Las imágenes están tomadas en los primeros días de noviembre, salvo la última que se hizo a mediados de septiembre.

Un pequeño camino  lleva a mi casa desde la parada del tranvía. A uno de los lados, justo en el margen de la rambla que acaba en la playa de la Albufereta, hay unas jardineras con flores de lantana. Y estas flores atraen con su néctar a los insectos y en especial a las mariposas. Era llegar a mediodia y bajar con la cámara, incluso dejando la comida para más tarde. Las mariposas estaban en ese momento y puede  que más tarde no. Después de muchos intentos,  muchos fallidos -fuera de foco, volaban antes de que me pudiera acercar lo suficiente, movidas, etc.-, salieron algunas imágenes que por lo menos no estaban mal.

Entre las especies:  la cardera o vanesa de los cardos, la mariposa de la col, un hespérido creo, de color marrón que no me atrevo a dar la especie y otra blanca con  pequeños lunares de colores que, buscando en internet, veo que es la Utetheisa pulchella, la fotografiada a mediados de septiembre. Y otra difícil de fotografiar por su vuelo rápido e inquieto y porque no deja que te acerques mucho, la esfinge colibrí (Macroglossum stellatarum) que liba las flores sin posarse en ellas mientras se cierne unos instantes en un mismo punto. Al final opté por fotografiarlas con un tele macro de 105 con un multiplicador de 1,7 y con un flash anular. Con los fríos últimos ya no las veo con lo que probablemente serán de las últimas que veré en este año. La cardera y la mariposa de la col son grandes viajeras que emigran volando largas distancias.