A media mañana los funcionarios de Urbanismo abandonaban apresuradamente sus oficinas. Les han sobresaltado las llamaradas- de dos a tres metros de altura- que salían desde la azotea del edificio y un fuerte olor a gas que se expandía por toda la calle José Perseguer. Afortunadamente, y a pesar del temor de que se produjera una explosión de gas, todo ha quedado finalmente en un susto. Y es que el fuego era parte de las maniobras de mantenimiento de gas natural que durante esta mañana se están llevando a cabo en el edificio que alberga a la concejalía de Urbanismo del consistorio petrerí.
Si bien es cierto que los usuarios del edificio tenían conocimiento de esas maniobras, lo que sí desconocían era que la quema de gas y las consecuentes llamas formaba parte del procedimiento. De hecho, según nos cuentan, su sorpresa ha sido máxima cuando, al salir del inmueble, han visto a varios empleados de la compañía de gas trabajando tranquilamente en la azotea donde se estaban produciendo las llamas.
¡Que susto!¡Madre mía!
Se debería de avisar, menudo susto habrán pasado los trabajadores.
En fin una anécdota para comentar.
Saludos.