…Y la República pasó en Petrer ante la atenta mirada de Alfonso Chico

Su intervención en el seno del Ayuntamiento fue bastante fugaz. Ejerció como teniente de alcalde entre 1924 y 1925 y no sabemos a ciencia cierta en qué momento concreto entró a formar parte del Partido Radical. Lo que sí sabemos es que en los asuntos políticos existía una visible vinculación con su hermano Francisco Chico de Guzmán. Ambos defiendieron los mismos ideales, fruto de una misma formación cultural. La diferencia estribaba en los métodos: mientras Francisco los defendía desde dentro como concejal, Alfonso lo hacía desde sus artículos periodísticos. Un ejemplo de ello es cuando, en 1932, tras haber dimitido el alcalde José García Verdú, desde una de las editoriales de Polémica -en las que era frecuente la colaboración de Alfonso Chico de Guzmán- se recriminaba al mismo José Verdú el continuar desempeñando las funciones de su cargo (Polémica, n° 27, 30-IV-1932); mientras que Francisco, acompañado por sus compañeros de partido, lo hacía abandonando el salón de plenos, ya que consideraba lo sucedido una profanación de las fórmulas políticas establecidas (A. H. M. Acta de la sesión municipal del 29 de abril de 1932).

En primer plano Alfonso Chico en el Ayuntamiento de Petrer.

Formaron parte así los hermanos Chico de Guzmán, tanto Francisco como Alfonso, sin que uno merezca más consideración que el otro, de la pequeña oligarquía de aquella época en Petrer, encargada de mover política y económicamente al pueblo y a la que debemos en gran parte nuestra situación actual.

Aun así podríamos decir que la actuación de Alfonso desde Polémica fue la de un «casi concejal». Un claro ejemplo es el artículo del n° 26 de esta publicación (del 23 de abril de 1932) donde reivindicaba formalmente «la creación de un cementerio municipal, la construcción de un lavadero, la canalización de aguas potables, la abolición del trabajo a destajo, que se presenten las cuentas del concejo…». Hasta tal punto llegó su influencia en el seno del Ayuntamiento que incluso el redactor de las actas confundió a su hermano Francisco con él, incluyéndolo como partícipe en una de las sesiones plenarias. (A. H. M. Acta de la sesión municipal del 6 de abril de 1932).

Cabe mencionar que la figura de su mujer, Salud Vlllaplana, fue de una importancia decisiva. Obtuvo siempre un importante apoyo de su esposa, quien supo valorar y respetar las ideas de su marido y que en varías ocasiones tuvo que adoptar una iniciativa valiente, tomando decisiones en lugar de éste.

Salud Villaplana, su esposa.

Alfonso Chico y el calzado: Alfama

También, como casi todos los personajes notorios en el mundo de la política del Petrer de los años 30, tuvo un papel importante en lo que podemos denominar «revolución industrial de Petrer». Fueron personajes como los hermanos Villaplana, anteriormente citados, Santiago García Bernabeu o el propio Alfonso los que la estaban llevando a cabo. Una industralización que permitía el progreso económino del pueblo, que hasta el momento se habla mantenido gracias a las actividades agrícolas y a la alfarería, pero sobre todo al trabajo que le proporcionan las fábricas de calzado de la vecina Elda. Así, en 1927, fundó y dirigió la fábrica Alfama, tras haber pasado unos años trabajando para fábricas como la del eldense Rodolfo Guarirlos o la de los hermanos Villaplana, Luvi -que en aquel momento ya se encontraba en la calle Gabriel Payá-. Allí aprendió la mecánica de la fabricación de calzado. Sin embargo, vio truncada su vida de empresario de calzado en 1936 con la terrible guerra civil. Tras ésta retomó las riendas de Alfama -que fue requisada para crear una fábrica de armas- pero, con la llegada de los años 50, llegó también el cierre de la fábrica.

Alfama, cerrada a comienzos de la década de los 50.

Una vida dedicada a vivir

«Mi padre siempre tuvo un carácter reflexivo y a la vez espontáneo». De este modo nos recuerda su hija Amparo la personalidad de Alfonso: «Fue un hombre que compartió junto a su mujer las labores de la casa por lo que, de vez en cuando, le llamaban faldetes». Su figura nos deja la esencia de un hombre firme en sus principios, dedicado de lleno a la vida, a su familia y a los demás. A menudo, el sentir republicano se dejaba notar en el seno de su familia. Una anécdota curiosa es que «en Nochebuena, mi padre invitaba a cenar a varios niños a mi casa. Mis hermanas y yo preparábamos la cena y luego nos sentábamos todos juntos en la mesa». Con ello queda patente su carácter bondadoso y gentil.

Y como él, muchas otras personas nos dejaron una herencia rica en vida, en esfuerzo y en ilusión. Es la imagen de muchos hombres y mujeres que lucharon por lo que creían. Evocarlas en v el recuerdo es un premio bien merecido.

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