Petrer inauguró el pasado sábado una renovación integral que afecta a gran parte del casco antiguo, siendo una de mayores intervenciones urbanísticas, si no la mayor, que se ha realizado en la historia del municipio. Financiada a través del Plan E y con un presupuesto que asciende a más de tres millones de euros, la reforma pone fin a una serie de actuaciones en el casco histórico que comenzaron con la remodelación hace un año del Castillo y la explanada que la rodea.
[1]El alcalde de Petrer, Pascual Díaz, fue el encargado de dirigirse a los asistentes, ya que no hubo ningún representante del Gobrierno Central, hecho que sí ha sido habitual en otras obras financiadas por el Plan E. Díaz lamentó la ausencia de personalidades gubernamentales por motivos de fiesta, pero agradeció a todas las administraciones públicas y a las empresas “su enorme trabajo y dedicación en estas importantes obras que marcan un nuevo antes y después en Petrer”.
El Ayuntamiento preparó una día muy completo para este estreno, con visita guiada, actores durante el recorrido, música y una pequeña muestra de oficios. “Uno de los días más importantes de Petrer”, señalaba el alcalde Pascual Díaz.
Antecedentes
Para entender mejor la naturaleza de esta intervención, el arquitecto municipal Fernando Cerdá, responsable de la obra que se ha coordinado desde la Oficina de Urbanismo, nos ha explicado de una forma más extensa el «modus operandi» de esta obra.
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[3]Los antecedentes de esta intervención, explica Cerdá, se remontan a la construcción de la autovía. “La fachada norte del casco antiguo no era observada ni valorada hasta la construcción de la variante de carretera Alicante-Madrid en el año 1975”. La perspectiva conocida siempre venía indicada, por aquel entonces, sobre el trayecto de la antigua nacional y con la construcción de la autovía, lo que antes era una zona residual o trasera se convirtió en escaparate de millones de vehículos que pasan por Petrer hacia la costa.
Por otro lado, la construcción vertical en los años 70 sin uniformidad de criterios y sin mantenimiento de ordenanza alguna reguladora de alturas, dio lugar a la aparición de algunos edificios próximos al casco antiguo de 10 o más plantas tales como el Maracaibo, edificios de Carreró de la Bassa, nº 2 y 4, encima del Mercado Central proyectados a dos fachadas que dieron lugar a la aparición de gigantescas medianeras ciegas que por la entrada en vigor de Normas Urbanísticas posteriores han quedado aislados y visibles desde el Castillo, desde el entorno próximo y desde la visión desde la autovía y Barrio del Guirney.
Ejemplos
“Los ejemplos que han servido a la Oficina de Urbanismo son muy diversos”, explica Cerdá. Por un lado el barrio granadino del Albayzín, situado frente a la Alhambra, y que ha sido objeto de estudio por parte de la oficina de urbanismo. De este enclave se han adoptado como ejemplo los jardines de las casas que pueblan este barrio emblemático, comúnmente conocidas como “Cármenes” y que aparecen como pequeñas “manchas verdes” en el conjunto urbanístico. Toledo, las Casas Colgadas de Villajoyosa, Albarracín o Alcalá del Jucar son otros ejemplos que han servido de inspiración para afrontar el proyecto, sin dejar nunca de lado los aspectos autóctonos. “Aquí los colores tenían que ir acorde con nuestro origen, nuestra naturaleza», subraya Cerdá, «y por eso están inspirados en la tierra y en los muros de adobe y de piedra tradicionales”.
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[5]José Antonio Arroyo, encargado de obra de la empresa Unión Temporal de Empresas RIEGOSA-CIOS, nos ha remitido un vídeo del proceso de reforma de la fachada norte.
Líneas de actuación
En el plazo que han durado las obras se han limpiado muchísimos rincones y se han eliminado detalles que, de un modo u otro, ensuciaban el aspecto del casco histórico. Se ha eliminado el ‘bosque’ de antenas y se ha camuflado las chimeneas de aluminio, impropias para un espacio estéticamente homogéneo. Esto ha sido posible gracias a la instalación de un repetidor de TDT en Aguarríos ha permitido eliminar la sombra que recaía sobre el casco antiguo y que impedía la recepción de una señal digital con garantías. Además de repintar todas las fachadas, se han simulado ventanas para no dejar una impresión «vacía».
Y a pesar que el nuevo estado de la fachada norte ha acaparado cierto protagonismo en cuanto a resultados, la obra ha centrado mucha parte del trabajo en el interior del casco antiguo. En concreto en las Calles La Virgen, San Hermeregildo, Castillo, Travesía de San Hermeregildo, Cuevas de la Bienvenida y Casas del Castillo. Se ha renovado el pavimento, se ha mejorado el sistema de alcantarillado y de alumbrado además de reformar el Paseo de Casas del Castillo y el parque situado en la Calle La Virgen.
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“La especial dificultad del proyecto reside la gran cantidad de intervenciones que se realizan, muchas de ellas sobre propiedad privada”, señala Cerdá. Hay que pedir permisos y explicar detalladamente el proyecto a los vecinos, ya que son ellos propietarios. Aún así, han sido pocas las voces en contra y los resultados hablan por sí solos. Muchos habitantes han agradecido el arreglo sustancial que han experimentado sus casas y de hecho, tal y como confiesa Cerdá, “esta obra ha motivado las reformas interiores de varios domicilios”.
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[9]Por otro lado, el problema de las medianeras se ha resuelto con un recurso pictórico, el “trampantojo”, que simula una continuación de las fachadas del lado norte del casco antiguo, con los mismos colores y parecida disposición que el resultado actual de la fachada norte. El dibujo está basado en un diseño realizado por el célebre pintor local Edu, colaborador habitual de este medio.
Pero sin duda una de las zonas que más destaca es la de los muros y paseos que hay en el lado norte. Concebido como una zona verde y de esparcimiento, en los muros donde antes solo habían matojos y escombros se ha emplazado un paseo con bancos y mobiliario urbano. Se han creado dos nuevos accesos a la calle San Hermenegildo y además se ha adaptado un sistema de iluminación integrado en los muros, eliminado el aspecto sombrío que habitualmente hay por esta zona durante la noche. También se han eliminado todos los grafitis y marcas de spray que solían poblar el acceso de la calle San Hermenegildo hasta el párking.
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El cambio ha sido radical. El casco histórico ha explotado gran parte de su potencial en esta intervención y se espera que sea un aliciente turístico y un nuevo emblema para la población. “Es un sueño hecho realidad. Es un gran cambio de la imagen de Petrer que ya es para siempre. Hemos recuperado un magnífico lugar para vivir y pasear, la zona del casco histórica es muy querida y nos sentimos muy orgullosos” resumía Pascual Díaz, haciéndose eco de un sentir general de la población.