El frío era más intenso en aquella época, en la que «había charcos sobre los que se podía pasar andando» y en la que «el hielo se desprendía de las canaleras», lo que implicaba varios días de tuberías y abrevaderos congelados, entonces, tocaba recurrir al agua de aljibes (la mayoría de los cuales se encuentra hoy en avanzado estado de abandono). También era habitual ver salir la rambla: «todos los veranos, en cada nuvolà, salía la rambla», pero además «todo florecía».Y aquí es preciso detenerse.
En efecto, la puesta en flor de las hierbas y arbustos ha sido un excelente indicador de las condiciones del clima a lo largo de la historia. Así por ejemplo, cuando los almendros florecían significaba que el invierno había terminado. Además florecían otras muchas plantas que ahora ya no lo hacen, al menos cuando les toca, como ocurre con el romero. Peor suerte ha corrido otras especies que en Petrer ya han desaparecido, o están en vías de hacerlo. Es el caso del espliego[i] («antes podías hasta segarlo, y ahora tienes que buscar mucho para encontrarlo» dice Josele), o de la hierba del diablo[ii], que era una planta de uso medicinal ya pretérita. El poleo menta «hace mucho tiempo que no encuentro, más de veinte años, y antes podía llenar capazos» afirma Josele. El tomillo real es ahora muy escaso, así como la doradilla.
[i] Descripción y fotografía en http://herbarivirtual.uib.es/cat-med/especie/5406.html
[ii] Descripción y fotografía en http://herbarivirtual.uib.es/cat-med/especie/4389.html