Notas para iniciar una historia de los toros en Elda

¡Lástima de plaza!

 

Ha quedado para el final el capítulo tal vez más amargo de toda esta historia, el de la decadencia progresiva de la Plaza. Lejano suena el clarín del esplendor, de los festejos abundantes, tanto en cantidad como en calidad, de las tardes en las que no se apreciaba el cemento de los graderíos, porque las tres mil localidades de su aforo se habían ocupado, incluso se habían doblado, como asegura Demetrio que llegó a superar la seis mil localidades en alguna ocasión. Hace ya tiempo que se inició una lenta, pero irreversible decadencia de la plaza.

Este proceso está ligado directamente al desinterés de la propiedad para afrontar la modernización de unas instalaciones que se caen de viejas, por no hablar de las condiciones «leoninas» para su arrendamiento, que han ido desanimando progresivamente a los promotores que la han querido utilizar para festejos taurinos, u otro tipo de espectáculos como los que antaño albergó. La situación es triste pero real: puertas que se caen, corrales sin condiciones, malas instalaciones sanitarias, etc., etc. A título de ejemplo, en una corrida relativamente reciente el toro saltó hasta cinco veces la barrera. A pesar de ello, de vez en cuando (este año solamente Matías Prats, en la Peña Manolo Palacios una vez) la puerta de la Plaza se abrió para una corrida, que tal vez sea una de las últimas si no cambian tan adversas condiciones.

Matías Prats, en la Peña Manolo Palacios.

Este abandono resulta paradójico cuando se rememoran los mejores momentos de la Plaza, que no siempre han ido ligados al espectáculo de los toros. Aunque es un tema que hemos dejado de lado, porque sería objeto de otro trabajo de enfoque diferente, hay que citar las innumerables veladas de teatro, varietés, cine, flamenco, boxeo, lucha libre o actuaciones musicales que durante muchos años encontraron en la Plaza de Toros su recinto ideal, el único cerrado y al aire libre que tenía y sigue teniendo la ciudad.

Tal vez por eso el futuro de la Plaza pase porque el Ayuntamiento afronte la compra de la instalación. Todos los indicios indican sobre la predisposición de ambas partes a cerrar el trato que, como siempre, depende del equilibrio en los millones que se barajan de una y otra parte. Pero hay una cosa clara que abre esperanzas sobre su conservación: la imposibilidad que se contempla en el Plan General de Ordenación Urbana para que el solar se abra como receptora de equipamientos urbanos, lo que anula bastante el interés que otras iniciativas, privadas, podrían tener por intervenir en la puja.

Concluyendo con una mínima prospección en el futuro, a medio plazo el Ayuntamiento debe incorporar en buena lógica aquella propiedad al patrimonio municipal y entonces tendrá que decidir entre utilizar el solar para otros equipamientos, o plantearse una reforma a fondo de la Plaza, recuperando con ello un inmejorable auditorio polivalente que podría cumplir algunas de las funciones que en otro tiempo cubrió. Otro problema que surgiría, en el supuesto de esta segunda opción, sería rentabilizar el mantenimiento y administración de la remozada Plaza, pero eso en estos momentos ya es ir demasiado lejos. Lo que sí es cierto es que ésa seria la única posibilidad para que las corridas de toros no se perdieran definitivamente. Por el momento, lo único que puede hacer el aficionado es tocar madera -corroída madera- para que eso no ocurra.

Historial de toreros eldenses.
Toreros que han actuado.

One thought on “Notas para iniciar una historia de los toros en Elda”

  1. Gran artículo! El dato de la apertura del coso, con la historia de Perlito me ha parecido muy genuino, jajaja. Lástima que esta plaza no volverá a cumplir sus funciones iniciales, :(. Sirvo este enlace para el que quiera informarse sobre los espectáculos de toros más recientes!

    https://toroticket.com«>

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