PETRERENSE 0 – 3 ATLÉTICO CATRAL
En un claro partido para puntuar, frente al entonces penúltimo y jugando en casa, el Petrerense rápidamente se vio superado por las circunstancias, en una concatenación de errores y decisiones arbitrales que dejaron liquidado el partido en el minuto 20 de la primera parte.
Todo comenzó en el minuto cinco, cuando un centro desde la banda del Atlético Catral, que iba fuera, trató de blocarlo Mina, con la mala fortuna de que no acertó en la maniobra y la pelota acabó entrando mansamente en la portería. Si bien el temprano tanto no varió los esquemas de uno y otro equipo, el Petrerense subió revoluciones y acudió bravo al choque y al juego físico, tratando de remontar por empuje. Así estaban las cosas cuando al cuarto de hora, en una jugada muy confusa (que se lo digan al árbitro), y estando un jugador del equipo local tendido, se produjo una discusión verbal entre jugadores del Petrerense y del Catral, recriminando los primeros a los segundos que no echaran el balón fuera y continuaran la jugada encontrándose un jugador rabiando de dolor en el césped. La recriminación debió entenderla el árbitro como una agresión verbal y, en el barullo, echó a Moreno, quizá el único que no había dicho nada.
La injusta expulsión, roja directa, desquició a los jugadores locales y uno de los que tienen el carácter más fuerte, Tito, se autoexpulsó cinco minutos después, soltando una fuerte patada a un jugador rival que ya estaba en el suelo. Antonio Campello, entrenador del equipo, no tiene queja de esa expulsión, «totalmente merecida, pero estoy seguro, aunque no disculpo a Tito, que no se habría producido de no producirse antes la primera e injustificable roja, a un jugador que no había hecho nada». Con el marcador en contra y con nueve jugadores desde el minuto veinte, el Petrerense ya poco pudo hacer excepto vaciarse en el campo y resistir en su empeño de competir y remontar.
No anduvo lejos, no crean, con dos ocasiones clarísimas y diríamos que con el control del partido durante la segunda parte, avivado en el minuto 75 con la expulsión por doble amarilla de un jugador rival. Sin embargo, y a pesar de los cambios, la fatiga pasó factura y en el minuto 80, una rápida contra del Catral puso el 0-2 en el marcador. El 0-3 llegó ya en tiempo de descuento, en un remate de cabeza inapelable al saque de un córner.
Los jugadores locales se fueron descontentos, después de encajar una goleada en tan extrañas circunstancias, y el árbitro salió abucheado por los seguidores -además de las dos rojas, expulsó también al entrenador Campello y mostró otras 10 amarillas al equipo- y escoltado por la policía nacional, avisados en el medio tiempo por el cariz que estaban tomando las cosas, aunque finalmente la cosa no fue a mayores.
La semana que viene el Petrerense juega en Almoradí, con la intención de pasar rápidamente página de este nefasto encuentro y reengancharse al buen camino que había mostrado en los últimos tiempos, con tres victorias consecutivas hasta esta jornada.