Petrerense 2 – 3 Algorfa
El Petrerense perdió un partido vital, que lo deja a cuatro puntos del descenso, y ahora se la jugará en los siete partidos que quedan para conseguir la salvación. El partido ante el Algorfa fue como la temporada, plagado de errores y de mala fortuna.
Las cosas no pintaban mal al principio, con el Petrerense enchufado en ataque y muy serio en defensa. Realizaba un juego de control, con toques rápidos y entradas por bandas, tal y como ha demostrado este equipo que puede jugar cuando a lo largo de la irregular temporada lo hemos visto con su cara positiva. Pero no definió, y tras fallar varias ocasiones claras, el Algorfa aprovechó la media que tuvo, con un gol que rebotó en dos jugadores antes de colarse inofensivamente en la portería de Mora.
El equipo se atolondró a partir de entonces; quizá si su posición en la tabla fuera otra tendría la pausa que necesita en momentos como estos, donde la ventaja del rival es algo totalmente casual conforme al desarrollo del partido. No obstante, el toque de corneta le salió bien en la primera parte, y antes de acabarla, igualó Marco tras resolver un mano a mano. Los efectos que tuvo en la segunda parte esa aceleración del juego por parte del Petrerense son otra historia, porque el equipo perdió el control del partido y el juego se tornó más en un correcalles, que rápidamente aprovechó la escuadra visitante para tomar la espalda de los laterales. En uno de los centros por la banda llegó el 1-2, y ahora sí, ya no quedaba otra que buscar la remontada.
La remontada se pondría muy difícil poco después, cuando, en el típico error defensivo que este año hemos visto al equipo -su pasividad a la hora de marcar su territorio en el área-, un balón suelto fue aprovechado por el delantero rival para poner más distancia en el marcador. La buena noticia fue que nadie bajó los brazos, y eso debiera quedar en la memoria para los futuros partidos; la mala, que el gol de Pecho en el minuto 80 sólo sirvió para fortalecer la esperanza de una victoria que nunca llegó y que deja muy tocado al equipo.
Debido a las Fallas, la competición para este fin de semana. Será así, pues, el último fin de semana del mes el que contemple el duelo entre el Petrerense y el Saladar, otro equipo que también se la juega en estas siete jornadas que quedan para el final, y tiempo tiene el entrenador Campello para recuperar física y mentalmente a sus jugadores para empezar a encadenar victorias que alejen el cercano drama del descenso.