La
CARNE
del
CUERPO
de los
sueños
torturándome
en el
SILENCIO.
La
distancia
y la falta
de lactancia
de los níveos
PECHOS
soviéticos
que me amamantan
en MADRUGADAS
donde
la oscuridad
es
un CUERVO
que se posa
en mis sienes
de fogueo
mientras
marchitan
mis labios
como dos
GOLONDRINAS
en el invierno
de mi interior.
Sé
que
los «hombres»
no pueden
AMAR
por las insuficiencias
de la propia
REALIDAD,
pero
YO
estoy
luchando
contra mi
EGO
por un
PRESENTE
en CALMA,
preparándome
para,
cuando
llegue
de nuevo
el PASADO,
poder
ganarle
la partida
a la MUERTE.
A la amante
que es la
NADA
enamorada
que besa
como la brea
de la mar
de mi Altea
la nuca
descarriada
del POEMA
que no cesa
NUNCA.
La espero
sumergido
en un bosque
de cadáveres
y ELLA
nunca
llega,
pero la espero
hasta
que llegue
el día
que mengüe
el astro
del infierno
y LUNAS
llenas
de polvo
y laudes
suenen
a las cuatro
de la tarde
y a Dios
no le alcance
la vista
para ver
cómo
la pasión
del poeta
y la guerrera
iluminan
la HUMANIDAD
Sólo así
valdrá
la PENA
seguir
viviendo.