Vuelve el ‘Pasaje del terror’ y el taller de calabazas por Hallowen

Con motivo de la festividad de Halloween, el Casal de la Juventud acoge un taller de creación de calabazas luminosas el próximo miércoles, a partir de las seis de la tarde. Los interesados tendrán que pagar el coste de la calabaza, pudiendo elegir entre tres tamaños: pequeña -2,5 €-, mediana -3,5 €- y grande -4,5 €-. Se ha realizar reserva telefónica (966950671, de 10 a 14 horas) o acudir a la Concejalía de Juventud.

Ese mismo día 31, desde las 20 horas se va a celebrar el tradicional Pasaje del terror en el Casal de la Juventud. Este año ambientado en «El circo de los extraños» y organizado otro año más en colaboración con la compañía de teatro del ‘Consejo de la Juventud de Petrer’.

 

4 thoughts on “Vuelve el ‘Pasaje del terror’ y el taller de calabazas por Hallowen”

  1. Me parece un despropósito que, desde instituciones municipales, se promuevan este tipo de actividades, que nada tienen que ver con las tradiciones o costumbres de nuestra tierra.
    Por el contrario, veo muy loable que este festejo, importado, no haya tenido entrada en los colegios de Petrer. Años atrás ya se celebraron desfiles de carnaval, hasta que algunas AMPAS y claustros de profesores decidieron desterrarlos, en favor de otras actividades mas nuestras, como, por ejemplo, les carasses.
    Y puestos a recuperar, quizá no estaría de mas sacar a San Crispín de la ermita, el sábado o domingo posterior a su festividad, como se hizo en los años cincuenta. Sería una forma de recordar la importante industria zapatera que tuvimos en Petrer, aunque ahora no podrían sonar las sirenas de las fábricas.

  2. Lo siento, pero sí ha tenido entrada en los colegios. Digo que lo siento en referencia a tu escrito, compañero. Personalmente no estoy en contra del auge de Halloween y considero que las tradiciones vienen y van a lo largo de los tiempos; es el caso de los carnavales que, desde la Roma imperial han tenido épocas mejores y peores.
    San Crispín creo que tendrá que esperar, de momento.

  3. No tengo ningún interés personal en lo de que con ocasión de festejar a San Crispín rindamos tributo a la industria zapatera.
    Recuerdo, eso sí, que resultaba bonito el sonar de las sirenas de las fábricas, cuando la procesión discurría por delante de las desaparecidas Luvi y García y Navarro. Creo que se hacía el último domingo de carasses. al mediodía, antes que fueran prohibidas.
    En cuanto a lo de que a Halloween le rinden pleitesía en algunos colegios locales, mas bien me entristece. Ahora bien, no me preocupa. Si a las AMPAS y claustros de profesores no se les ocurre nada mejor, pues adelante con ello. Lo de «¿Donde va Vicente? Donde va la gente» siempre ha sido y será.

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