Nota: Artículo publicado originalmente en la revista Petrer Mensual número 23, noviembre de 2002
El 10 de enero de 1976 -hace 37 años- concluyó el más importante encierro de trabajadores de las poblaciones de Elda y Petrer en un templo parroquial. La iglesia de San Francisco de Sales de la vecina población fue el lugar escogido por los obreros para mostrar su solidaridad con un compañero despedido de una importante fábrica de calzado. Su párroco Francisco Coello, tildado de «rojo» por la policía y los involucionistas, el líder sindical José Leal Amat y los representantes de los partidos políticos en la clandestinidad, Vicente Maestre Navarro (MC), Bonifacio Navarro Poveda (PCE) y José Antonio Bernabé Pérez (Junta Democrática) fueron los auténticos protagonistas de muchas actas e informes policiales. Uno de ellos ha llegado a nuestras manos. Se refiere al final del encierro y a la posterior manifestación. Iba destinado al Gobernador Civil de la Provincia y firmado por el Comisario Jefe del Cuerpo General de Policía.
«Se participa que a las 20 horas del día 10, se ignora si por presiones de las jerarquías eclesiásticas, los encerrados en el templo de San Francisco de Sales de esta ciudad ya tenían previsto abandonarlo tras una misa que se celebraría a tal hora a cargo del sacerdote D. Francisco Coello Cabrera, quien conjuntamente con los demás sacerdotes de la ciudad habían estudiado una homilía común para todas las misas e iglesias, referida a huelgas y reclamaciones laborales en sentido justo y moderado». Tras un breve preámbulo así comenzaba el informe «R.S. 141» elaborado por la Brigada de Investigación Social y venía a ser una continuación de una nota informativa anterior y los «telefonemas n° 20, 21 y 22» que coinciden con los días que duró el encierro.
Eran jornadas de una agitada e intensa vida sindical y política en nuestra comarca. Todavía no hacía dos meses que el dictador Franco había muerto y la lucha por las libertades era una constante en muchos sectores sociales. Petrer y Elda se habían caracterizado por su amplio y activo movimiento social. Sus líderes políticos y sindicales lo eran para ambas poblaciones y de ahí que no se hicieran distinciones a que población pertenecían. La policía, por tanto, tampoco lo hacía. El despido de Antonio Gracia Poveda de la empresa Gómez Rivas -una de las más importantes de Elda despertó un movimiento de solidaridad inusitado que desembocó en el encierro de numerosos obreros en la parroquia de San Francisco de Sales, «la parroquia roja de la comarca», a cuyo frente estaba el Padre Coello, sacerdote progresista que siempre contó con la simpatía de la izquierda y de manera especial de los agnósticos comunistas. De ahí que se eligiera precisamente ese templo.
El informe reconoce que «la iglesia se ve abarrotada de público durante el acto religioso y a las 20’45 se organiza una manifestación con la mayor parte de los asistentes, unos 500 o 600 (obviamente eran muchos más), dirigiéndose por las calles México, avenida de las Acacias, Reina Victoria y General Valera hasta la puerta de la fábrica de Gomez- Rivas, S.A. donde deciden disolverse , no sin antes nombrar una comisión representativa que fuese al Ayuntamiento a dialogar con el Alcalde. Uno de los manifestantes sugirió que toda la manifestación se dirigiese al Ayuntamiento como ocurrió». El escrito reconoce que durante el recorrido se agregaron más personas y que «durante el trayecto no cesaron de gritar «ANTONIO, ANTONIO, READMISIÓN». «EL PUEBLO UNIDO JAMAS SERÁ VENCIDO», «FUERA EL ARTÍCULO 103», «LIBERTAD», etc. etc.».
El famoso artículo 103 fue el que permitió el despido de Antonio Gracia. Muchos empresarios se ampararon en él para deshacerse de los trabajadores más reivindicativos. El mencionado artículo fue eliminado del estatuto de los trabajadores un año después.
El citado informe policial es amplio -un folio y medio- y no escatima detalles sobre el itinerario seguido por la manifestación que desembocó en la plaza donde está situado el edificio consistorial. «Una vez en la puerta del Ayuntamiento, José Leal Amat, líder destacado de la manifestación, pidió silencio y requirió a tres compañeros de los recluidos en el templo para entrevistarse con el Alcalde y exponer su peticiones. La comisión representativa (José Leal Amat, Bonifacio Navarro Poveda, Vicente Maestre Navarro y otro no identificado) verbalmente solicitaron de dicha autoridad se hiciera justicia con Antonio Gracia Poveda y se revocara el Art. 103 de la Legislación Laboral vigente, petición que recogió dicha autoridad prometiéndoles elevarla a la Superioridad». Se da la circunstancia de que al menos tres de los cuatro interlocutores que se entrevistaron con el Alcalde eldense eran de Petrer y como veremos más adelante para los mandos policiales el encierro y posterior manifestación había sido organizado por cinco personas. Casualmente todos ellos eran vecinos de nuestra población.
El documento también aclara por qué una manifestación anterior fue menos numerosa de la que nos ocupa: «Es obvio señalar que el menor número de miembros en la manifestación del día 8 se debió a la coincidencia con la conferencia en Alicante de Tierno Galván, a la que asistieron bastantes elementos de Elda- Petrel».
En las amplias conclusiones finales el Comisario Jefe explica al gobernador la situación creada. Dice que a diferencia de otras manifestaciones que se han celebrado en la provincia en las que se pedía AMNISTIA Y LIBERTAD, ésta tenía un matiz claramente político: «utilizando el despido en junio de 1975 de Antonio Gracia Poveda como móvil de atracción de los manifestantes que, sin ser políticos en su mayor parte, se han solidarizado fuertemente con el despedido máxime cuando la campaña desatada por las organizaciones subversivas han creado en la persona de Antonio un «mártir», víctima del capitalismo».
El escrito concluye de manera pesimista y teme que el desorden vaya a más debido a la gran industrialización de la zona y el éxito de apoyo obtenido por la población obrera. Destaca a los cabecillas y asegura que todo el conflicto ha sido promovido por los grupos comunistas: «Los destacados en la manifestación José Leal Amat, representante de CC.OO, Bonifacio Navarro Poveda y su esposa por el P.G.E., José Antonio Bernabé Pérez por Junta Democrática y Vicente Maestre Navarro por M. G.E. son sin duda los organizadores encubiertos ante los manifestantes como demócratas, que cumpliendo las consignas de sus organizaciones han polarizado una situación que sin importancia alguna le han dado tal relevancia que será difícil resolverla…»
A través de los años el encierro en el templo de San Francisco de Sales en la vecina población constituyó todo un hito, un punto de referencia para las jornadas que se avecinaban en busca de una transición pacífica de la dictadura a la democracia.
Muy interesante el reportaje, esos tiempos eran difíciles,…., tal vez como ahora
Estoy poco más de un año viviendo e involucrándome en la vida social de Elda, y por lo que veo la parroquia de San Francisco de Sales sigue trabajando hombro con hombro con el vecindario e implicándose en los problemas sociales como antaño, dejando a una lado las obras benéficas y de limosnas que es tema de otro tipo de iglesia más alejada de la realidad social de base.
Espero que San francisco de Sales siga «guerrilleando» por los derechos de las personas.
En mi pueblo hace años que este tipo de parroquia, a la que pertenecía, desapareció devorada por el conformismo de la gente y las garras de la iglesia más rancia.