A falta de pocos días para que se inaugure el puente que unirá el Barrio de San Jerónimo con la zona del centro comercia Bassa el Moro, el alcalde junto con el concejal de urbanismo y el director de la obra Manuel Cerdá han estado presentes esta mañana en una prueba de carga, un requisito imprescindible para que se pueda dar por concluida la obra y que esta dentro de las medidas de seguridad necesaria en este tipo de obras, cuya vida media está en torno a los 75 años.
El primer edil ha señalado que a partir del 10 de abril estará todo completamente finalizado, y se realizará una inauguración oficial para que el vial pueda abrirse al público y al tráfico rodado. Cabe recordar que este puente es una de las obras del Plan E con un presupuesto cercano a los 1,8 millones de euros y qué contempla carriles de doble dirección, dos rotondas de acceso y salida, así como espacio para los peatones.
Manuel Cerdán ha explicado el proceso. Para comprobar la deformación que se produce en las vigas con el peso que a diario va a sorportar, se colocan varias “bañeras” ( en este caso tres camiones de gran tonelaje) en direcciones opuestas, primero en un extremo del puente y luego en otro. La deformación máxima que puede producirse en la viga que soporta el peso es de 9 milímetros. “En este caso estamos en seis y medio, un valor perfecto” señala el Cerdán