El grupo municipal Esquerra Unida ha presentado sus alegaciones a la ordenanza de Convivencia Ciudadana aprobada en el pleno de septiembre por el Partido Popular en solitario. La formación de izquierdas se ha mostrado contraria tanto al contenido de la misma como a las formas de su aprobación:»Fue presentada y aprobada con una falta total de consenso tanto política como social, al no dar participación a los colectivos y asociaciones locales», ha explicado Javier Martínez, edil del grupo.
En cuanto al contenido, el concejal ha señalado-como ya hiciera con anterioridad– su malestar con los aspectos sociales que se recogen en la ordenanza considerando que, «lejos de atajar situaciones provocadas por el fracaso de las políticas sociales y la crisis que padecemos, viene directamente a sancionarlas, como puedan ser la mendicidad, la prostitución o la pernoctación». En el caso de la mendicidad y pernoctactión, el edil ha señalado que «no se entiende que el propio redactado intente hacer diferenciación entre mendicidad que tenga raíz social y cualquier fenómeno de mendicidad, porque no hay diferencia ninguna». «Tiene su raíz en el fracaso de la política social y económica de nuestro país y debe ser atajada desde los poderes públicos, no mediante la sanción económica», sostiene, por lo que solicita la supresión de cualquier medida sancionadora en este sentido. Así, EU propone que en estos apartados el consistorio se comprometa a adoptar las medidas necesarias para que se erradique la mendicidad y actúen los servicios sociales.
El concejal de Esquerra Unida ha sido también tajante en la parte que hace alusión a los casos de prostitución. Javier Martinez ha denunciado que esta ordenanza «pone a la misma altura y trata de la misma forma a la mujer explotada sexualmente (prostituta) y a los abusadores y explotadores (proxenetas y clientes»). En este sentido, el grupo solicita del mismo modo la supresión de las sanciones hacia las mujeres víctimas de esta explotación y la modificación del redactado para aclarar las distintas situaciones.
Otro de los puntos recogidos en la ordenanza y cuestionados por Martínez es el que regula las actividades artísticas o culturales que puedan desarrollarse de forma espontánea en la calle, sujetas también a sanción: «No entendemos como puede ser sujeto de sanción cualquier expresión artística pública, aunque fuese a cambio de unas monedas», ha expresado el edil. Así, en su alegación, el grupo indica que «no es comprensible que actividades artísticas o culturales se consideren como infracción y se sancionen, ya sean espontáneas o con autorización previa».
El partido también ha presentado alegaciones al apartado sobre consumo de estupefacientes, «el cual se presenta sin diferencia ninguna según la peligrosidad de las sustancias, ni cataloga según su grado de toxicidad y/o finalidad de la posesión», según considera Martínez.