Muy cerca Alcoy, en dirección a Banyeres, se encuentra un lugar muy conocido, llamado “El Salt”. Se trata de un desnivel de terreno de cerca de un centenar de metros, completamente cortado a pico, por el que asoma el final de una torrentera y que solamente lleva agua cuando llueve. Pero he aquí lo curioso y espectacular de este accidente natural. Cuando lo hace en grandes cantidades, superior a sesenta litros por metro cuadrado, el agua que discurre por esta torrentera, se desborda saltando de forma espectacular por este cortado (de ahí su nombre), formando una preciosa y larga cascada de cola de caballo, hasta caer a un barranco, por donde discurre, mientras dura este acontecimiento.

Y lo llamo acontecimiento, porque verdaderamente lo es.

El que llueva la cantidad que necesita la torrentera para desbordarse, no es nada frecuente, por lo que este espectáculo no se produce habitualmente, ni en los tiempos mas crudos del invierno, que en esta zona lo son bastante.

Pero en esta ocasión, concretamente la noche del pasado miércoles veintitrés de noviembre, la tormenta que se desencadenó, arrojó lluvias del orden de ciento cuarenta litros por metro cuadrado, por lo que a la mañana siguiente, la caída del agua por El Salt, era espectacular.

Cerca de este lugar, se encuentra el Mesón La Font dels Patos, donde tengo dos buenos amigos, Jorge y Ramón, propietarios del mismo, y que conociendo mi afición por la fotografía, les faltó tiempo para avisarme esa misma mañana. Por razones de trabajo, no pude subir en ese momento, haciéndolo a la mañana siguiente, jueves, y aunque ya había disminuido el caudal de agua, el espectáculo seguía siendo precioso, por lo que disfruté con las fotografías que pude conseguir.

Nos intercambiamos las fotos que hicimos, y he preparado este trabajo para dar a conocer este acontecimiento, a través de nuestra página, dada la dificultad de presenciar físicamente este bello espectáculo, para deleite y disfrute de quien no lo conozca, pues si no continua lloviendo, aunque sea en menos cantidad, este fenómeno sólo dura unas cuarenta y ocho horas.