Un año más, la magia y la ilusión de los Reyes Magos volvió a inundar las calles de Petrer en la tarde del pasado miércoles. Sus Majestades y su séquito, en el que participaron hasta 250 vecinos, partieron del Colegio Rambla del Molins a las seis y media de la mañana. El circo, tanto con referencias clásicas como con otras más modernas (tipo Circo del Sol), fue la temática que precedió a las carrozas y los pastorcillos. No faltó de nada en la comitiva: desde el “hombre más alto del mundo” hasta los “payasos de la tele”, desde bailadoras de gimnasia rítmica hasta espectáculos de fuego, todo ello acompañado por la música de las tres collas de moros y las dos sociedades musicales de la localidad. El pueblo respondió echándose a la calle y abarrotando todo el recorrido, en una expectación creciente conforme se acercaba el desfile, iluminando la noche con multitud de fallas rodando, como es tradición.
El desfile duró cerca de tres horas, y se hicieron dos paradas: una en la iglesia de la Santa Cruz, con la realización de la Adoración, y otra al final del recorrido, en la Plaça de Baix, donde los Reyes dedicaron unas palabras a los más pequeños y después se quedaron a atender a todos los niños que quisieron verlos de cerca. “Para mí, ha sido un desfile histórico”, sostenía Reme Amat, concejala de Fiestas, recién acabada la cabalgata, “tanto por la participación del pueblo como por el esfuerzo de tantos vecinos que han participado, todos ellos manteniendo en secreto el espectáculo que han dado hoy y ensayando durante dos meses”. El alcalde, Pascual Díaz, se mostraba igual de satisfecho: “a ver qué se nos ocurre el año que viene para superar esto. Para mí lo más importante es comprobar lo bien que se lo han pasado los niños, con referencias que manejan, como el circo, y que les agradan. Lo hacemos pensando en ellos”.