La huelga general convocada por los sindicatos mayoritarios y alternativos, al margen de estadísticas, ha sido un éxito en la comarca, en el País Valenciano y en el todo el estado español. CCOO y UGT han demostrado su capacidad de organizativa, su implantación en los centros de trabajo y su capacidad de movilización social. Hay que reconocer que sus afiliados han realizado un gran esfuerzo activista, teniendo en cuenta el poco tiempo que tenían para prepara la huelga. Este esfuerzo ha sido recompensado con un gran seguimiento del paro por sectores y en las históricas manifestaciones masivas que se realizaron aquí en Elda y en todo el territorio. La credibilidad y el apoyo social de estos sindicatos han vuelto a crecer al fortalecer su vertiente combativa.
Al mismo tiempo, centrales sindicales más modestas como la CGT, la Intersindical Valenciana, la COS o la CNT también han realizado un gran esfuerzo organizador y movilizador que ha obtenido sus frutos en sectores concretos. Estos sindicatos alternativos han ido ganando y ampliando militancia a los largo de estos últimos años, al ser críticos con las direcciones de CCOO y UGT empeñadas en su apuesta por el pacto social. En 35 años de pacto y consenso con la Patronal los trabajadores, especialmente mujeres y jóvenes, nos hemos dejado por el camino todos los derechos laborales y sociales que nuestros padres, madres y abuelos obtuvieron tras duras luchas contra el franquismo, en las que participaron de forma activa CCOO y UGT . Las direcciones de estos sindicatos deberían de tomar nota y realizar un ejercicio de autocrítica.
También cabe destacar que el movimiento 15M, en su modesta campaña de visualización de una huelga general laboral y ciudadana, ha demostrado que, en nuestra comarca, sigue teniendo un apoyo social importante. El objetivo era enriquecer y ampliar la movilización y la huelga más allá de la empresa. El gran bloque crítico encabezado por Toma la Plaza y la Asamblea de Estudiantes, en la manifestación de la mañana nos viene a señalar que hay que seguir tendiendo puentes entre el mundo del trabajo, cada vez más precario y desregulado, y sectores de la sociedad, como los jóvenes estudiantes y precarios, las personas paradas, los afectados por la hipotecas, los y la pensionistas, los autónomos, todos ellos, también afectados por la crisis y por las políticas neoliberales que nos están imponiendo para salir de ella. Tampoco debemos de olvidarnos del colectivo de enseñantes que desde principios de año han protagonizado una lucha sin cuartel contra los recortes y la privatización de la educación y que también estuvieron presentes en la gran manifestación comarcal. Ahora más que nunca se hace necesaria la unidad de las luchas, eso sí, siempre desde el reconocimiento de la pluralidad y diversidad de sus componentes y respetando y potenciando la autonomía de los mismos.
La ola de recortes sociales y laborales obedecen a una misma estrategia de los grandes empresarios, el FMI, el BCE y la Comisión Europea con el objetivo de abaratar los despidos y flexibilizar el mercado laboral, desmantelar el sistema público y así pagar, con nuestro dinero, la deuda publica. Deuda que gobiernos y políticos han provocado al hacer caso a las recomendaciones de la Unión europea y a las agencias financiera, detonantes a su vez de la crisis que nos azota. Necesitamos un gran pacto social, pero no con el gobierno, la patronal y la troika europea, que “quieren acabar con todo”, sino con la ciudadanía, con las y los trabajadores, con los diferentes actores políticos y sociales que se resisten a los recortes y a que nos impongan un modelo donde el mercado, y su democracia de postín, estén por encima de las personas.
Por este motivo y tras la ilusión y la confianza renovadas en la jornada del 29M, hemos de abandonar la falsa premisa del pacto y la negociación. Hemos de volcar todos nuestros esfuerzos en consolidar ese proceso de convergencia del que hacíamos referencia, seguir ampliando el apoyo social e iniciar otro ciclo de movilizaciones sociales con el objetivo concreto de tumbar la reforma laboral y el decreto-ley de recortes en el País Valenciano. Luego… ya veremos, pues esto sólo es el principio.
Acertadas reflexiones las que expones, Sergi puesto que ha quedado patente que el rechazo social a esta reforma laboral, ha sido importante.Entre los muchos retrocesos que contiene esta reforma que tanto gusta a empresarios y banqueros está que se antepone el capital, a las personas. Es por ello que hay que continuar trabajando para informar a la ciudadanía y para despertar más conciencias dormidas, que se atrevan a mostrar su indignación.