Siempre es un lujo acercarse al Rancho Grande y poder recoger testimonios de primera mano como el que puede ofrecer José Amat, «Guiña», uno de los últimos pastores del interior de Alicante. Hoy ya jubilado, hacemos con él un repaso por el álbum familiar, recordando una vida rural que prácticamente ha desaparecido en una generación en España.