestro guía, nos comento que era para hacer vino de palma. El vino se produce por la fermentación de la savia de la palmera. Lo cierto es que cuando veía a los gambianos subir a las palmeras, me acordaba de mi abuelo subiendo a las palmeras para el cultivo de los dátiles, la cuerda que llevaban a la cintura aunque de distinto material, eran de la misma forma y la utilizaban de la misma manera, o de forma muy parecida.
Leña del árbol caído
A la entrada de Tendaba (Gambia) se encuentra los restos de lo que fue un formidable árbol, probablemente el más grande que hemos visto durante el viaje.