La primera quincena del mes de agosto ha sido agitada para el voluntariado medioambiental que lleva a cabo actividades de vigilancia y protección en los parajes de Ferrusa y Caprala. El segundo grupo de voluntarios participantes en esta iniciativa promovida desde la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Petrer, ha tenido que lidiar con los bruscos cambios meteorológicos que han tenido lugar estos días y los fenómenos consecuencia de ellos. “Pasamos mucho calor el martes; luego hubo un preludio de una tormenta eléctrica que, al parecer, provocó un conato en Calafate, y nos dio un buen susto al caer un rayo muy próximo a Ferrusa” cuenta Juan Antonio Más Román, uno de los voluntarios.
Por otro lado, en la tarea de observación, los voluntarios han podido apreciar como el mal que ha atacado al pino de la Casa de la Foia Falsa, también afecta ya a pinos de El Cid y de Ferrusa. En concreto, según informa Juan Antonio, al árbol monumental y al pino que hay en la zona donde estaba la antigua casa del paraje. Esta afección podría tener efectos similares a la grafiosis del olmo (una enfermedad, provocada por un hongo, que ya se ha cobrado importantes olmedas en la comarca).
Este grupo de voluntarios es coordinado por la empresa Planeta Caracol, que forma parte junto a Cruz Roja y el Centro Excursionista al grupo de colectivos que colaboran con la Concejalia de Medio ambiente para poder llevar a cabo esta iniciativa que se viene desarrollando en los montes de Petrer desde hace 12 veranos.