El viento que está azotando a la localidad estos días está dejando un reguero de desperfectos en las calles. Las fuertes rachas de hoy, que pueden llegar hasta los 70km/h, han causado que esta misma mañana se desplazara una placa de 6×4 metros del techo del pabellón deportivo Gedeón i Isaías Guardiola Villaplana.
Una dotación de bomberos, junto con agentes de la policía local, han acudido al lugar para asegurar la placa y evitar daños personales y materiales. Para poder realizar las maniobras correctamente, los agentes de la policía han cortado la avenida Reina Sofía a la altura del polideportivo y la grúa ha retirado dos coches estacionados en la zona de actuación.
Según los informes policiales, ayer se alertó de los fuertes vientos, estando el interior de la comunidad en nivel naranja. Aunque el desprendimiento de esta mañana ha sido el más relevante por el peligro de desprendimiento total y caída al vacío que conllevaba, no ha sido el único estrago que han venido causando las fuerte ráfagas de viento. Sólo en el día de ayer, la policía local recibió alrededor de ocho alertas por otros desprendimiento de uralitas, chimeneas, chapas y señalización. La primera en el mercado de la calle la Huerta, obligando a los comerciantes de ropa a desmontar los puestos al ver que el viento derribaba algunos de ellos. En las calles Comparsa Moros Beduinos, Ortega y Gasset y Serra Mariola, algunas señales aparecieron tumbadas y en la avenida Felipe V un tejado de uralita se desplazó y se movía con peligro inminente de caer. También en el centro comercial Bassa El Moro se necesitó la presencia policial y de los bomberos, ya que unas planchas de plástico del tejado estaba a punto de caer.
A la vista de la segunda fotografía, se observa que, curiosamente, la chimenea ha servido de freno.
Lo raro es que el viento tan fuerte que parece nos venga por el norte, haya arrancado una lámina situada en el lado sur de la cubierta.
Lo extraño es que no haya caído la chimenea, dado su estado. Da la impresión de que no tiene el conocido «sombrerete», que evita que el agua de la lluvia penetre por el interior de la chimenea.