Stuart Weitzman, diseñador y empresario del calzado distinguido como Hijo predilecto de Elda, protagonizó una charla-coloquio, organizada por el Rotary Club y realizada en la Quinta Lacy, a la que acudieron políticos, empresarios y otras personalidades de la comarca. Ante el más de centenar de personas reunidas, Weitzman quiso lanzar un mensaje de optimismo en estos tiempos difíciles, ofreciendo algunas recetas para superar la crisis del calzado. Animó a los empresarios a crear marcas y ofrecer calidad como distintivo para hacerse con un prestigio internacional, apostando por países que “puedan soportar la calidad y el precio de nuestro calzado”.
El diseñador afincado en Elda desde hace más de 30 años desgranó algunas ideas claves de la metodología que le han llevado a ser uno de los empresarios con más nombre en el mundo del calzado. “Aquí sí que se puede producir un producto distinto, mejor y más rápido”, comentó el Stuart Weitzman, quien insistió, en esta línea, en que lo esencial es la marca e invertir en las empresas para lograr hacerse con un hueco.
El mercado del calzado de la comarca se ha visto afectado por la crisis y por aquellos países que producen más y con precios más baratos. Ante esta situación, Stuart reincidió en la “calidad” como característica definitoria, pues “no es comparable a la de los países que tratan a sus trabajadores como esclavos y que hacen un producto muy alejado de nuestros estándares. Consecuentemente, nuestro precio es superior, por lo que hemos de buscar esos mercados específicos a nuestro producto”.
El aclamado empresario sentenció la charla dejando el futuro del calzado en “nuestras manos, de los trabajadores y en la de los políticos”. Un mensaje de esperanza que da a los dueños del calzado algunas pistas de cómo salir del bache en el que se encuentran.