Bateig, una ruta desconocida y con encanto

Si esta descripción ha podido despertar nuestra curiosidad y decidiésemos recorrer esta ruta, lo mejor es que nos acerquemos con el comenzando en la misma Peña del Sol, discurre entre algunas casas de campo, hacia la derecha. Allí podemos aparcar y tomar el sendero que sale desde ese mismo lugar, al borde del camino asfaltado, a la derecha. Unos metros más adelante ya nos tropezaremos con dos montones de piedras que vienen a marcar la «puerta» de entrada al sendero del monte. Desde este punto, sólo tenemos que dejarnos guiar por el mismo sendero,el cual, si no lo abandonamos en ningún momento, nos llevará al lugar que buscamos. El primer tramo del camino, unos diez minutos de marcha aproximadamente, serán los únicos que requieran un pequeño esfuerzo, pues se trata de ascender unos metros hasta el momento en que el sendero comienza a discurrir sinuosamente por la parte menos dificultosa del monte.

Nuestros montañeros toman un respiro y posan junto a su obra (a la izquierda de la foto, Pepe Navarro; a la derecha, Francisco Moya y Luis Navarro).

A medida que vayamos ascendiendo, iremos dejando atrás nuestra población y enseguida nos encontraremos con un tramo de sendero delimitado con piedras, una especie de adelanto de lo que veremos más arriba y que nuestros amigos han marcado para evitar que equivoquemos la ruta y, tomando la derecha, nos alejemos del lugar que buscamos. Si nos fijamos con atención,podremos ver, ya desde este punto del camino, roivhacia arriba y a lo lejos, el cúmulo de piedra que antes describíamos. Desde este momento, el camino suaviza su pendiente y se transforma en un agradable paseo que apenas requiere ya algún esfuerzo por nuestra parte.

Un poco más adelante, una bifurcación a la derecha nos llevará a la entrada de una cueva que no se puede ver desde el camino que recorremos; si nos apetece, podemos desviarnos y echar un vistazo, pero no es aconsejable entrar en ella. Se trata de una cueva de unos 300 metros, con una entrada angosta y algo peligrosa en su interior;aunque ya ha sido explorada por personal experimentado, no es adecuada para personas sin experiencia. Por lo tanto, parece mejor continuar nuestro camino desde donde lo dejamos.

Llegando al final del sendero, encontramos algunas zonas acondicionadas para el descanso.

Al poco, nos tropezaremos con el sendero marcado por nuestros montañeros e, inmediatamente,con el cúmulo de piedras y el monolito que marca el comienzo (o el final) del camino.Quizá sea ésta la ocasión para que nos detengamos un instante y valoremos el esfuerzo realizado por nuestros amigos, el cuidado y el detallismo que han utilizado al colocar las piedras,encajándolas con precisión, una a una, dando a todo el conjunto un aspecto y solidez sorprendentes.También veremos la placa adosada a la piedra con la inscripción que recuerda quiénes han realizado todo este trabajo y cuándo.

Vista parcial del lugar que nuestros amigos han transformado en «zona de recreo».

Al continuar por el camino, nos encontraremos enseguida con una zona llana que se extiende hacia delante y en la que podremos observarla vegetación más propia de nuestros montes: tomillo, romero, espliego, esparto, cantueso, entre otras. Sin embargo, es, por desgracia, bastante más improbable que nos tropecemos con algún animal, aunque no podemos descartar la posibilidad de ver, si hemos madrugado, alguna liebre o algún conejo cruzar el sendero y perderse enseguida entre las rocas.

A lo largo de ese sendero encontraremos tres «ensanches» del camino que sirven de señalización para otras posibles rutas que recorren la zona. En el primero, marcado por una piedra vertical, podremos observar cómo los brotes y pequeños pinos han sido protegidos y cuidados para su preservación. Es, por supuesto, de agradecer a nuestros amigos el que se tomen el trabajo de cuidar la flora en una zona que, como otras zonas de nuestro entorno, ha sufrido durante mucho tiempo un deterioro tan extremo y dañino. Y, si nos fijamos con atención, podremos ver cómo sus esfuerzos en este sentido están siendo recompensados: los pinos jóvenes crecen con fuerza.

En el segundo «ensanche» tendremos la oportunidad de coger un camino a la derecha que nos llevará hasta una poza; los días lluviosos suele estar llena de agua, oportunidad que aprovechan los animales de la zona para beber y Pepe y Francisco para «regar» un poco los pinos más jóvenes.Después de visitarla, podremos seguir adelante hasta volver a encontrar el sendero principal.

Muy cerca de este segundo «ensanche»nos encontraremos con el tercero. En éste es donde deberíamos detenernos más tiempo, porque es el que más nos va a sorprender. A un lado y a otro podremos ver cómo los montañeros han colocado piedras formando mesas y asientos para que el paseante descanse y disfrute, a la sombra de los pinos, del paraje circundante. A su alrededor divisaremos pequeños monolitos y piedras de diferentes tamaños, unas sobre otras, manteniéndose en un inverosímil equilibrio. Es, sin duda, un buen lugar para tomar un bocado y refrescarnos (si hace calor) o calentarnos (si hace frío). La única precaución que debemos tomar es, si vamos acompañados de niños, que éstos no se alejen demasiado en dirección a la parte superior del monte, desde donde se divisa la autovía, porque allí el terreno se corta abruptamente en vertical.

En este punto del camino podremos optar por continuar la marcha hacia arriba, en dirección a la marca geodésica, o bien desandar lo andado y regresar a la ciudad. Todo dependerá en este caso de nuestros propios deseos e intereses. Como también depende de nosotros, del interés y el empeño que cada uno de nosotros pongamos,el que esta ruta que hemos descrito y el trabajo que se han tomado nuestros amigos se mantengan y preserven para futuros paseos y paseantes. Con un respeto mínimo por lo que allí vamos a encontrar, el paseo por Bateig seguirá siendo, sin duda alguna, una experiencia especialmente gratificante.

One thought on “Bateig, una ruta desconocida y con encanto”

  1. YA ME HA PICADO LA CURIOSIDAD,MENUDO TRABAJAZO. ME GUSTARIA CONOCER ESTA RUTA TAN CERCANA.
    PODRIA ALGUIEN DECIRME DONDE COMIENZALA LA SENDA Y EL TIEMPO QUE MAS O
    MENOS DURA LA VUELTA.

    GRACIAS

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