Las lluvias de septiembre han dejado en la zona una cantidad de agua histórica, pero la mayor parte de ella se ha perdido por falta de infraestructuras de abastecimiento, lo que no deja de ser paradójico en una zona como la nuestra en la que tenemos un déficit tradicional del líquido elemento. Al agua desaprovechada de riadas y ramblas se suma ahora la de los manantiales y tabaries del término, algunas de ellas todavía activas a pesar del tiempo trascurrido. Es el caso de dos canalizaciones que la Comunidad de Regantes posee debajo del antiguo lavadero, en la Rambla de Puça, de las que hace más de tres semanas lleva brotando agua natural a un ritmo muy considerable, de unos cuatro litros por segundo.

Semejante desperdicio de agua ha indignado a vecinos de la partida de La Pepiosa o de la Rambla de Puça, acostumbrados cada verano a sufrir los rigores de la escasez de recursos hídricos, y han hecho llegar multitud de quejas a la concejalía de Medio Ambiente de Petrer, quienes afirman que directamente no pueden hacer nada por no ser el terreno propiedad municipal, y que la Comunidad de Regantes ya está avisada. Miembros de la misma que hemos consultado, aunque lamentan que no se esté aprovechando el agua, han avisado de la dificultad de construir en la zona una balsa u otro ingenio para abastecerla.

Desde la publicación seguiremos informando sobre la cuestión, aunque los manantiales pronto cesarán su actividad, y en pocos meses pasaremos del exceso de agua inusual que ahora vivimos al déficit tradicional y sistémico que nos caracteriza.