El mercadillo navideño estuvo unos días instalado en la Plaça de Baix de la localidad, con más de 20 casetas, en una experiencia pionera en la localidad. Todo relacionado con estas fechas, pudo encontrarse gastronomía (turrones, peladillas, etc.), ropa (bufandas, gorros, etc.) y adornos y regalos navideños (sortijas, colgantes, panderetas, etc.). No obstante, la afluencia de gente fue muy menor, y muchos vecinos señalaron que ha sido como el Mercado Medieval (instalado en la misma zona), pero con «mucha menos vistosidad, variedad y recursos». ¿Volveremos a ver el año que viene esta iniciativa de la concejalía de Fiestas?