Teuladí, perpissa, gafarró, verderol, carganera, poput, mutxol, falcó… son los primeros nombres con los que aprendí a identificar a las aves en mis incipientes contactos de niñez con estos seres fascinantes, de la mano de mi padre y posteriormente de amigos con inquietudes similares. Más adelante, ayudado por las guías de aves, iría conociendo los nombres en castellano y el científico, en lengua latina, que muy acertadamente daba un nombre a cada ave que es común independientemente del país y del idioma que se hable en él. Y digo muy acertadamente, pues de otra manera sería un verdadero caos el poder intercambiar impresiones con colegas de otras regiones o países sobre un ave en concreto.
Pero los primeros nombres que aprendí, en mi lengua materna, el valenciano, son los que guardo con más cariño en mi rincón dedicado a las aves y, no ya por la lengua, que también, sino por la proximidad que entrañan esos nombres. Porque han surgido de las personas de aquí y de su relación con la naturaleza y los animales que observaban en su vida cotidiana. Y hablo en pasado porque parece que hoy en día nos empeñamos en vivir al margen de esa naturaleza, incluso intentan hacernos creer que no tenemos nada que ver con ella y, por consiguiente, no distinguimos unas especies de otras ni sabemos como se llaman y porque.
Afortunadamente, hay personas -cada vez mas- que vuelven de nuevo la mirada hacia esa naturaleza que nos envuelve y que siempre ha estado ahí. Personas que además se interesan por esa forma de vida que no hace tampoco tanto estaba más en contacto con animales y plantas, con montañas y bosques, con ríos y lagos. Es el caso del Grupo local de Alicante de SEO BirdLife, SEO-Alicante que hace varios años decidió recorrer nuestra provincia recopilando como llamaba la gente a las aves. Se encontraron con un legado lingüístico de una gran riqueza. La mayoría de especies reciben diferentes denominaciones según la comarca, incluso entre poblaciones cercanas. Se han recopilado los nombres populares independientemente de la lengua propia de cada población y se ha escudriñado en cada denominación para buscar su origen. El canto, el plumaje, sus costumbres, la estacionalidad… han dado origen en muchas ocasiones a una denominación popular. En otros nombres, la cosa esta más complicada y se apuntan diversas posibilidades.
Ahora mismo se está trabajando con toda esta información para que esté al alcance de todos en forma de libro. Y es que el objetivo, está claro. Por una parte es compartir toda esta cultura popular y por otra, quizá la más importante, procurar que no se pierdan estos nombres locales tan nuestros. Nombres que son los primeros que me vienen a la mente cuando estoy observando a alguna ave. Por ese motivo ha sido todo un privilegio que los compañeros de SEO Alicante hayan pensado en mí para ilustrarlo.
Desde un principio tuve claro que las ilustraciones serían en blanco y negro, por aquello de darle un símil con el contenido del libro, que hace referencia a algo de tiempos anteriores, de nuestras raíces. Quería emular las ilustraciones de libros antiguos, aunque también con un aire más actual. Me plantee entonces si realizaría los dibujos a tinta china o a lápiz. Ambas técnicas me encantan, aunque finalmente me decanté por el lápiz, quizá por eso de que es la herramienta base para cualquier trabajo y, que en innumerables ocasiones los artistas ocultamos debajo de capas de óleo, acrílico, acuarela, etc. En esta ocasión, quería que el modesto lápiz fuera pleno protagonista a la vez que quería comprobar que me podía ofrecer. Y la verdad es que no me ha defraudado. He descubierto que se puede pintar con esta sencilla barrita de grafito y obtener todos los colores en gamas de grises a la vez que las luces y sombras. Si alguna ilustración no ha quedado todo lo bien que debiera, no es culpa del lapicero, es simplemente que yo no he sido capaz de llegar hasta donde tenía que llegar.
Una vez elegida la técnica con la que realizar la ilustración, había que buscar la conexión entre ellas y el texto, para que no sean un simple acompañamiento que adorne el libro. Empecé a leer toda aquella información y enseguida quedé maravillado de la riqueza de denominaciones populares y, de cómo los autores del texto habían escudriñado hasta el último rincón de su saber para dilucidar el posible origen de tal o cuál nombre. Y seguro que no ha sido tarea fácil, pues hay nombres que es fácil saber su origen, pero otros la tarea es más complicada si a esto añadimos que son muchas las especies que reciben diferentes denominaciones hasta incluso dentro de una misma comarca como comentaba al principio. Después de leer el texto y de la aportación de ideas de Luis Fidel, uno de los mayores artífices de este proyecto, el nexo de unión entre palabras y dibujos estaba claro. Tan sencillo como representar las aves elegidas con aquellos rasgos o costumbres que han dado lugar a su denominación popular, para que así el lector pudiera identificar y visualizar aquello que estaba leyendo con la ilustración que le acompaña.
Ya clara la técnica a emplear y encontrada la simbiosis entre palabras y dibujos, tan sólo quedaba ponerse manos a la obra y empezar a dar vida a las imágenes. Desde un primer instante se dibujó en mi mente que esas ilustraciones debían ir más allá de unas páginas de libro. Complementar el contenido del libro potenciando si cabe aquel tesoro lingüístico que atesora en su interior, por lo que plantee el preparar además del libro una exposición con las obras creadas para él, acompañadas de los nombres populares de esas especies representadas. Esa exposición recorrería las diferentes comarcas que componen la provincia de Alicante, verdaderas autoras del libro a través de la convivencia de sus gentes con las aves a lo largo de los años. La propuesta ha contado con el apoyo unánime de todo el equipo editorial y ahora mismo en ello ando trabajando. Así que me tuve que replantear el formato y darle un mayor tamaño a las obras. Por lo general, el lado más largo del dibujo mide 50 cm. Esto me ha permitido sacarle más jugo si cabe al lápiz y explorar los detalles. Al mismo tiempo siempre que es posible represento al ave a su tamaño real. También he buscado un papel que me permita sin sufrir demasiado aplicar varias capas de grafito para poder recrear las diferentes gradaciones.
Expongo a continuación alguna de esas ilustraciones:
Preciosos dibujos y entrañables comentarios. El arte y la sabiduria ligan bien
Gracias Gabi por tus palabras. Un saludo
LOS CUADROS SON PRECIOSOS
Muy interesante. Esperemos poder ver esta exposición en Petrer.
un abrazo Lluís
Gracias Pepa y Ramón por vuestros comentarios. Si fructifica lo de la exposición, desde luego que intentaré que uno de los sitios por donde pase sea Petrer. Un saludo a ambos
Me alegro haber leido el nombre de cagarnera que escuche de niño, un pajarillo de canto bonito abundante en mi comarca de La Safor
No es «carganera» es: «cagarnera» y es un nombre que nunca desaparecerá pues hay más gente (en la comunidad) que sabe lo que es una cagarnera que un jilguero. Por otro lado, te faltan el «chichipan», el «cagastaques», el «totestiu», la «tordancha» etc… no es que sean muchos, es que son todos…
Ah, otra cosa, lo de «cagarnera » (que no carganera) parece ser que proviene del catalán, en catalán el jilguero es «Cadernera» (y en ésta ocasión si es por los cardos), y aquí ya le dimos nuestro toque, de «Cadernera» a «Cagarnera «. Me encantan tus dibujos. Saludos.
Gracies Lluis per eixos dibuxos tan encertats, soc nascut a Alaquas i els comentaris em resulten molt entranyables
En mi pueblo se denomina «borbute» al poput o abubilla. También existe el dicho «Hueles peor que un borbute» debido a que este ave tiene un olor desagradable. Saludos!!