“La sombra del ciprés es alargada” es el título de una bonita novela. ¿Qué pasa con la sombra de LUVI? No puede desaparecer, como quisieran. El tiempo vuelve a colocar a cada cosa en su sitio y la sombra de LUVI se alarga.
La tiraron porque estaba en ruinas y todavía permanece la mitad de una nave lateral. Hace ya 21 años y aún no se ha caído, ni presenta ruina. Aquel sólido y bello edificio, como muestran las fotografías de primeros del siglo pasado, que fue digno de asombro por todos los que lo conocieron, y a la vez funcional y emblemático de la industria zapatera, que empezaba entonces en Petrel, se arrasó aquel día negro de Septiembre de 2000 al anochecer.
Yo fui a verlo. Me parecía imposible que se hubieran atrevido a tanto, pero era verdad. En aquel momento de pena y de rabia, pensé subirme a la pala y encadenarme en ella. Pensé despertar a todo el pueblo con la sirena de mi coche y un altavoz. Al Alcalde que dio la orden de derribarlo con nocturnidad y alevosía, a Petrel entero, para que vieran que estaba desapareciendo algo muy importante para la historia de Petrel.
¿Por qué se intenta conservar los recuerdos de hechos malos? ¿Por qué destruimos el legado y el recuerdo de lo que hicimos bueno para todos?
A estas alturas de mi vida, aún no he logrado entenderlo.
Pensé muchas cosas aquella noche. Estaba airada y triste. No sabía por dónde empezar. Dios como siempre está cerca y sabe como ayudarnos, puso el teléfono en mis manos y dijo “¡llama!”, y yo llamé.
Llamé a un buen amigo nuestro. Él me dijo: “Hortensia, vete a casa y si no puedes hacer otra cosa, reza, Dios te ayudará. No se puede hacer nada”. Comprendí que eran las mismas palabras que me hubiera dicho él, en esos momentos. Acepté la realidad y le hice caso. Desaparecí.
Pero desde entonces, siento algo en mi corazón, como si hubiera fallado a todos, a él , a los obreros de LUVI, que fueron excepcionales en esos malos momentos, al pueblo entero, porque todos perdíamos una joya irrecuperable de valor incalculable, para el alma y la vida de Petrel ,como así ha sido.
Por eso no cejaré en mi empeño, de que en el espacio LUVI se haga un Parque, con jardines y fuentes que despidan frescura y acojan a todo el pueblo. Y se conserve como prueba de nuestros errores, ese pequeño trozo de LUVI, que aún no ha desaparecido.
Solares para construir casas hay muchísimos. ¿Por qué en ese sitio precisamente, casas con muchas alturas que desentonan en el conjunto? ¿No se dan cuenta que es un pegote impresentable ? Y los vecinos que no se quieren ir, ¿no cuenta su negativa a marcharse?
Por favor, piensen detenidamente lo que deben hacer en bien de todos. Aunque poderoso caballero es don dinero, quiero creer que, en esta ocasión, no sea así.