En los últimos días, estamos asistiendo a un espectáculo dantesco con respecto a los derechos de las mujeres. Empezando por la anunciada reforma de la ley de reproducción, por la cual se restringía considerablemente el aborto ya hace unos meses, ahora nos encontramos con dos recortes flagrantes a los derechos femeninos anunciados recientemente por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la popular Ana Mato.
Por un lado, la prohibición de financiación pública de tratamientos de reproducción asistida a mujeres lesbianas y solteras, manteniendo únicamente esta prestación a aquellas que forman parte de una pareja heteroparental. Una propuesta que la Generalitat Valenciana ya adelantó al gobierno central enviando en 2012 una circular a los centros públicos donde establecían la exclusión de mujeres lesbianas y solteras de la reproducción asistida -menos en los casos de infertilidad-, con el objetivo de imponer a toda la sociedad un único modelo de familia “tradicional” utilizando todos los instrumentos para conseguirlo. En este caso, consideramos que se ataca el deseo de miles de mujeres de ser madres, por el solo hecho de no estar en una relación con un hombre. Una decisión que sólo se puede calificar de homófoba y retrógrada.
Por otro lado, la modificación malintencionada de los criterios para las estadísticas de la violencia de género, donde las mujeres maltratadas sólo aparecerán como tal si tienen un parte de ingreso hospitalario de al menos 24 horas. Una medida que se suma a la supresión de dos líneas de ayudas para las mujeres víctimas de la violencia de género, según acaba de publicar el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana. Unos hechos que nos confirman que el apoyo a estas mujeres no es una prioridad de los gobiernos autonómico y estatal del Partido Popular y que prefieren ahorrarse ese dinero antes que poner en marcha todas las medidas que contemplaba la ley.
En este sentido, no hay ninguna justificación posible que permita recortar de esta manera los derechos y las libertades de las mujeres. Nos encontrábamos en una sociedad que andaba hacia la igualdad y, aunque quedaba un largo camino por recorrer, ahora empiezan a poner obstáculos, al tiempo que volvemos hacia atrás. El Partido Popular no entiende que vivimos en una sociedad plural y diversa, mucho más adelantada que las ideas caducas que representa su gobierno y, por esto, estamos asistiendo a una regresión de décadas a todos los niveles. Una vez han hecho desaparecer los servicios sociales para dar paso a la beneficencia, han acabado con la universalidad de la sanidad y la educación y han reducido derechos laborales. Por lo visto, para el PP, ahora es el momento de atar con cuerda corta a las mujeres, para tenerlas controladas.
Por todo ello, desde el BLOC-Compromís per Petrer, condenamos las últimas agresiones a la igualdad de género, al reconocimiento de las víctimas de la violencia machista, a la reducción de los derechos reproductivos y a la igualdad de las diferentes orientaciones sexuales. Estas acciones suponen un nuevo ataque a los derechos personales como un intento de imposición de una cultura patriarcal y conservadora, donde los estereotipos familiares y el poder de clases marca la capacidad de decisión de las personas. Por tanto, nos manifestamos a favor de la libertad sexual, de la igualdad de género y del respeto a las libertades reproductivas personales.
BLOC-Compromís per Petrer