Rodeada de edificios públicos -desde dependencias del Ayuntamiento hasta el Servef o SUMA- y entidades bancarias, la zona centro de la localidad lleva años mostrando el efecto de la falta de plazas de aparcamiento: sólo hay que echar un vistazo, especialmente por las mañanas, en el ensanche de la calle Gabriel Payá con Prim, donde quien escribe ha visto en varias ocasiones no ya coches en doble, sino en tercera fila. A petición de los comercios y usuarios de la zona, ya castigados por una crisis interminable, la concejalía de Tráfico ha decidido tomar cartas en el asunto y ha propuesto un sistema de aparcamiento gratuito (aunque contempla sanciones), algo complejo y que ahora detallamos, «que facilite el acceso al estacionamiento y potencie la actividad económica».
No es la primera vez que se intenta organizar el tráfico en la zona, de hecho esta misma propuesta ya nos la contaba el representante de los comerciantes, el expolítico José Luis Torres, hace ahora un año. Hoy ya es oficial: las calles Sancho Tello, San Bartolomé, Gabriel Payá -a partir del teatro Cervantes- y la Plaza del Derrocat serán a partir del próximo mes de febrero zonas de estacionamiento limitado en horario de 9:00 de la mañana a 14:00 de la tarde. En este circuito de calles, los ciudadanos dispondrán de una hora de estacionamiento gratuita.
¿Cómo se controlará el tiempo? El consistorio va a distribuir dos mil cartones (en cinco colores, uno para cada hora) a los comerciantes de la zona para que los distribuyan entre sus clientes y usuarios, que deberán colocar el correspondiente en una parte visible de sus vehículos. Otro método válido para consignar el tiempo es el papelito de toda la vida indicando la hora de llegada. La policía local controlará el cumplimiento de los horarios, sancionando con 30 euros a quien lo haya sobrepasado (se queda en 15 euros con la bonificación de pronto pago). Según el concejal del área, Óscar Payá, «no se trata de una medida recaudadora o con interés sancionador. Lo que queremos es que haya una rotación de vehículos buena para todas las partes, tanto los usuarios como los comerciantes. De hecho», explica, «no vamos a destinar policías específicos a la zona, pero sí tendrá una presencia periódica». Según cálculos del ayuntamiento se «liberarán» con esta medida unas 65/70 plazas de aparcamiento.
¿Y qué pasa con los trabajadores y habitantes de la zona? «Tendrán que ir al aparcamiento del final de calle La Huerta o al que hay en las antiguas instalaciones de la EPA». La decisión es firme, pues, en esta experiencia piloto que contará con una comisión de evaluación: «nos reuniremos a los seis meses para ver cómo ha ido el desarrollo de la medida».
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