El portavoz de la formación política Equo, Juan López de Uralde, ofreció ayer una charla en la Fundación Paurides de Elda en la que abordó las alternativas económicas propuestas desde la ecología política del partido. Un asunto también abordado en la entrevista que le realizamos desde Petreraldía, en la que, además, el que fuera director de Greenpeace en España durante una décadas explica el nacimiento de la formación política que ahora lidera, sus alianzas con otros partidos para afrontar conjuntamente las venideras elecciones municipales y autonómicas o la «etiqueta verde» contra la que trabaja el grupo en un intento de mostrar que también tienen ideas en otras materias como empleo y economía.

Equo nació en mayo de 2011, en vísperas de las elecciones generales, en las que no obtuvo ningún escaño a pesar de la necesidad de renovación política exigida en las calles por miles de ciudadanos a través del movimiento 15 M. Uralde tiene claro que  el problema del desconocimiento de la formación mermó las expectativas del grupo de obtener representación parlamentaria, aunque valora el resultado: «Obtuvimos más votos de los que nunca tuvo otra opción verde en España, pero no los suficientes para sacar un diputado en Madrid». A día de hoy, y tras dos años de recorrido, Equo cuenta con 17.000 afiliados en todo el país y acuerdos con formaciones políticas que siguen la línea del partido: «sostenibilidad, equidad y defensa de los derechos»,  formando coaliciones en distintos municipios del mapa.

Sus propuestas políticas, asegura López de Uralde, van más allá de la defensa férrea de la naturaleza, aunque sin perderla nunca de vista: «Es cierto que luchamos contra la etiqueta verde del partido. En España se tiene la concepción de que un partido verde es parcial(…). Nosotros tenemos recetas contra el desempleo, alternativas en distintos sectores, pero debemos convencer a la gente de que esto del medio ambiente nos afecta a todos». En este sentido,  el proyecto ideado por Equo es liderar «un país diferente, que impulse energías renovables, que utilice recursos como el sol y el viento o la agricultura ecológica, donde se pueden generar muchos puestos de trabajo. Debemos convencer a la sociedad de que hay alternativas económicas basadas en la economía verde. Detrás de un medio ambiente limpio hay mucho empleo, mucho más que detrás de un ambiente contaminado».