Análisis de una política municipal en una situación excepcional: El Ayuntamiento de Elda (1936-39)

Con relación a la AGRICULTURA hubo, si cabe, por parte del Ayuntamiento, igual o mayor interés y dedicación, dada la importancia que esta tenía en el abastecimiento de la población (18). Dicha preocupación se manifiesta en los siguientes aspectos:

Anagrama del Ateneo Artístico de Modelistas y Patronistas, nombre oficial de la Escuela de Artes y Oficios.

A.- Problemática del agua
Las aguas que servían para regar todo el término municipal procedían del río Vinalopó, pero su escasez, unida a su necesidad, impulsaron a que el Ayuntamiento orientase su acción en este tema importante en dos frentes de actuación, a saber:

a) Crear una infraestructura adecuada
El Ayuntamiento se preocupó, como se manifiesta en la documentación investigada, de dotar a Elda de obras de infraestructura hidráulicas necesarias para la producción agrícola. En tal sentido se adoptaron estas medidas:

-Petición de ampliación del pantano
El Ayuntamiento eldense, con el ánimo de paliar la escasez de agua del término municipal, solicitó a la Dirección General de Obras Hidráulicas y Puertos una ampliación del pantano de Elda mediante la creación de una nueva presa de mayor amplitud y cabida. Dicho proyecto fue aprobado por el Ministerio de Obras Públicas quedando su realización pendiente de determinar y ultimar algunos aspectos, como la ubicación de la presa y la realización de los sondeos y reconocimientos geológicos oportunos y convenientes (19). Dicha obra no se llevó a cabo nunca. Los acontecimientos de la guerra y el final de la misma llevaron al baúl de los recuerdos dicho proyecto.

-Otras mejoras
Asimismo, el Ayuntamiento, con fecha 11 de junio del 37, según acuerdos tomados, destinó un capital, procedente de la subasta de las aguas, a la «reparación, mejoramiento y conservación de las acequias y canales» (20), y, en el mismo sentido, al año siguiente, marzo del 38, se constituyó un Consejo de Administración de las Aguas de Riego, cuyos fines, según el Acta, serían «el mejoramiento de acequias, canales y demás obras conducentes al riego, así como todas aquellas obras encaminadas a la aplicación de la zona regable y del caudal de aguas» (21).

b) Municipalizar el servicio
Dada la citada escasez de agua del término municipal de Elda y su necesaria aplicación a la agricultura, el Ayuntamiento asumió la responsabilidad de encargarse de la administración de las aguas de riego de esta vega (22), decidiendo, más tarde, por razones de eficacia y de unidad, «nombrar un Consejo de Administración de las aguas de riego de esta ciudad que estará integrado por tres individuos de cada una de las dos entidades referidas -Comité de Incautaciones Agrícolas y Productora Agrícola, grupo local de la Federación Provincial de Campesinos- presidido por el Consejero Delegado de Agrocultura de este Consejo Municipal» (23).

B.- Problemática de la producción
El Ayuntamiento, especialmente al iniciarse la época de falta de abastecimiento- y, por lo tanto, del comienzo del hambre,  año 1938- en Elda, sintió la preocupación de adaptar al cultivo de hortalizas (artículos indispensables para la alimentación y de los que se carecía) cien tahullas de tierra, necesitándose para dicha explotación el aprovechamiento de seis mil metros cúbicos de agua semanales del Canal de la Huerta de Alicante, petición que hace el alcalde de Elda-25/3/1938- a la Asamblea de Comités agrícolas locales y representaciones de las Colectividades agrícolas celebrada en Alicante el 26 de marzo de 1938 para resolver asuntos relativos al Canal de la Huerta de Alicante (24).

1.3. Colaborar a la recaudación de los impuestos.
Dada la necesidad recaudatoria del Estado para hacer frente a todas sus responsabilidades, y, en especial, a sus necesidades creadas a raíz de la guerra civil, las autoridades de Hacienda, tanto provinciales como comarcales -caso de la Delegación de Hacienda de Monóvar-, encargadas del cobro de impuestos, a la vista de la apatía e incluso resistencia, de la población eldense a pagar los impuestos (25), instaron repetidas veces al Ayuntamiento de Elda «a coadyuvar de una manera intensa moral y materialmente con el recaudador de Hacienda para que la cobranza de las contribuciones sea efectiva en toda su jurisdicción llevando al ánimo de los contribuyentes, organizaciones sindicales y partidos políticos la imperiosa necesidad de colaborar con el Gobierno satisfaciendo las cargas fiscales» (26).

1.4.- Crear moneda local.
Para hacer frente a la insuficiencia de moneda fraccionaria y, al igual que hicieron algunos pueblos y ciudades de la España republicana, el Ayuntamiento de Elda emitió papel moneda con el fin de evitar el colapso de la economía municipal (27).

II- POLÍTICA SOCIAL MUNICIPAL

Según la documentación investigada se reconoce la existencia, por parte del Ayuntamiento, de un interés claro por promover el bienestar social de los ciudadanos eldenses poniendo en práctica una política municipal orientada a satisfacer las principales necesidades sociales de la gente, a saber: alimentación, sanidad, educación y cultura.

II.I.- Política municipal de alimentación y abastecimiento.
Preocupado por el deseo de regular la alimentación ciudadana, el Ayuntamiento gestionó a través de la Comisión de Abastos el suministro de las diferentes mercancías -harina, aceite, arroz, patatas, carne, bacalao, jabón, cebollas, azucar, alubias, garbanzos, café, leche- enviadas por el Servicio Agronómico de la Delegación Provincial de Abastecimiento para el consumo de la población Eldense.

Esta responsabilidad, fiel y diligentemente cumplida por el Ayuntamiento al principio de la guerra, se vio enormemente dificultad en la época de escasez -años 38 y 39- con las consiguientes secuelas de hambre y subalimentación debido a la insuficiencia de suministros enviados desde Alicante. Esta situación no dejó indiferente al Consejo Municipal, sino que, haciéndose eco de ella, tanto el Alcalde como los distintos Consejeros (concejales) expresaron en diversas ocasiones su malestar y exigieron la adopción de medidas encaminadas a solucionar el agudo y grave problema de desabastecimiento que sufría el pueblo de Elda. Citemos algunos testimonios:

-10/8/38: Memorial enviado al Gobernador Civil expresando las quejas de los consejeros y del Consejo Municipal ante la situación de falta de abastecimiento y de suministros y planteando una serie de soluciones concretas (28).
-12/9/38: Sesión plenaria del Ayuntamiento en el que se aborda el mismo tema y, ante la existencia de un malestar generalizado entre la ciudadanía eldense, se insta de nuevo al Gobernador a que autorice a la Consejería de Abastos a adquirir lo necesario para el abastecimiento de la población o que fuera la misma Delegación Provincial quien se responsabilizara de ello.
En la misma sesión un Consejero -Pascual Orgilés- propuso que, caso de no ser resuelta la dramática situación, se le presentase al Gobernador la dimisión del Consejo Municipal en pleno (29).
-17/10/38: nueva protesta del Consejo Municipal por los largos períodos en que se tenía a Elda sin pan y patatas (30).
-5/12/38: nuevas quejas de los consejeros, y, en concreto de Antonio Parra, y demanda a la Delegación Provincial de Abastecimiento de una urgente solución al problema (31).

En otros aspectos relacionados igualmente con el abastecimiento, como fue el caso de la producción y del reparto de leche a los ciudadanos, también consta la preocupación del Ayuntamiento por resolver dicha necesidad. Así, a la vista de la disminución de leche por las dificultades que los vaqueros tenían para conseguir piensos con los que alimentar a las vacas, el Consejo en una de las sesiones 5/9/38, decidió hacerse cargo de las vacas, caso de que los dueños no pudiesen alimentarlas o responsabilizarse de la producción de leche en base a que Intendencia Militar suministrara los piensos necesarios pero con la condición de entregar a la misma Intendencia el 50% de la leche (32).

Todos estos testimonios dan fe de la política llevada a cabo por el Ayuntamiento de Elda en materia de alimentación.

Cara y dorso de los billetes de 25 cts. y una peseta, emitidos por el Ayuntamiento de Elda.

II. 2.- Política municipal de sanidad e higiene.
Es patente la intención del Ayuntamiento de «hacer posible que todos los habitantes de Elda, en toda circunstancia, tenga asegurada la asistencia médica en general» (33), y, con el fin de que ello se pudiera convertir en realidad y la política de salud a nivel municipal «se reavive» continuamente, se crea en dicho Ayuntamiento una Comisión de Higiene y Sanidad encargada de programar, planificar y gestionar todo lo referente a la política municipal sanitaria. ¿Fue así en la práctica? ¿Se prestó un buen servicio de salud al ciudadano? ¿Se quedó todo en buenas promesas? Nos faltan testimonios históricos que nos puedan indicar cual fue la opinión ciudadana al respecto.
De las escasísimas fuentes existentes pueden extraerse tres conclusiones:

PRIMERA: Que las necesidades sanitarias fueron aumentando a través del transcurso de la guerra obligando con ello al Ayuntamiento a una mayor atención humana y económica, lo que exigía un enorme esfuerzo inversor en la creación y dotación de una infraestructura sanitaria capaz de dar respuesta a las cada vez mayores y más acuciantes problemas de salud de los ciudadanos. Este aumento, si cabe anormal, de las necesidades de sanidad en Elda tienen su origen en tres hechos históricos:

1) La existencia del hambre y de la subalimentación.
Como demostré en mi otro artículo sobre la guerra civil (34), durante los años 1938 y 1939 Elda sufrió el fenómeno del hambre y la subalimentación, lo que trajo consigo la existencia de enfermedades varias como el raquitismo y la tuberculosis (35), situación que, en buena lógica, provocó mayores necesidades sanitarias.

2) El aumento de la población residente.
Hay que tener en cuenta que, además de los propios naturales de Elda, existía un número flotante de personas foráneas, residentes aquí, que aumentaban las necesidades de atención sanitaria por parte del municipio. Así tenemos, según consta:

•Refugiados de guerra: en el año 37 se habla de 2.500 (36).
•Colonias de niños evacuados de las ciudades ocupadas o en guerra (37).
•Obreros de las industrias militarizadas.
•Funcionarios de la Administración Central (Recordemos que Elda en el año 39 será sede del último gobierno republicano).
•Soldados y militares. Consta en Elda la existencia y alojamiento del Séptimo Regimiento de Infantería, la 98 Brigada Mixta, 3º Batallón (38).

Todo este incremento demográfico suponía, como es lógico, un incremento en las necesidades de higiene y sanidad que, obviamente, corrían a cargo del gobierno municipal de la ciudad.

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