NOTA: Artículo extraído de la revista Moros y Cristianos 2012
La comisión encargada de confeccionar la revista de fiestas me invita a que comente la fiesta de hace cincuenta años. Acepto la invitación y al tiempo pido disculpas a aquellos que esperen encontrar en su lectura datos significativos de interés didáctico, pues mi relato es simplemente el de un festero de a pie.
Para situarnos y a modo de introducción, daremos algunas noticias en forma de titulares de lo que comentaba la prensa nacional y ocurría en nuestro pueblo en el año 1962.
En enero debuta, en el Teatro Liceo de Barcelona, Montserrat Caballé. El tenista Manolo Santana es elegido mejor deportista español del año 1961. En febrero el B.O.E. publica un decreto para la equiparación de los derechos laborales de mujeres y hombres. El 14 de mayo (San Bonifacio) se casan en Atenas, por el rito ortodoxo, Juan Carlos Príncipe de España con la Princesa Sofía de Grecia. El Real Madrid se proclama Campeón de Liga. Joan Fuster publica Nosaltres els valencians. Miembros de Acción Católica se solidarizan con mineros asturianos en huelga. En julio Brasil se proclama Campeón del Mundo de Fútbol. En agosto se suicida la popular actriz Marylin Monroe. En septiembre la comarca barcelonesa del Vallés sufre graves inundaciones. En octubre el papa Juan XXIII inaugura el Concilio Ecuménico Vaticano II.
A nivel local, en febrero se regula la edad de jubilación de funcionarios municipales. Se da nombre a dos calles: Pétrola a una travesía del Camino de Novelda (Bassa Perico) y Asturias en el barrio de la Cruz (Frontera). Se informa de las instalaciones del nuevo alumbrado en el núcleo central urbano, de trabajos en la mina del Pantano con el fin de lograr un mayor caudal de agua y de las obras para su conducción hasta la mina de Pusa, por un importe total de 500.000 pesetas. En marzo se notifica al Ayuntamiento, por la Jefatura de Obras Públicas, del nuevo trazado de la carretera nacional a su paso por el término municipal de Petrel. Se aprueba un escrito de la Junta Central de Fiestas para modificar el itinerario de la entrada del día 13 de mayo. En mayo se da cuenta del patrimonio municipal del año 1961 con un total de 1.855.046,94 pesetas con un superávit respecto al año anterior de 507.522,67 pesetas. En agosto se da cuenta de la jubilación del guardia municipal José Leal Leal, el Tío Pepe el de la Espardeñera, y del vigilante nocturno Bartolomé Bernabeu Poveda. El rápido progreso industrial y demográfico que se aprecia en nuestro pueblo hace que los gastos del Ayuntamiento sean cada vez mayores, es por ello que se acuerda para el año 1963 el cobro de ciertas tasas para poder equilibrar el presupuesto. Se aprueba también el presupuesto para las próximas fiestas de la Virgen del Remedio por un importe de 60.000 pesetas. Se propone la creación de la Biblioteca Pública Municipal en la planta baja de un edificio propiedad del Ayuntamiento en la plaza del Generalísimo (de Baix). En septiembre se aprueba la suspensión cautelar de los festejos «Danses al estil del país» (Carasses de octubre) porque se considera que han perdido el carácter local y familiar que desde siempre han tenido debido a la masiva llegada de habitantes de otros lugares y hacerse por ello más difícil el control gubernativo con aquellos venidos que pudieran tomar parte en las citadas «Carasses».
LA JUVENTUD LOCAL DEL AÑO 1962
Por aquel entonces la juventud local comenzaba a tener una actitud más comprometida en temas sociales, culturales y en todo lo que tenía que ver con la situación que vivía nuestra sociedad en aquellos años. Comenzaban a fluir grupos o colectivos con inquietudes para cambiar un Petrer más volcado en el trabajo y la rutina que en canalizar esas inquietudes.
De entre estos grupos comentaremos uno que se denominaba Círculo Juvenil Villa, un grupo de pensamientos diversos pero con talante dialogante para abordar cualquier tipo de comentario. Curiosamente este grupo realizaba sus reuniones semanales y las charlas que ofrecían algunas personas de prestigio local, entre ellas Paco Mollá, Enrique Amat, Hipólito Navarro, el eldense don Juan Madrona, etc. en la sede local del Frente de Juventudes, donde hoy está situado el bar Explanada.
Este colectivo, entre sus actividades, también se atrevió a editar el periódico mensual Villa, con noticias locales y comentarios diversos de la actualidad y que ellos mismos se encargaban de distribuir entre sus amigos y conocidos.
También la fiesta era importante para ellos y algunos colaboraban, y aún hoy continúan haciéndolo con algún trabajo para la revista de fiestas. El pregón, que pronto cumplirá su cincuentenario, se gestó y se hizo realidad por la voluntad de sus componentes y el apoyo decidido de nuestro recordado Hipólito Navarro.
En ese año 1962, entre otros artículos, en el mensual Villa aparecen unos versos dedicados a una abanderada y porque los consideramos correctos los reproducimos y dedicamos a todas las que habéis tenido esa oportunidad: ¿Quién es esa flor de mayo, de belleza sin igual, / que pregona primavera por donde quiera que va / con ese porte altanero de sublime majestad? / ¿Será una princesa mora de los cuentos de Bagdad? / ¿Tal vez esclava cristiana? Yo no sé lo que será, / lo cierto es que mi alma con ella quiere volar.
Eres de azucenas ramo, de miel eres un panal / y tus ojos dos luceros de radiante claridad / como cristalinas aguas del más puro manantial. / Eres prosa, eres poesía, eres coro celestial, / quien ser poeta quisiera para poder ensalzar / esa belleza infinita que tienes en tu mirar.
¿Quién es ése que me halaga? ¿Quién es?, te preguntarás, / tan sólo soy un festero que te admira, de verdad.
EL PROGRAMA DE FIESTAS
Ese año el programa de fiestas llevaba en su portada un dibujo con dos lanzas que hacían representar una alegoría mora y cristiana con un fondo del escudo de Petrel y la ins-cripción: «Petrel. Moros y Cristianos. Mayo 1962».El cartel anunciador era el dibujo de una peonza girando con el escudo de Petrer en su remate y rodeándola un estandarte con los símbolos moro y cristiano, la media luna y la cruz.
Las fotos de los cargos festeros diseminadas, sin ninguna referencia, entre los artículos o poesías de colaboradores locales, de la peña literaria «El dado verde» de Novelda y los procedentes de otros lugares.
Repasando su lectura nos quedamos con lo que escribía H. Navarro, presidente de la Junta Central de Fiestas, insistiendo en un reglamento para el mejor funcionamiento de la fiesta y celebrando que se haya inaugurado la nueva sede social (se refiere a la que estaba situada en la calle Fernando Bernabé en un local propiedad de Luis Amat, el Majo, un flamenco de convicciones festeras).
También en el artículo que firmaba E. Amat, «¿Es la mejor?», donde el autor ya insistía en que la fiesta había que mirarla menos y «verla mejor».
Juan J. Navarro hace una glosa de la figura del embajador, privándose de momentos de jolgorio en la fiesta y «recluido en su habitación, ensayando gestos y tonos de voz que requieren el momento de la Embajada».
Ximeno, en su poesía «Abanderadas» escribe: «… mientras aguarda Petrel / siete mocitas juncales / albas rosas virginales / nacidas en su vergel».
G. G. R. escribía sobre las «Carasses en octubre» en una exposición detallada de su origen. Qué casualidad que ese año, por motivos que relatamos al principio, fueran suspendidas cautelarmente.
Rafael Antolín escribe un emotivo «Donde quiera que estés», dedicado al soldado petrelense, participante o no en la fiesta, al que el servicio militar le impide estar esos días en nuestro pueblo.
Dando un repaso a los anuncios nos podemos dar una idea del Petrer de entonces en su actividad comercial. Ciertamente la industria y el comercio local es generoso con la fiesta. Cada entidad hacía y hace su anuncio colaborador con arreglo a sus posibilidades. Es por ello que no queremos hacer distinciones, solamente apuntamos algunos para que nos puedan ayudar a tener un conocimiento de la evolución de nuestra actividad local.
Por aquel entonces los anuncios más relevantes correspondían, entre otros, a las empresas de calzados Luvi, García y Navarro y Lito, a las cerámicas Millá y Ribelles, al grupo de Cines Aguado, a los Establecimientos Doménech y Club del Reloj de Elda con sus representantes en Petrer, a las varias representaciones de Hipólito Navarro y a la Cooperativa Agrícola y Caja Rural de Ahorros y Préstamos de Petrel.
EL DÍA DE LAS BANDERAS
La llegada del Día de las Banderas era esperado por los festeros con gran impaciencia. Tenía su lógica. Esta relación y disfrute que hoy se tiene durante el año para reunirse en los cuartelillos y festejar cualquier acontecimiento, aunque por aquellos años ya comenzaban su aparición y el contacto entre festeros era más popular, en general se tenían menos ocasiones para hablar de fiesta que las que hoy tenemos y éstas eran en reuniones que périódicamente hacían las comparsas para informar de cualquier situación o noticia festera.
Al final de esas reuniones, sobre todo las más cercanas ala fiesta, se solía hacer por parte de la comparsa alguna invitación con la sencillez de la época: frutos secos, vino, «canario», coca al forn y poco más. En esas invitaciones se comentaban aspectos de la fiesta y, con más o menos vehemencia, lo tratado.
Este Día de Banderas comenzaba a tomar fuerza unos días antes, concretamente en Semana Santa. Casi todas las comparsas celebraban reuniones para tratar temas relacionados con este día: pólvora, itinerarios, horarios, advertencias de la Junta Central, etc., y días más tarde, todo aquel que iba a participar en el tiro se dirigía a la tienda de Julia la Manca, donde estaba la pólvora almacenada y, junto a quesos, tiras de bacalao, jamones y otras viandas, Pedro, su marido, te atendía muy atentamente como si fueses a comprar cualquier comestible.
La tarde del sábado, víspera de Banderas, se empleaba para encartuchar la pólvora en casa de cualquier tirador y a su término algo se festejaba entre el grupo que había estado realizando esta labor.
La mañana de Banderas ya se empezaba a celebrar por los bares y algún local habilitado, principio de lo que hoy son los cuartelillos, y a las cinco de la tarde, José Román García, en calidad de alcalde de fiestas, daba el inicio a las comparsas para realizar este acto.