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Las fuentes públicas de la villa de Petrer

Nota: Artículo publicado en el número 15 del II tomo del coleccionable «Bitrir» –adquirir aquí [1]-.

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Introducción

Hoy, cuando nos acercamos a un grifo y lo abrimos para que mane el agua, no pensamos, ni por un momento, que nuestros mayores para conseguir este preciado líquido lo tenían bastante más difícil.

Antes de que se instalase el agua corriente en Petrer, a finales de la década de los 50, sus habitantes, como los de la mayoría de los pueblos de España, debían de coger el agua de las fuentes públicas para llevarla hasta sus casas.

Con este trabajo hemos querido acercarnos a la historia de unas construcciones esenciales para la vida cotidiana, ya que de ellas manaba el agua, líquido imprescindible en la alimentación y en la higiene de todas las personas.

La documentación del Archivo Municipal, la información oral y bibliográfica han sido fundamentales para esclarecer aspectos poco conocidos de estos centros neurálgicos de nuestra población, en tomo a los cuales podemos afirmar que giraba la vida de todo un pueblo.

Las fuentes de Petrer

Existían en Petrer numerosos puntos de abastecimiento de agua, donde poder llenar los cántaros y los botijos. Estaban ubicados en distintas zonas del núcleo urbano y consideramos interesante citar su emplazamiento, porque han desaparecido en la actualidad. Las fuentes de Petrer, hace unos años, estaban situadas en los siguientes lugares: una en la calle Gabriel Payá, construida sobre la pared de lo que era el huerto de la tía Matilde Maestre (hoy cruce calle Gabriel Payá con País Valencià), tenía un grifo y desapareció sobre 1949 ó 1950 cuando abrieron la calle Calvo Sotelo, hoy denominada País Valencià; otra fuente urbana estaba instalada en la calle Rafael Duyos; en la calle Luis Chorro había una fuente con un grifo situada enfrente de la casa del pintoret, era conocida por la fuente de la pintora, por el apodo de su vecino; en la calle José Perseguer, en el lugar conocido por El Portal, había una fuente con un grifo y un abrevadero delante del corral que más tarde sería carnicería del roig; en la Plaça de Baix, como veremos más adelante, hubo cuatro fuentes diferentes; en la calle Gabriel Brotóns, en el lugar conocido por la Placeta de Vera había otra fuente llamada de San Bartolomé, que fue inaugurada en el año 1881, con cuatro caños y más tarde pasó a tener dos, siendo trasladada esta misma fuente en 1950 a la Plaça de Dalt. A la fuente de San Bartolomé también iban las caballerías a beber.

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Localización de las fuentes y los abrevaderos.

Otras tantas fuentes estuvieron situadas en las calles de San Rafael y de San Antonio, éstas dos últimas fueron colocadas en la década de los años 40 y desaparecieron no hace muchos años. En La Foia hubo otra fuente conocida como la fuente de D. Eleuterio, el agua venía de la mina de la Bienvenida, esta fuente estaba ubicada en el huerto propiedad de D. Eleuterio Abad y aunque no era una fuente pública, algunas mujeres solían ir a por agua, pagando al casero un céntimo por cada cántaro. En la calle Independencia había otra con un grifo; en la calle Santísimo Cristo; en el Paseo de la Explanada en un principio estuvo situada en el lado del paseo que da encima del patio de recreo del colegio Primo de Rivera, tenía el pie de hierro, después fue trasladada al otro lado de la calle, estaba empotrada en el muro y tenía una forma muy similar a la que había en las gradas de la iglesia; en la calle Cid Campeador había una fuente y un abrevadero que sustituyó al de la fuente de San Bartolomé; en el Salitre, hubo también una fuente con abrevadero, denominándose este lugar en la actualidad calle La Fuente. La que era conocida popularmente por la fuente del tío León, ya que vivía enfrente de la misma, estaba en un principio empotrada en el muro de la calle San Hermenegildo; esta fuente es la única que se conserva y funciona en la actualidad y está ubicada en la calle La Virgen esquina calle Castillo.

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Fuente con abrevadero en ‘El Portal’

Habían otros puntos de abastecimiento de agua algo más alejados de la población, es el caso de los dos pozos con pilas de Cuatrovientos, que contenían agua de la mina de la Bienvenida y que servían para el suministro de la Alfarería Román; La Font de la Creu, situada muy cerca del actual lavadero, en dirección a las Cuevas del Río y de la que únicamente se conserva el pedestal; bajando hacia el río a mano derecha estaba situada una de las fuentes más antigua y popular de la población, conocida como la Font del Pessic, nombre debido a que este lugar era frecuentado por las parejas de novios. Junto a ella había un abrevadero; debido a que estaba algo alejada del núcleo urbano, era a esta fuente a la que iban los alfareros con los carros para llenar las pipas y poder llevar así el agua a las alfarerías para hacer el barro. La Font del Pessic se alimentaba del nacimiento de El Cantal, situado a unos 50 m. del Molí de l’Assut. La fuente manaba permanentemente y estaba pegada a la pared en el centro de una plazoleta de forma ovalada, cuya forma venía dada por un banco corrido, en el que la gente se sentaba a charlar y que también servía para descansar mientras se llenaban los recipientes de agua. En este marco tan idóneo se juntaban las gentes del Petrer de hace ya algunos años a celebrar acontecimientos festivos y de gran tradición en nuestro pueblo, como eran la popular nit del rotllo y la nit de San Bertomeu, en las que se comía, respectivamente, el típico rollo y la jugosa y estival sandía. Esta fuente desapareció hace muchos años, pero el abrevadero todavía se conserva. La conocida popularmente como la Font del Desperdicio, estaba situada pasado el puente del matadero, enfrente de lo que era la casa de Pepica, la curandera. De esta fuente sólo manaba agua cuando llovía y el agua iba a parar a la balsa de Felipet, que estaba junto a la fuente. En el paraje de Santa Bárbara también había y todavía existe una fuente con abrevadero. El agua nace allí mismo y se creó todo un sistema de canalización para poderla transportar hasta Elda; el acueducto medieval de San Rafael es un ejemplo. Esta fuente era un lugar de visita obligada cuando en los días de mona la gente se dirigía a este paraje o venía de camino del Arenal.

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Fuente y abrevadero del Salitre.

Generalmente eran las mujeres, como nos recuerdan las canciones, las coplas, los refranes, etc., las que solían ir a por agua a la fuente; la mayoría de veces había que guardar cola y las mujeres mientras tanto hablaban y comentaban esperando su turno, convirtiéndose las fuentes públicas en un punto esencial de la convivencia social femenina.

Los recipientes que más se utilizaban para llevar el agua de las fuentes públicas a las casas, eran los cántaros. Éstos, una vez llenos, al llegar a casa eran abocados en la gerra hasta que ésta se completase.

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La última fuente de Petrer está ubicada en la calle La Virgen.

Los botijos y los cántaros se lavaban fregándolos con arena, que se solía traer del yacimiento del Ginebre y las areneras la vendían en las calles. En un principio se lavaban en las mismas fuentes, pero más tarde se prohibió porque se ensuciaban mucho y además algunas de ellas, como ya hemos visto, tenían abrevadero para las caballerías. Los animales, en algunas ocasiones, provocaban incidentes en las fuentes al romper las piezas que estaban depositadas en el suelo para llenarlas.

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‘El Desperdicio’.

La canalización de las aguas

Referente a la conducción de las aguas ya en el año 1780 (1) el Consejo municipal comunicó al intendente general del reino que «la villa padece muchos estragos por la mala conducción de aguas que sirven para el abasto de esta villa. Aunque en si son saludables, desde su nacimiento vienen por terreno descuvierto, peñascoso y floxo, patente al sol, y a trechos por yeso, adelfas, y otras yerbas perjudiciales a la salud pública, a más, que siendo el camino por donde se dirijen estas aguas el indispensable tránsito para las heredades del monte en muchos parajes son pisadas de ganados y demás animales, en que son consiguientes muchas suciedades, de todo esto resulta en esta villa muchas enfermedades de estomago, hidropesías, reumatismos y aun muchas tisiqueses».

El informe apunta que se pierde, además, la mitad de las aguas y esto perjudica la construcción de batanes y fábricas que utilizaban la fuerza motriz del agua como principal fuente energética.

Se solicita un nuevo acueducto para el riego, fábricas y agua potable. Según el informe, la acequia anterior fue parcialmente destruida por un terremoto que se produjo en 1776. En la antigua acequia había «una porción de canales de madera, sobre pared de piedra seca expuesta continuamente a asolarse por la floxedad del terreno».

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Fuente de San Rafael.

En julio de 1783 se produjo el reconocimiento del término y aguas por Vicente Gascó, director arquitecto de la Real Academia de San Carlos. El nuevo acueducto habría de financiarse con fondos del pósito y su trayecto daría comienzo en las Fuentes de las Minas y de Ginés Juan. Por lo que respecta al recorrido dice: «…estas aguas vienen a los surtidores del abasto de la villa desde una legua (2) de distancia por el suelo de un barranco y por terrenos salitrosos, y por minas de yeso a vierto reciviendo en el verano las influencias del excesivo calor y en el ynvierno de los fríos y yelos mezclándose con las aguas de las tempestades y de las avenidas, y tomando las nocivas qualidades del yeso y salobre por donde pasa».

Los peritos insisten también en los problemas con las adelfas, los ganados y las caballerías que van a los molinos y heredades. Respecto al volumen de las aguas exponen que «…haviendo medido exactamente la cantidad de aguas que fluyen de las Fuentes de las Minas y de Ginés Juan en los referidos últimos días del mes de Julio he hallado un pie cuvico de ¡a vara de Castilla de agua viba y manantial en dichas Fuentes».

Según el arquitecto se perdía la mitad en el trayecto al pueblo por evaporaciones y filtraciones. Por ello propone una nueva canalización en cañería cerrada.

«La conducción de las expresadas aguas de las Fuentes de las Minas y de Ginés Juan se ha de efectuar por cañería cerrada de obra de tierra cozida cuyos conductos han de tener un palmo y medio de diámetro de luz y dos palmos de largo, sin incluir los galzes, y un dedo y medio de grueso después de cocidos los conductos, machembrando unos con otros y enllacando todas las juntas con aca de aceyte».

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Con los cántaros y los botijos camino de la fuente.

Del año 1850, es el «expediente sobre concesión para construir una acequia a D. José Rico de este vecindario» (3). El citado D. José Rico y Marqués solicitó habilitar y reconstruir la acequia «desde el molino armero que posehe en las bueltas del río de este término y citio denominado el Azut, asta dar entrada a la que conduse las aguas de las fuentes públicas de esta población con el objeto de que estas corran por aquella, despues de utilizarlas en dicho artefacto».

Los individuos que componían la comisión nombrada por el Ayuntamiento para inspeccionar las acequias tras haber «reconocido detenidamente el terreno y el acueducto por donde en otra época se conducían dichas aguas potables, tienen que manifestar: Que, reconstruyendo el citado D. José Rico a sus expensas el acueducto desde el carcado del indicado molino hasta la acequia que en la presente conduce las aguas potables de una manera solida y segura con obra de argamasa y dándole al propio tiempo el nivel bastante y necesario para que estas fluyan con libertad sin remanso alguno, no sólo beneficiará el riego de esta villa por impedir la filtración que tan frecuente aparece en las acequias que no tienen mampostería, si que con mayor motivo al común de este vecindario, en razón a que de este modo el público no podrá carecer del agua que necesita para su consumo, a la par que los dueños de las tierras contiguas a la acequia que hoy día conduce las aguas potables, como igualmente los de aquellas que tienen derecho o se les tolera regar por ésta podrán hacerlo en lo sucesivo con más libertad cortando el agua antes de entrar en el cubo del referido artefacto, pero dejando fluir en esta la necesaria cantidad que el Ayuntamiento regule para el consumo público».

Por último, la comisión que inspeccionó el terreno por donde trataba D. José Rico y Marqués de reconstruir la acequia, para la conducción de las aguas potables desde el Molí de l’Assut hasta las fuentes públicas de la villa, resolvió que era de común utilidad y redundaría en beneficio del común de vecinos la citada reconstrucción.

Dada la importancia de este asunto la municipalidad acordó que pasara una comisión de su seno y mayores contribuyentes a inspeccionar el terreno por donde trataba D. José Rico de reconstruir dicha acequia. Las condiciones que acordó la comisión para reconstruirla las podemos resumir en lo que sigue: D. José Rico se obligaba a construir a sus expensas una acequia de mortero que conduciría las aguas necesarias para surtir las fuentes públicas de la villa, ésta daría principio en la esquina misma de la casa molino que el referido Rico poseía en el azud y terminaría en el punto denominado de los huertecitos, entroncando con la acequia que en estos momentos conducía otras aguas. La acequia debía tener un palmo de ancha y otro de altura con el nivel correspondiente. En la nueva acequia que tenía que construir se habían de colocar pequeñas pilas de piedra labrada de dos palmos cúbicos, distantes unas de otras doscientos palmos (4) para que éstas sirvieran de recipientes de cualquier partícula extraña que arrastrara el agua. Se establecía la condición de que D. José Rico había de colocar al principio de la acequia, en la presa, rejillas espesas de alambre u otras materias que no viciaran las aguas para evitar el peligro de que se introdujeran algunos granos de los que solían caer de la rueda, los que corrompidos por la humedad ocasionarían la insalubridad de las aguas. Era pacto y condición precisa que el canal había de ir siempre descubierto, sin poder construir ningún trozo subterráneo. Una vez construida la nueva acequia que conduciría las aguas para las fuentes urbanas, correría a cargo de D. José Rico el cuidado de la acequia, su limpieza y reparación durante los dos primeros años de funcionamiento. Pasado dicho término se encargaría el común de esta villa de ella, cuidándola y limpiándola a sus expensas previo el oportuno reconocimiento de peritos que nombraría el Ayuntamiento. Era pacto y condición que los vecinos que poseían huertos con derecho a riego por la antigua acequia que conducía el agua a las fuentes de la villa, lo puedan ejecutar cuando se construya la que trata de reconstruir el mencionado D. José Rico tomando el agua antes de introducirse en el molino, no pudiéndose impedir esta operación por el Sr. Rico, pero dejando venir la necesaria para surtir las fuentes. D. José Rico se había de obligar mientras tuviese el molino abierto a tapar el agua de las fuentes cuando ésta viniese sucia por causa de lluvias, para impedir de este modo el que se ensuciase la acequia y cañería. Por último, se estipulaba que dicha obra tendría que estar terminada en un año, contando desde el día en que comunicase al Ayuntamiento que había iniciado los trabajos de la nueva acequia.

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Fuente de San Bonifacio, año 1953.

En cuanto a la procedencia de las aguas que abastecían las fuentes públicas, en las Ordenanzas de negó de 1884 (5) podemos leer: «…Por tradición se sabe y asegura que los dos manantiales más antiguos existentes y que dieron principalmente el agua para surtir las fuentes públicas de esta Villa, utilizando el sobrante el riego de la huerta de la misma, son conocidas con los nombres de las Fuentes del  «Pantano» y la de «Ginés Juan», vulgarmente llamada la última «Fuente de la Señora».

Nada se sabe tampoco con certeza sobre la época en que se explotó o alumbró la mina conosida por la «Ciega» situada en la partida de Pusa, pero si consta por dicha tradición que ésta se construyó y mejoró a últimos del siglo pasado (S. XVIII) (6) dándole más profundidad con el fin de procurar mayor caudal de aguas, poniéndole el nombre de «Mina Nueva» a la que ahora existe que es a la que se atrayen (?) las aguas de ¡a dicha Mina Ciega. Sin embargo de que no se puede fijar con exactitud la época en que se alumbró esta última, se asegura por la expresada tradición que ya se explotaba en los primeros años del siglo diez y siete porque entonces fue cuando a consecuencia de la expulsión de los Moriscos, vinieron a esta Villa nuevos pobladores…

Existe no se sabe tampoco con exactitud desde que época, a las inmediaciones de esta localidad una balsa en la que se recogen no solo las aguas de los manantiales antes expresados, si que también las de otros de menos importancia, cuales son el denominado «Fonteta» y «Tabaidas»…; además hay otros que por su insignificancia no se numeran y cuyos remanentes se recogen en un azud construido al efecto, distante sobre un Kilometro de la antedicha balsa y que encauzadas penetran en un acueducto que las conduce a la misma, siendo el expresado riego desde inmemorial, el que aprovecha las citadas aguas que discurren por la Rambla llamada de Pusa y que luego recoge el indicado azud, después de surtir las fuentes públicas de esta villa.

La dicha balsa recoge todas estas aguas, luego que se surten las fuentes públicas…»

Fuentes de la Plaça de Baix

Tenemos constancia de la existencia de cuatro fuentes distintas en la Plaça de Baix, antiguamente denominada Plaza de la Constitución.

La primera noticia referente a una fuente en la actual Plaça de Baix la encontramos en el acta del Conseil Particular del 13-VII-1627 (7), en el que se aprueba «que es fasa una font en la plaça en la present vila de quina manera… es fassens fer tacha a la vila perque la gent esta molt imposibilitada…»

Las condiciones del contrato para construir la obra aparece en los capitols, los cuales transcribimos por su interés y porque se trata del documento más antiguo que hemos encontrado referido a una fuente pública de Petrer.

«Capitols fets per Gironi Paja Fors (?) pedrapiquer per a la font que a de fer en la plasa de Petrer per que se obliga a fer una font en la plasa de Petrer prenint laigua alla aon li vendra lo corrent (?) competent.

—Item que aja de tenir dita font guit pams de ampiaría i quatre i mig de fondo i a de tenir la pedra tres quarts i mig de ampiaría per la ( ).

—Item que aja de tenir la coluna den mig set pams de altaría i la tasa i sobretasa tres pams de altaría i tres i mig de ampiaría i la bola (?) a de tenir de altaría quatre pams i mig.

—Item que la vila aja de donar tots los par trets de manobra i los homens que sien menester per a ajudar en dita obra de la font i portar dita manobra alla aon se a de fer donar cadufs per riegos (?) per com i recapte per a fer llaca excepto que io (?) e de posar les mans que sen-ten fer les pedres ben obra desasen (?) ( ) aquel les i encanyar la enca-dufada lo que sia menester fins posarla en la basa de alla on se pendra i posar la font en perjuisio conforme la trasa.

—Item se obliga acabar aquella font lo dia de San Bertomeu ques a vin-tiquatre de agost del present any com la vila li done la manobra necesaria ab tems com son cadufs i cals i la necesaria per a encanyar.

—Item que li an de pagar lo concert de dita font en tres yguals pagues en esta forma lo dia que comensara a fer faena la una paga i lo dia que acabara dita font la segona paga i la tercera del dia que acabara la font en un any.

—Item que dita font la aja dexar acabada ab la perfisio que millor sia conforme la trasa a coneguda de dos experts i si no estara conforme dits dos experts la aja de posar conforme per aquells sera indicat a costes del dit Paja Fors (?).

 —Item per a seguritat de dita obra i font aja de donar seguritat obligantse a la vila conplir dits capitols fets per a dita font i asegurar aquella un any i un dia i los justisia i jurats en nom de dita vila li ajen de asegurar i conplir tot lo preu de dita font i demes coses que sien necesaries per a dita obra conforme los capitols presents i ferli obligasio de tot lo contes».

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Fuente de las gradas de la iglesia, año 1935.

En 1784 Bernardo Espinalt y García (8) dice referente a la fuente que nos ocupa: «…la Iglesia es muy antigua y chica, por cuya causa se está construyendo una nueva de buena arquitectura en la plaza principal, en medio de la qual hay una hermosa fuente…».

Pascual Madoz (9), en 1849 cuando describe el pueblo habla de la existencia de «…2 fuentes, una en la plaza de la Constitución, y otra llamada de Arriba, de cuyas ricas y abundantes aguas se surte el vecindario».

La segunda referencia documental relativa a una fuente en dicha plaza, la encontramos en el Archivo Municipal, en el «expediente instruido para llevar a efecto la subasta de construcción y colocación de una fuente monumental y de servicio público en la Plaza de la Constitución de esta Villa» (10). En este sentido, con fecha 14 de abril de 1890, al formalizar el presupuesto municipal se tuvo en cuenta la necesidad de construir una fuente monumental en dicha plaza que reemplazaría a la existente que estaba en pésimas condiciones. La Corporación municipal acordó llevar a efecto la construcción de la referida fuente, cuyo monumento se colocaría en el mismo sitio que estaba la anterior y tras encargar la confección del proyecto, éste tenía que ser aprobado por el Ayuntamiento y por el Sr. Gobernador Civil de la provincia, en vista del cual se acordaría la subasta de las obras por pujar a la llana y se redactaría el pliego de condiciones económicas a las que debería ajustarse.

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Plaça de Baix, años 50.

En el informe de fecha 18 de abril, la comisión de obras públicas del Ayuntamiento, dice «que la fuente que actualmente existe en la Plaza de la Constitución, es antigua, de mala construcción y de mal aspecto, por lo que se desperdicia agua que es necesaria en el sitio que se halla instalada, para las necesidades del vecindario, y también que su figura hace desmerecer el hornato que ostenta la fachada de la Iglesia Parroquial, que está enfrente, la regular y buena extensión de dicha plaza y las nuevas fachadas construidas en la misma, así como de otras edificaciones que en ella también puedan verificarse… la Comisión confía a Don Manuel Dorado y Diez, maestro de obras titular, la confección del proyecto y los documentos correspondientes de la referida fuente…»

El día 27 de abril, en sesión ordinaria se dio cuenta del proyecto acordándose que la obra reuniese las condiciones artísticas y de solidez necesarias, que su coste no ascendiera a más de 1.558 ptas., 76 cts. y que la subasta para adjudicar la construcción de dicha fuente se llevaría a efecto el día 18 de mayo, en el salón de sesiones de la Casa Consistorial.

En el pliego de condiciones económicas, se fija la fecha, la duración, el tipo fijado para el remate, la garantía provisional que los proponentes deben de depositar en la caja municipal (75 ptas.) para responder del resultado del remate, el plazo para finalizar la fuente, tres meses a contar desde el día en que se le notifique la adjuficación del remate, etc.

La Corporación municipal el 14 de mayo 1890 prorroga el plazo de presentación de plicas hasta el día 1 de junio por no haberse recibido aún el proyecto. La subasta a la baja, anunciada por el alguacil pregonero, parte del coste proyectado (1.558 ptas., 76 cts.), adjudicándose, tras varias propuestas, a Vicente Montesinos Díaz por 1.100 ptas. Éste acepta el proyecto, conociendo el plano y las condiciones.

El escritor monovero José Martínez Ruiz, Azorín, en su libro Antonio Azorín, (1903) al referirse a Petrer escribe: «…hay una plaza grande, callada, con una fuente en medio y en el fondo una iglesia. La fuente es redonda: tiene en el centro del pilón una columna que sostiene una taza; de la taza chorrea por cuatro caños permanentes el agua… Es una bella fuente que susurra armoniosa; es una bella iglesia que se destaca serena en el azul diáfano».

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Fuente de las gradas de la Iglesia. Año 1956.

También encontramos referencias a esta misma fuente en su novela El enfermo (1943) (11). En el segundo capítulo, titulado «El pueblo», Azorín dice: «El pueblo se asienta en una suave ladera: en la parte baja se abre una ancha plaza —donde se levantan las casas más ricas— con una fuente en su centro; es de mármol rojo, con cuatro caños que manan día y noche».

Posiblemente, a principios de la década de los años 20 se instaló la fuente empotrada en el muro de las gradas de la iglesia, que sustituyó a la que estaba situada en el centro de la plaza. Tenía un grifo cubierto por una hornacina y una pila de mármol. Antes de construirse el mercado de abastos en los bajos del antiguo Ayuntamiento, el mercado se celebraba en la Plaça de Baix y delante de las gradas se colocaban las pescaderías para aprovechar el agua de la fuente. Esta fuente desapareció definitivamente cuando se modificaron las gradas, a finales de los 50. Se remodeló la plaza cortando los vetustos árboles y se construyó una fuente decorativa de forma circular en el centro, seguramente en el mismo lugar que había estado la fuente que nos describe Azorín en sus obras.

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Fuente decorativa de la Plaça de Baix. Forma circular con pebetero central.

Fuente de San Bartolomé

Sabemos a través de la documentación municipal (12), el día que fue inaugurada la fuente ubicada en la plazoleta de la calle de San Vicente, en la actualidad calle Gabriel Brotóns. La fuente de San Bartolomé fue inaugurada y bendecida el día 24 de agosto de 1881, festividad del titular Apóstol San Bartolomé (13).

En el acta levantada por la Corporación municipal consta el itinerario del acueducto de dichas aguas potables, así como una relación de los puntos, donde se hallaban colocadas las pilas y también el recorrido del acueducto de retorno de dichas aguas a la balsa de riego.

Respecto a la procedencia de las aguas y al coste de la obra, en el acta podemos leer: «Al tomar posesión de sus honrosos cargos esta Ilustre Corporación, inició el pensamiento de conducir a esta población las aguas potables del río manantial denominado «la Fonteta», para cuyo efecto apeló a la voluntad del vecindario; contribuyendo con una parte alícuota que por no ser suficiente totalmente tendrá que incluir en el Presupuesto municipal inmediato adicional una cantidad de 2.538 ptas. 38 cts., cuyas obras que no pasan por ahora de 5.500 ptas., terminaron en el día de ayer».

Al referirnos a la dirección del acueducto, nosotros únicamente destacamos aquellos puntos que consideramos más representativos o más fáciles de localizar. El total del recorrido desde el nacimiento de la Fonteta hasta la fuente de San Bartolomé era de 1.097 metros.

La 1ª pila, pieza grande de piedra cóncava y profunda, donde cae o echa el agua para varios usos, estaba situada, como es lógico suponer, en el mismo nacimiento; la 2ª a los 46 m. de distancia al atravesar el camino del nacimiento (Rambla); la 7ª a los 39 m. tras el molino del Sr. Rico (también conocido por el Molí de l’Assut); la 12ª a los 31 m. que es la pila del caño de la Hoya; la 19ª a los 30 m. en la bajada del huerto en dirección a la cañería antigua; la 24ª a los 47 m. en el postigo de la calle de la Virgen; la 29ª a los 27 m., primer respiradero en la fachada de la casa de Francisco Guillén, calle de la Iglesia; la 31ª a los 28 m. sobre la fachada de la Iglesia, entrada a la plaza del mismo nombre; la 32ª a los 7 m. primer grifo en dicha plaza; la 33ª a los 16 m. en la entrada de la calle Mayor; la 34ª a los 37 m., segundo respiradero, sobre la fachada del Horno Mayor; la 38ª a los 16 m. enfrente de la casa de Dña. Teresa Gómez Algarra, calle de San Roque, entrada a la Plaza de Salamanca y por último la 42ª a los 9 m. la referida fuente nueva.

Por lo que respecta al retorno a la balsa era como sigue: la pila 1ª a los 8 m. de la fuente, en la misma dirección que lleva el acueducto principal, contiguo al mismo; la 4ª a los 52 m., esquina de la casa de Bartolomé Maestre, calle de San Roque; la 5ª a los 21 m. puerta de la casa de Carlota Sarrió, calle Boquera; la 6ª a los 47 m. frente a la casa de José Ramón Valera, 4 esquinas; la 8ª a los 27 m, esquina de la casa de D. José Rico, entrada a la Plaza de la Constitución y la 9ª a los 30 m. junto a la puerta principal de la Casa Consistorial, desde donde atravesando su profundidad se introducen las aguas en dicha balsa, juntamente con las del retorno de la fuente de la referida Plaza de la Constitución. El recorrido de retorno del agua de la fuente de San Bartolomé hasta la balsa de riego era de 244 m.

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Fuente de San Bartolomé o de los cuatro chorros, inaugurada y bendecida el 24 de agosto de 1881.

Por último el acta describe cómo se celebró la inauguración y bendición de esta fuente, dice así: «Siendo las diez de la mañana del precitado día y después de terminar la función religiosa del Apóstol titular San Bartolomé, salieron del Santo Templo parroquial el Clero revestido con Cruz alta en procesión, acompañado de esta Corporación municipal y personas respetables de esta localidad, a la precitada fuente para bendecirla, cuyas sagradas ceremonias tuvieron lugar inmediatamente en medio de un júbilo indescriptible, vuelo de campanas y los acordes armoniosos de la bien lucida banda musical de esta villa. Se le puso por nombre fuente de San Bartolomé; acordándose en el acto, por tan fausto acontecimiento, celebrar el regocijo con fiestas populares de fuegos artificiales y danzas al estilo del país por ocho días».

En el Archivo Municipal14 hallamos en 1905 un «expediente instruido para la ejecución de ciertas obras en la tubería de desagüe de la fuente pública denominada de San Bartolomé y para establecer la servidumbre de paso de la citada tubería por la casa número 2 de la calle de Miguel Amat de esta villa propiedad de Don Miguel Amat Broqués» (15).

El problema que se suscita, 24 años después de la inauguración de esta fuente, lo expresaba el encargado de las fuentes públicas de aguas potables en los siguientes términos: «…que la tubería de desagüe de la fuente denominada de San Bartolomé, no absorve toda el agua sobrante de la misma en determinados momentos rebasando la pila que sirve de recipiente, y filtrándose como es consiguiente por los terrenos contiguos, con lo que sin duda habrá de irrogarse perjuicios a alguna o algunas de las casas de aquellos alrededores que a todo trance se hace preciso evitar. Que como medida de precaución se había disminuido el caudal de aguas que hasta ahora abastecía dicha fuente con lo que se había atajado algún tanto el rebasamiento de las mismas en la pila de referencia. Que a su juicio, todo esto obedecía a la falta de respiraderos de que adolece la citada tubería y a mayor abundamiento a que tanto ésta como la que conduce las aguas sobrantes de la fuente de la plaza de la Constitución, vienen a converger en un punto dado para verter juntas en la balsa de riego, lo que a su entender produce la no absorción de todas aquellas…».

Se nombró a la comisión de policía urbana del seno de la Corporación auxiliada de las personas peritas y competentes para que practicasen un detenido reconocimiento y propusiesen lo más conveniente y acertado para corregir que continuasen rebasando las citadas aguas, evitando las filtraciones y con ello los perjuicios que pudieran ocasionar a los edificios colindantes.

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Plaça de Dalt, donde estuvo ubicada la fuente de dos caños.

Esta comisión tras reconocer detenidamente la fuente denominada San Bartolomé, situada en la calle Sagasta (16) pudo observar, que efectivamente la tubería de desagüe de esta fuente no absorbía con regularidad toda el agua sobrante de la misma. La comisión era de la opinión de que la tubería se había instalado con muy poco desnivel, careciendo además de los respiraderos correspondientes para la circulación del aire. Para corregir todos estos fallos propuso: 1.° Para conseguir suplir la falta de desnivel de que adolece la citada tubería es conveniente elevar las paredes laterales de la pila que sirven de recipiente a las aguas de la citada fuente, a la altura del pilón de aquélla con lo que se obtendría un mayor desnivel, de un metro aproximadamente. 2.° Instalar uno o dos respiraderos en todo el recorrido de la citada tubería. 3.° En concepto de los que informan, la causa principal de que la repetida tubería no absorva con regularidad toda el agua sobrante de dicha fuente estriba del enlace de la tubería frente a la puerta de entrada a la Casa Consistorial de esta villa, con la que conduce las aguas también sobrantes de la fuente instalada en la Plaza de la Constitución y en su vista aconsejan la conveniencia de desviarlas, evitando la bifurcación de ambas tuberías de desagüe, dándoles salida independiente a la una de la otra. Que dicha operación puede y debe efectuarse por cualquiera de las casas colindantes con la balsa del riego de esta villa y al efecto los que informan se habían puesto al habla con Don Miguel Amat Breques, dueño de la casa número dos de la calle denominada de Miguel Amat y habiéndosele propuesto la conveniencia de dar salida por el interior de su citada casa a las aguas de referencia, ha aceptado en principio bajo las siguientes condiciones. Éstas eran: la concesión habría de ser a perpetuidad, el concesionario podría utilizar dichas aguas para todos los usos domésticos; el gasto que originase la instalación de la tubería y demás accesorios que fueran preciso utilizar hasta verter el agua en la balsa del riego serían de cuenta del municipio y la reparación de la misma en lo sucesivo por lo que afecta al recorrido de todo el interior de la repetida casa, sería de cuenta del concesionario.

Finalmente el Ayuntamiento acordó por unanimidad efectuar todas y cada una de las reformas propuestas y aceptar las condiciones estipuladas entre D. Miguel Amat Broqués y la comisión de policía urbana del seno de la Corporación para el establecimiento de la referida servidumbre.

No sabemos con certeza en qué fecha pasó esta fuente a tener dos caños, en vez de los cuatro que tenía cuando fue inaugurada, pero sí sabemos que la fuente en el año 1934 ya contaba con dos caños. Esta misma fuente en el año 1950 fue ubicada en la Plaça de Dalt.

NOTAS:

(1) A.M. Petrer, Leg. 5, exp. 3.

(2) Medida itineraria equivalente a 5.555 m. en Alicante.

(3) A.M. Petrer, Leg. 41.

(4) Medida de longitud equivalente en el País Valenciano a 0,228 m.

(5) A.M. Petrer, Leg. 56 (1), exp. 4.

(6) El 8-II-1789, en reunión celebrada en el Ayuntamiento por el Consejo y Regimiento de la villa y por todos los regantes de la Balsa, se aprobó la nueva excavación de las minas de Puga. A.M. Petrer, Leg. 5, exp. 2.

(7) A.M. Petrer, Llibre de Consells (1616-1648), L. 49/1.

(8) Espinalt y García, B. (1784): Atlante Español, Madrid.

(9) Madoz, P. (1849): Diccionario Geográfíco-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid. T.X1I.

(10) A.M. Petrer, Leg. 56 (1), exp. 8.

(11) Pavía Pavía, S. (1993): Petrel, los años decisivos: 1923-1939. Alicante (en prensa). Aunque la novela está publicada en 1943, sin duda alguna está escrita a partir de datos y recuerdos que son contemporáneos con la documentación acumulada para la redacción de Antonio Azorín.

(12) A.M. Petrer, Leg. 56 (1), exp. 7.

(13) En los capítols del 13-VII-1627 para construir una fuente en la plaza de la villa vimos cómo una de las condiciones era que ésta debía de estar terminada el día de San Bertomeu.

(14) A.M. Petrer, Leg. 41.

(15) Hijo del escritor Miguel Amat Maestre.

(16) En el año 1881 este lugar aparecía como la plazoleta de la calle San Vicente, en la actualidad es calle Gabriel Brotóns.