La Asociación Amigos de la Astronomía de Elda convocó ayer a sus amigos y simpatizantes a la observación de la lluvia de estrellas de las Perseidas, conocidas popularmente como las lágrimas de San Lorenzo, desde el paraje de las Cañadas, en los alrededores de la Ermita.
«Lo primero que tenemos que destacar en la gran participación, con una asistencia de 110 personas contabilizadas y una estimación de unas 30 personas más en las proximidades, con lo cual podemos considerar la actividad como una de las más numerosas de las Noches de Estrellas que hemos realizado durante los 10 años de la Asociación», cuenta su presidente, Juan Manuel Marco. «Nos acompañaron, incluso, 3 amigos asturianos que se encuentran de vacaciones en Torrevieja y una joven amiga de Elche que contactaron con la Asociación para asistir a la observación».
«Era muy emocionante el contemplar las estrellas fugaces que lentamente como si se tratase de un cuentagotas», prosigue Marco; «íbamos observando en el cielo, provocando los gritos de alegría y satisfacción de los asistentes, entre los que se encontraban un importante números de niños que acudían acompañados de sus padres y que en un futuro se pueden convertir en destacados astrofísicos o por lo menos en aficionados a la Astronomía».
La observación comenzó a las 22 horas, «y cuando llegamos ya habían numerosos amigos instalados, habían sido los más madrugadores, muchos se encontraban cenando y otros preparados para la observación de las fugaces, en cómodas tumbonas, sillas o en el mismo suelo. Tenemos que decir que no pudimos observar la cantidad esperada de 2 estrellas por minuto, ni a las tres de la madrugada que ya se encontraba la constelación de Perseo visible. Hacemos una estimación de 6 a 8 estrellas fugaces a la hora, suficientes para disfrutar con su observación».
Otra actividad desarrollada fue la localización de las principales Constelaciones con el puntero láser, así como la Vía láctea que cubría sus cabezas. En un telescopio de 125 mm., f/10, se pudo observar Saturno y con unos grandes prismáticos de 80×20 y se pudo observar la galaxia de Andrómeda y el doble cúmulo de Perseo.
En una noche despejada la mayor parte del tiempo y una temperatura muy agradable, «por parte de la Asociación nos acompañaron Sofía, Luis Enrique y José Ángel que colaboraron en la organización. Nos despedimos con una sensación muy agradable y que nos estimula a continuar con nuestra labor de divulgación de los secretos del Universo y disfrutar con su observación».