- Petreraldia.com – Noticias de actualidad de Petrer y su comarca - https://petreraldia.com -

Las elecciones municipales de 1979: análisis sociológico y programático

NOTA: Artículo publicado originalmente en la Revista Festa 2004 [1].

Petrer celebra este año treinta y cinco años de un triple acontecimiento: la aparición de la revista »Festa», las primeras elecciones municipales de carácter democrático habidas desde la República, y la constitución de los nuevos ayuntamientos. Invitado a participar en la revista Festa de este año con algún escrito alusivo al momento político de esa coyuntura histórica, he optado por centrar mi atención en el hecho de lo que fueron y significaron para esta localidad las elecciones municipales celebradas en abril de 1979, hace por lo tanto treinta y cinco años.

1979-elecciones-petrer-1 [2]
Adolfo Suárez en Petrer a principios de los 80. Foto: Heliodoro Corbí.

Contexto histórico estatal

Para poder entender y apreciar qué fueron y qué significaron para Petrer las elecciones municipales, que yo califico como «históricas», es conveniente situar el pueblo en el contexto de lo que sucedía el año 1979 en la vida petrerense y cuya influencia se dejó sentir en la evolución de esas elecciones.

Se viven en el año 79 momentos complejos y contradictorios, de esperanzas, por un lado, y de tensiones, por otro. Se percibe en España la ilusión por el cambio. Las ansiadas libertades por las que tanto se lucho ya son objeto de disfrute, la tan esperada democracia se está haciendo presente, la alegría de poder votar de nuevo se ha transfor­mado en realidad gozosa. Sindicatos y partidos ya han sido legalizados. Se cuenta con una constitución que cris­taliza una nueva forma de ordenar la convivencia. Están a punto de formarse los primeros ayuntamientos democráticos, desaparecidos durante la dictadura franquista. Todo eso constituye signos de esperanza. Pero, al mismo tiempo, en el reverso de la moneda, también se hacen patentes en ese año tensiones y dificultades. La crisis económica nacida en el 73. pero olvidada y manipulada adrede durante los últimos años del franquismo y de la transición democrá­tica comienza a alargar su sombra de recesión, paro e inflación, oscureciendo el nuevo amanecer de la incipiente democracia y dificultando la consolídación de la misma, de tal forma que ya en este 79 comienza a hacer su apa­rición en amplios sectores de la población española el fantasma del «desencanto político», que se manifiesta en un aumento de la abstención en las dos elecciones que hubo, generales y municipales.

Todo esto que estaba sucediendo a nivel estatal tenia su reflejo en el ámbito local en forma igualmente parecida de esperanzas, ilusiones, aires de cambio, expectativas, pero también de tensiones, frustraciones y dificultades. Había llegado la democracia a Petrer, pero se trataba de una realidad aún inmadura que había que mimar, cuidar y hacerla madurar, cosa que no fue nada fácil, ni siquiera en el ámbito local de un pueblo como éste. Las elecciones munici­pales y la constitución del primer ayuntamiento democrático desde la II República se esperaba que contribuyeran a tan noble tarea.

Un esbozo de Petrer en los años 70

En ese año tuvieron lugar, en la comarca, aconteci­mientos a los que Petrer no pudo sustraerse. Las luchas políticas y sociales que sacudían a la cercana Elda, la problemática afín a ambas poblaciones, se dejaban sen­tir también en esta localidad. No en vano, si acudimos a los periódicos de esa época, en más de una ocasión se aprecia cómo en las dos localidades se había tejido una especie de cordón umbilical que, -en forma de «Movimiento obrero y ciudadano»-, unía las luchas de eldenses y petrerenses en la conquista de mejoras políticas y sociales. En ese orden de cosas cobra sentido la preocupación de los partidos de Petrer, que se presen­taban a las elecciones municipales con la promesa de posibilitar la creación de una mancomunidad con Elda y con otros pueblos de la comarca [3] para la solución de problemas comunes.

Cabe, pues, desentrañar con algo más de detenimiento cuáles eran las realidades más significativas que con­dicionaban la vida política de este pueblo, realidades diversas que marcaron la historia de Petrer en ese año y que se dejaron sentir en las promesas electorales.

1979-elecciones-petrer-2 [4]
El monocultivo industrial y el clandestinaje fueron y son características de las empresas de calzado.

Si nos fijamos, primeramente, en los aspectos demográficos, que hacen alusión a todo lo relacionado con la pobla­ción, es importante destacar cómo a partir del año 77, se empiezan a notar signos de ralentízación y contracción en el, hasta entonces, crecimiento positivo de la población petrerense. Si en los años 74,75 y 76 el crecimiento demográfico se había cifrado en 1.935 habitantes, en los tres sucesivos 77,78 y 79 sólo lo hace en 485 personas. Es obvio que se empezaba a dejar sentir sobre la evolución demográfica de esta localidad la influencia negativa de la crisis que, por aquel entonces, se cernía sobre el resto de la economía española y que afectaba de forma concreta a la industria del calzado y de la marroquinería aquí localizadas. Tal crisis va a significar quiebra de empre­sas, reducción de salarios, disminución de puestos de trabajo, desempleo, dificultades económicas, cargas fami­liares. Todo eso se traduce en actitudes de recelo y de contención demográfica. Si la vida diaria se hace más difí­cil y el trabajo escasea, ya se piensa en tener menos hijos, o ya no llegan tantos inmigrantes como en la década anterior.

También es de observar la influencia en ese dato demográfico de una variable política cual fue la transición demo­crática. tanto en el sentido de aportar una actitud más favorable a la planificación familiar, consecuencia de la liberalizacion y despenalización del uso de los «anticonceptivos», como en el de propiciar el cambio de rol de la mujer, menos ligado al tradicional de «madre» y »esposa». En toda esta transformación tuvo un lugar destacado, sin duda alguna, la influencia de la ideología feminista y el hecho de la generalizada incorporación de la mujer al trabajo.

Es lógico pensar que esta situación de la demografía petrerense con sus secuelas económicas y sociales tuviera su eco en la oferta programática de los distintos partidos que concurrían a las elecciones municipales; la necesidad de una atención preferente al mundo de la mujer y al ámbito de la familia se dejaba sentir en los contenidos pro­gramáticos ofrecidos a la ciudadanía para captar su voto.

Si dirigimos la mirada al contexto económico de Petrer por aquel entonces, hay que convenir en situar la economía de este pueblo bajo la influencia de tres parámetros: su carácter preferentemente industrial, centrado especialmente en el sector del calzado y la marroquinería, el hecho de tratarse de una industria sacudida -al igual que en el resto de la comarca- por una fase de estancamiento e incluso de recesión, y la existencia en ella de un elevado porcentaje de clandestinaje o, dicho en otros términos, su rasgo de «economía sumergida». Es razonable comprender y admitir que esta situación económica pudiera influir en la orientación de la vida política local, convirtiéndose en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía petrerense, de los programas de los partidos políticos y de las luchas de los movimientos sociales.

No se puede dejar de ubicar la situa­ción política del Petrer de ese año de elecciones municipales, sin ana­lizar, aunque sea a grandes rasgos, cuál era su contexto social. Si lo que se conoce con el nombre de «bienestar social» siempre ha cons­tituido para los ciudadanos y ciu­dadanas un objetivo a alcanzar en cualquier época, en ese momento histórico, en el que el cambio político comienza a hacerse realidad con la llegada de la primavera de la democracia y está cerca la consti­tución de los primeros ayuntamientos elegidos, la gente de Petrer, a través de sus asociaciones vecinales, organizaciones sociales y formaciones políticas y sindicales, lo siente de una forma muy intensa y se lanza a su consecución de una forma bastante comprometida, como se evidencia al hojear los pro­gramas electorales de los distintos partidos o coaliciones políticas. La preocupación por un trabajo seguro y esta­ble, la lucha por la creación de más colegios y guarderías, los esfuerzos por cubrir las deficiencias sanitarias exis­tentes, las gestiones y manifestaciones por la puesta en marcha de una Residencia de la Seguridad Social de carácter comarcal, son, entre otros, aspectos dignos de resaltar y que explican esa conjunción de inquietudes y movi­lizaciones con el Movimiento Obrero y ciudadano de la cercana Elda que marcan la historia de esa época.

1979-elecciones-petrer-3 [5]
Imagen del barrio del Guirney en 1979. Las AAVV luchaban por una mayor calidad de vida. Foto: Festa 79.

Desde el punto de vista de lo urbanístico la situación de Petrer a la llegada de las elecciones municipales de abril del 79 se caracterizaba en general por un crecimiento significativo de su tejido urbano, pero con el agravante de no haber sido ni racional ni planificado, al no existir en el ayuntamiento plan alguno de ordenación urbana; las primeras normas subsidiarias de planeamiento urbanístico fueron aprobadas en el Pleno celebrado el 17 de Marzo de 1977 y se trataba de normas, no de un Plan completo.

Esta falta de planificación se dejaba traslucir en el hecho de que en Petrer se diera una notable ausencia de espacios verdes, así como una significativa falta de infraestructuras y servicios orientados al bienestar de la ciudadanía tales como la recogida de basuras, el alcantarillado, la limpieza y asfaltado de las calles o el problema del tráfico entre otros. Un testimonio claro de tal situación se refleja en un escrito de una de las Asociaciones de Vecinos existentes en aquel entonces, en concreto la de Miguel Hernández: «Actualmente. uno de los problemas más importantes con que nos encontramos en el barrio es el proyecto de asfaltado de calles… En el barrio nos son necesarios otros servicios como son un colegio para párvulos, una guardería, zonas verdes y deportivas y es necesario que el servicio de limpieza mejore en la recogida de basura y limpieza de las calles» (1).

Paralelamente a. afloramiento de toda esta problemática urbanística, las Asociaciones de Vecinos ya existentes que han ido surgiendo a lo largo de los años anteriores se plantean como objetivo principal dar una respuesta adecuada
a todos estos problemas de carácter urbano que afectan a la vida de los habitantes de sus respectivos barrios, solución que exigen de los partidos locales que se presentan a esas elecciones municipales, y que éstos en menor o mayor grado, incorporan a sus programas.

Puede sintetizarse, como resumen de lo expuesto, que la vida política de Petrer durante un año como el 79 cargado como dije al principio de importantes y trascendentales acontecimientos, va ligada, como consecuencia de su contextualización histórica, a la existencia de retos y dificultades a superar, pero, asimismo, va acompañada de esfuerzos conjuntados, de ilusiones de cambio y de expectativas de solución. Algunas o bastantes de estas esperanzas se verian cumplidas con el advenimiento del primer ayuntamiento democrático; otras, por el contrario, permanecerían abiertas para un futuro posterior.

Radiografía sociológica de las candidaturas

Cinco fueron los partidos y coaliciones que concurrieron a las elecciones municipales del 3 de abril de 1979 en Petrer: el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), la UCD (Unión de Centro Democrático), el PCPV (Partido Comunista del País valenciano), el MCPV-OIC (Movimiento Comunista del País Valenciano -Organización de Izquierda Comu­nista) y CD (Coalición Democrática). La relación completa de candidatos presentados ante la Junta Electoral de Zona sumaba la cantidad de 116 entre titulares (105) y suplentes (12). ¿Cuántas mujeres figuraban en esas listas? ¿Cual era su edad media dominante? He aquí dos referencias sociológicas -género y edad- que voy a analizar, dando el resultado de dicho estudio una radiografía del perfil medio del candidato petrerense a esas primeras elecciones muni­cipales del año 79 desde la óptica de esas dos variables.

Análisis de género: hombres y mujeres

De un total de 105 candidatos titulares de las diferentes listas 86 nombres correspondían a personas pertenecien­tes al género masculino y sólo 19 eran mujeres, lo que, traducido en porcentajes, suponía el 81*90% de candidatos frente a un exiguo 18’09% de candidatas. De sumar los doce suplentes -todos, asimismo, varones-, la cantidad se modificaría con un aumento de la candidatura masculina a un 83’66% y con una disminución de la femenina a un todavía más reducido 16’34%.

Si nos detenemos en la observación más pormenorizada de cada partido o formación política nos encontramos sorpresas y curiosidades. Así, vemos como el PSOE. partido que se presentaba como de izquierda, y CD, la coalición situada más a la derecha del espectro político, coincidían en ser los partidos que menos mujeres presentaban en sus listas -dos frente a 23 varones (un 8’69%)-, mientras que el Movimiento Comunista era el que se llevaba la palma en su oferta femenina con ocho candidatas en contraposición a trece candidatos, lo que suponía un 38’09% de mujeres, cifra verdaderamente significativa y más en un momento como ése de iniciación democrática. El Partido Comunista incluía cinco mujeres en una lista de 24 miembros (20’83%), a la par que el otro partido representante de la derecha o del centro, como se autodefinía, la UCD, presentaba sólo dos mujeres de un total de veintiún candidatos (9’52%).

1979-elecciones-petrer-4 [6]

Profundizando algo más en esta radiografía de género de estas primeras elecciones municipales realizadas en Petrer en abril del 79. se advierte que ninguna mujer figura como candidata a la Alcaldía y que, situadas entre los diez primeros puestos de las cinco listas electorales, únicamente figuran diez mujeres, destacando el hecho de que en las candidaturas de CD y del MCPV-OIC el segundo lugar está ocupado por una de ellas, mientras que en el resto de formaciones políticas las mujeres empiezan a partir del sexto lugar. De nuevo sigue siendo la candidatura del Movi­miento Comunista la que destaca en este aspecto, incluyendo cuatro mujeres entre sus diez primeros candidatos. Este dato, que puede parecer intrascendente, tuvo su repercusión práctica en el hecho de que en la Corporación Muni­cipal que resultó constituida como fruto de los resultados electorales y que constaba de 21 miembros, únicamente dos eran mujeres, una de ellas perteneciente al Partido Socialista y otra a Coalición Democrática. Escasísima repre­sentación femenina en una población donde las mujeres suponían la mayoría demográfica y el grueso más fuerte del censo electoral.

A la vista de estos datos y sin olvi­dar que se estaba en los albores de la democracia, lo primero que se me viene a la cabeza es destacar el escaso peso femenino en las can­didaturas al ayuntamiento de Petrer. ¿Qué significa esto? Que la mujer, tanto en la sociedad española en general, como en la petrerense más en concreto, seguía siendo discri­minada en aspectos tan importan­tes y significativos como eran los referidos a la acción y gestión polí­tica. La igualdad de género todavía no había llegado a este campo. Era obvio que las formaciones políticas -partido o coaliciones- en el fondo seguían pensando que las mujeres no gozaban de tirón electoral y que era mejor incluir pocas y en puestos no relevantes No se confiaba en ellas políticamente. ¿Por qué? Puede haber vanas explicaciones. Para unos quizá se explique por el hecho de que la sociedad española de entonces, y en particular la petrerense. del 79. seguía desconfiando de la capacidad de la mujer para asumir cargos de responsabilidad política y temía arriesgarse a la hora de contar con ella para tan «arriesgada» tarea; quizá, para otros, seguía imperando la ancestral y tradicional mentalidad del «poder varón» y todavía no había penetrado en ellos suficientemente los aires nuevos del «feminismo»; para unos terceros, la explicación o la justificación sería más sencilla y se trataría de admitir que la democracia estaba en pañales, recién nacida o estrenada, y todavía no había transcurrido el tiempo y rodaje suficiente para que las ideas sobre la «igualdad de género» se convirtieran en una realidad más normalizada de la sociedad y, por supuesto, en los partidos era necesario más tiempo para que tales ideas pudieran calar y se dejaran notar.

1979-elecciones-petrer-5 [7]
Mujeres en la manifestación del 1 de mayo de 1979 en Petrer.

Lo segundo que advierto en el análisis estadístico antes expuesto es que son dos de las fuerzas políticas de izquierda petrerense, el PCPV y. de forma significativa, el MCPV, quienes mejor entienden y aplican el axioma de que «todos somos iguales» y que las mujeres pueden ser tan buenas y eficaces concejalas como los hombres. Quizá ésto pueda entenderse por el hecho de la presencia en el seno de tales formaciones políticas de una fuerte presencia y dinamismo femenino, o también por la estrecha relación que estos partidos tuvieran con organizaciones feministas existentes en esta localidad como fue el caso de «la Asamblea de Mujeres», asociación que es objeto de investigación en un artículo de esta misma revista. [1]

Análisis de edad: jóvenes y adultos

Para poder hacer una radiografía sobre la edad de los candidatos, es preciso delimitar el espacio temporal que abarca cada fase de la vida humana en lo que a política se refiere. A tales efectos y siguiendo criterios sociológicos más que demográficos, definiré como candidato joven al que se encuentre entre los 18 y 30 años, candidato adulto el comprendido entre los 31 y los 60, candidato viejo o de la Tercera Edad toda aquella persona que supere el listón de los sesenta.

Partiendo de estas premisas fundamentales y centrando la investigación sólo sobre los 105 candidatos titulares, al ser ellos los únicos sobre los que la fuente hemerográfica aporta el dato de la edad, la observación estadística per­mite aportar los datos que a continuación se expresan.

De ese total de 105, sólo hay 30 candidatos ubicados en el tramo joven, 71 que están entre los treinta y uno y sesenta años, y únicamente cuatro que excedan de los sesenta. Si traducimos estas cantidades absolutas en porcentajes relativos sale un 28’57% de candidatura «joven» por un 67’61% de candidatos «adultos» y un escasísimo 3’80% de la candidatura de la Tercera Edad. Es evidente que tales porcentajes muestran una gran distancia entre candi­datos y candidatas pertenecientes a los diferentes tramos de edad predominando de forma muy significativa aque­llos que tienen de 31 a 60 años y, dentro de este sector, el mayor número se ubica en los que están en la treintena.

Si se baja al detalle de la candidatura presentada por cada partido o coalición, nos encontramos que es el MC la formación política que más sobresale en lo que a la edad joven de sus candidatos se refiere, pues, de los veintiún titulares que componen su lista, quince son jóvenes -hay dos con menos de veinte años- frente a sólo seis comprendidos en el tramo de «adultos». Eso da una candidatura con una edad media de 26 años. Le sigue el PCPV con nueve candidatos en edad igual o inferior a los 30 años, frente a once adultos y un pensionista de 63, estableciéndose la edad media de su candidatura en 33 años. En tercer lugar estaría la UCD con un solo candidato menor de 30 años por 19 comprendidos en la fase adulta, y uno con 67 años. El perfil medio de edad de la candidatura ucedista aún dis­poniendo de un único candidato joven, raya los 38 años. A continuación vendría el PSOE con una candidatura cuya edad media está en los 44 años, y una lista en la que figuran tres miembros situados en el tramo joven de 18 a 31 por 16 candidatos adultos y dos con edades de 72 y 74 años. El quinto y último lugar estaria representado por CD que, aún coincidiendo en términos relativos con los socialistas en la edad media de sus candidatos -44 años-, baja­ría en términos absolutos al tener sólo dos jóvenes en su candidatura, uno menos que la lista del PSOE.

1979-elecciones-petrer-6 [8] 1979-elecciones-petrer-7 [9]

¿Qué reflexiones me merecen esta observación estadística? Aún a riesgo de equivocarme, tres son las conclusiones que vienen a mi consideración. La primera es que, en general, los partidos petrerenses han preferido para sus can­didaturas al ayuntamiento la marca de la «adultez» o la «madurez» -sociológicamente hablando-, supongo que bus­cando, no sé si acertada o desacertadamente, un equilibrio intermedio entre el dinamismo espontáneo de la juven­tud y la experiencia sosegada de la vejez, sectores ambos (jóvenes y viejos) no suficientemente reconocidos, dado su peso demográfico, social y electoral. La segunda es la constatación, a partir de las cifras expuestas, de una con­tradicción existente entre una sociedad como la de entonces que, tanto en lo económico y laboral como en lo cul­tural y propagandístico, comenzaba a mitificar la juventud como aspiración ideal y a ensalzar el protagonismo de lo «joven» en muchos aspectos de la vida, y la realidad concreta del campo de la acción política en la que no se reco­noce al joven esa importancia que en otros sectores sí se le confiere. La tercera y última conclusión es que. al igual que ocurría en el análisis de género antes expuesto, siguen siendo el Movimiento Comunista seguido del Partido Comu­nista -partidos de izquierda- quienes demuestran tener más confianza en la capacidad de la juventud y le dan una mayor participación en lo político al incluir en sus listas mayor número de candidatos jóvenes.

Uniendo los datos de género y de edad sale el retrato robot del candidato a las elecciones municipales de Petrer del año 79 en lo que a esas variables se refiere, a saber: varón, casado y adulto, es decir, con una edad comprendida entre los treinta y sesenta años.

Si se hace una comparación entre la realidad electoral municipal de ese año, 1979, y la actual, se observa, como es lógico, un avance positivo en lo refe­rente al género y edad de los 21 concejales y concejalas del actual ayun­tamiento al constatar un aumento significativo de mujeres e, igualmente, aun­que en menor proporción, de jóvenes -en el sentido antes expresado-, en la composición de la Corporación Municipal surgida de las elecciones muni­cipales del año 2003.

Radiografía política de los programas electorales

Detrás de cada candidatura hay latente una ideología o determina­dos valores que la definen como «de izquierda» o de «derecha», otra cosa es que tales valores políticos o ideológicos se diluyan en una retahíla de promesas, o no se defi­nan con la suficiente claridad y coherencia, pero existen, y descu­brirlos debe ser tarea del analista o del investigador, aún a riesgo de la subjetividad propia de todo el que piensa o recrea la realidad. Radiografiar en la medida de lo posible ese sustrato ideológico-politico que subyace tras cada partido y coalición que se presenta a las elecciones municipales de Petrer del año 79 es el objetivo inmediato

La base ideológica de la candidatura socialista, si nos atenemos a unas declaraciones hechas por su candidato a la alcaldía en diciembre del 78, se sustentaría, al menos, desde el punto de vista teórico y formal, en el «socialismo» sin precisión de tendencia alguna concreta. Estas fueron sus palabras: «Vengo de una ideología obrera y, cuando empecé a entender lo que era el socialismo, me afilié a él. Pero lo hice sin planteamiento ideológico concreto recogiendo las aportaciones de Besteiro y de Largo Caballero y, por supuesto, entendiendo el marxismo como algo útil para plante­arnos el cambio en la sociedad, como algo concreto que necesitamos para saber de qué partimos, pero no como dogma .» (2) Si trasladáramos esta posición personal al conjunto del partido y más viniendo de su cabeza de lista se podría decir que el sustrato ideológico del programa del PSOE seria un «socialismo ecléctico», entendiendo bajo ese término no algo negativo sino simplemente una definición general e imprecisa capaz de conjuntar el radicalismo de Largo Caballero con el moderantismo de Besteiro. Otro principio político sobre el que la candidatura socialista pretende pivotar su actuación política en el municipio es el de la «justicia social que posibilite la máxima participa­ción popular y permita una total transparencia de la política municipal» (3). Analizando con más detalles su programa electoral se observa que contiene una mezcla de promesas concretas -obras a realizar- y un conjunto de principios políticos que afectan a distintas áreas pero que consideran básicos e indispensables para la evolución de un ayun­tamiento democrático de izquierdas. Así pueden recordarse algunos como: «Hay que acercar el municipio al pueblo». «Se debe de primar una medicina preventiva», «Hay que democratizar los centros educativos», «Es necesario que el pueblo tome conciencia para lograr una auténtica cultura popular», «Se tiene que hacer viable el urbanismo con la propio vida de la sociedad».

El PCPV, por su lado, en boca de su candidato, se presenta y define como un partido con clara «ideología de izquierdas», por un lado, y, por otro, con una «visión marxista -no dogmática- de la evolución política y social», uniendo a esos rasgos de identidad, la concepción federal de la organización del Estado y la potenciación de la democracia participativa en la vida política municipal. Por eso en su programa, junto a la lista de realización de infraestructuras necesarias para el pueblo de Petrer, se hace bastante hincapié en aquellos principios que deben de caracterizar una política municipal de izquierdas, tales como: la par­ticipación de la sociedad a través de la creación de Consejos, como órga­nos representativos de la Comunidad; la municipalización de determinados servicios básicos del ayuntamiento; la autonomía y descentralización municipal, que permita a los ayuntamientos disponer de un mayor conjunto de competencias; o la comarcalízación como fórmula adecuada que permita a los pueblos de una misma comarca una mayor coordi­nación de sus esfuerzos y actividades, como podría ser una mancomunidad de Petrer con Elda y demás poblaciones de la comarca.

1979-elecciones-petrer-8 [10]
Portada de un tríptico del PCPV de Petrer publicado con ocasión de las elecciones municipales de 1979.

Para completar el cuadro de los llamados «partidos de izquierda» del panorama político local, faltaría el MCPV-OIC. Esta fuerza política que se presenta al electorado como representativa de la izquierda radical, se define como «una candidatura eminentemente obrera, con un programa clara e inequívocamente de izquierdas y defensora de los inte­reses populares y de los barrios obreros, además de ser partidaria de la lucha de la liberación de la mujer» (4). Su posicionamiento ideológico de signo anticapitalista, de clase y marcadamente nacionalista «irreconciliable con uno derecha que representa y defiende un capitalismo y una burguesía cuyos intereses no pueden coincidir con los de los hombres y mujeres del mundo del trabajo» (5) es claro y tajante. De aquí que su programa, aún coincidente con los ante­riores en la necesidad de ejecutar determinadas obras de infraestructura necesaria para el desarrollo y bienestar de la ciudadanía petrerense, -más guarderías, colegios, ambulatorios, instalaciones deportivas, centros sociales, etc – concrete otras medidas más acordes con su radicalidad ideológica, tales como, en el ámbito político, «la solicitud de libertad de sindicación para los funcionarios municipales y la no asimilación de la Policía Municipal a las Fuerzas de orden Público», o de signo social como «la lucha contra el paro a través de la promoción directa del empleo a tra­vés de la creación de determinadas empresas públicas», o de carácter fiscal cual podía ser la « exención de pago de determinados impuestos municipales a los parados, en especial, jóvenes y mujeres», o en el ámbito nacionalista la «defensa por parte del Ayuntamiento de una política de defensa de ta lengua propia del País Valenciano» (6).

Por parte de la representación local de la derecha política, en primer lugar estaría la UCD, partido que rehuía el cali­ficativo de «derecha» para reivindicar el de «centro». Esta formación política centrista, como ellos se definían, se movía más bien, en el campo ideológico del liberalismo político y económico como defensora de la democracia repre­sentativa y de las libertades políticas garantes de un «Estado de Derecho», e impulsora de la economía de mercado, se situaba en el ámbito del «centrismo» como posición equidistante de lo que consideraban extremismos políticos y se posicionaba en torno a lo que se podría denominar «utilitarismo posibilista» en el sentido de defensa de una gestión política municipal «realista, de compromiso y de bajo costo social» (7). Consecuentes con estos principios políticos, en su programa electoral se presentan de manera concreta y detallada las principales obras a realizar en Petrer, especificando en ocasiones los barrios o zonas de preferencia para la ejecución de las mismas. La realiza­ción de tales proyectos aparece planificada a un triple nivel temporal, a saber, unas se harían a corto plazo y otras a medio y largo plazo. Algunas propuestas se plantean únicamente a nivel de realización de estudios, de redacción de proyectos, o de planes parciales, mientras que otras se conciben como tareas a ejecutar, bien inmediatamente con carácter de urgencia, bien a un plazo de tiempo más diferido. El programa respira, más bien, aires de tecnicismo y de búsqueda de una gestión eficaz, en consonancia con el espíritu antes citado, pareciendo más bien una lista de obras a ejecutar, sin estar impregnado de sentido genuinamente político.

1979-elecciones-petrer-9 [11]
Manifestación delante del ayuntamiento de Petrer. Año 1979.

La otra ala de la derecha local, la Coalición Democrática, conjunto de determinados partidos, entre los que sobre­sale A.P. (la, en ese momento, «Alianza Popular» de Manuel Fraga), giraba en torno a una serie de principios ideo­lógicos y políticos propios del espacio conservador que ellos representaban: liberalismo en su rostro más reaccio­nario y fundamentalista y centralismo político en lo general y. en lo local, defensa de una gestión eficaz y economicista de los asuntos municipales.

Ante la visión de esta breve radiografía política y programática de las candidaturas municipales de Petrer, se puede concluir resumiendo su contenido fundamental en cuatro conceptos básicos: «Realización de obras e infraestructuras», «Gestión eficaz», «Participación ciudadana» y «Municipalización de servicios», constatando, en general, aun­que con ciertos matices, una coincidencia de los cinco partidos o coaliciones en los dos primeros, infraestructuras y gestión, aunque da la impresión a la vista de las fuentes consultadas , al menos a mí me lo parece, que en tales aspectos se da, por parte de la derecha, una mayor preocupación por el tema de la eficacia, mientras que la izquierda prefiere hacer más hincapié en los valores de la honestidad y transparencia como rasgos de una verda­dera gestión municipal. Los otros dos conceptos, los de «Participación» y «Municipalización», caracterizan más los programas de la izquierda petrerense, acentuándose con mayor claridad e intensidad la necesidad de una política más municipalizadora de los servicios en las ofertas programáticas del Partido Comunista y del Movimiento Comu­nista.

Examinando los programas de las tres fuerzas de izquierda y haciendo un esfuerzo de conjunción de sus conteni­dos -el utópico programa común de la izquierda-, algo que ni se hizo entonces, ni posteriormente se ha hecho nunca, saldría apuntado de estas elecciones el diseño de lo que quizá debiera o pudiera ser para el futuro una auténtica candidatura municipal de izquierdas, a saber, aquella que no se limitase a una gestión tecnocrátíca y burocrática de proyectos, desencarnada y vacía de significado político, sino más bien esa otra que, fundamentada en valores ideológicos progresistas y de izquierda, sin necesidad de renunciar a la realización de las obras e infraestructuras necesarias para el bienestar de la ciudadanía, sirviera de palanca impulsora de la justicia y de la solidaridad social, de manera especial para con los más pobres y desfavorecidos del municipio, y se convirtiera en escuela eficaz de participación democrática.

Conclusión

La celebración de las elecciones municipales del 79 aquí analizadas, cuyo treinta y cinco aniversario se conmemora en este año, supuso un hito de esperanza porque, tras la oscura historia del franquismo, volvía a la ciudadanía petre­rense su soberanía política municipal arrebatada desde los años de la república, pero también estas elecciones entra­ñaron un mensaje aleccionador para el futuro que, poco a poco se ha ido convirtiendo en realidad, y era el de ampliar la posibilidad de acceso a las responsabilidades políticas de un ayuntamiento a sectores sociales-mujeres y juven tud- que ya entonces simbolizaban la punta de lanza de un proceso histórico de modernización y progreso.

NOTAS

  1. «Barrios: «Asociación de Vecinos «Miguel Hernández», Revista «Festa 79»; Petrer
  2. «Entrevista a Vicente Maestre, cabeza de lista del PSOE», La Verdad, 6.12.1978.
  3. «El PSOE de Petrel ratifica los compromisos de su programa municipal». La Verdad. 10.4.79
  4. «Presentación de la candidatura petrerense del MCPV-OIC», La Verdad, 25.3.79.
  5. Idem.
  6. «El MCPV-OEC y su programa», Información, 31.3.79
  7. «Presentación del programa de UCD de Petrel», La Verdad, 28.3.79.
1979-elecciones-petrer-91 [12]
Página de la Revista Festa 79 en la que se comentan las elecciones municipales. Lo reproducimos a continuación.

 

Comentarios a unas elecciones municipales

Es inevitable, aunque sea reiterativo, el afirmar, que con las elec-ciones municipales, celebradas el pasado mes de abril, se completó, al menos en teoría, el proceso de democratización iniciado en el año cronológicamente central de la presente década. Porque si democracia, como forma de gobierno, presupone para los pueblos la doble capacidad de gobernar y obedecer, es evidente que hasta tanto esta llegue a los Municipios, su autenticidad era simplemente potencial y no una realidad, que de hecho consolidara el paso de un Estado personal a un Estado de derecho democrá­tico.

Naturalmente, en el municipio de Petrer, como en todos los del estado español, llegadas las fechas electorales, las distintas opciones políticas que pretendían acceder al ayuntamiento, a través del plebiscito convocado, pusieron en juego todos los resortes que a su alcance tuvieron para la captación del mayor número posible de votos; y tras una campaña electoral que por su impacto a nivel local y trascendencia político social debiói afectar a la casi totalidad del censo electoral local, no llegó a despertar la participación popular que era previsible, debido de una parte al cansancio del electorado por las sucesivas consultas que la precedieron, y de otra, a cierta incertidumbre y escepticismo reinante en un sector de la población.

1979-elecciones-petrer-92 [13]

El porcentaje de participación en Petrel alcanzó el 66’74 porlOO. y los resultados vinieron a confirmar el mantenimiento de fuerzas y tendencias políticas expresadas por los electores en las anteriores elecciones generales, con pequeñas variaciones, debidas más a la abstención que a la desviación ideológica de los votantes, si bien, éstas se dieron con escaso porcentaje en algún caso de excepción.

1979-elecciones-petrer-93 [14]

Todos los partidos comprometidos en la campaña electoral consiguieron alcanzar, en mayor o menor número, alguna de las vein­tiuna concejalías que conforman la actual Corporación Munici­pal. Quedando constituido el Ayuntamiento, según las distintas opciones políticas, en la forma que a continuación se expresa:

PSOE. 9 Concejales

UCD„…………………. 5

PCE………………….. 4

CD…………………….. 2

MCPV-OEC… 1

1979-elecciones-petrer-94 [15]

1979-elecciones-petrer-95 [16]

Posteriormente, el dia 19 del mismo mes y año, se celebró el preceptivo y reglamentario Pleno Municipal para la constitución del nuevo Ayuntamiento, la elección del Alcalde y nombramiento de los componentes de la Comisión Permanente, sesión que por su solemnidad e importancia atrajo una masiva asistencia de público que refrendó con fuertes aplausos diversos momentos del emotivo acto muy especialmente el de la proclamación, como Alcalde, al Concejal del PSOE. VICENTE MAESTRE JUAN, quedando constituido el Ayuntamiento de la siguiente forma:

Alcalde Presidente
D. VICENTE MAESTRE JUAN PSOE
Primer Teniente de Alcalde
D. CARLOS CORTÉS NAVARRO PSOE
Teniente de Alcalde:
D. BONIFACIO NAVARRO POVEDA PC
Dña CONCEPCIÓN CANTÓ PELLÍN CD
Dña. MAGOALENA ALIAGA SANBARTOLOMÉ PSOE
D. ANTONIO GIMÉNEZ BERNABEU PC
D. VICENTE RICO NAVARRO UCD
D. ENRIQUE TORREGROSA MONTESINOS UCD
D. JOSÉ BOTELLO BOCANEGRA PSOE
Concejales:
D. JOSÉ MARÍA NAVARRO MONTESINOS PSOE
Dip, Prov.
D. AURELIO VILLAPLANA BELTRÁN CD
D. JUAN RAMÓN MONTESINOS MÁÑEZ UCD
D. MANUEL VICEDO B0IX PSOE
D ANTONIO PALACIOS OEL CERRO PSOE
D. MANUEL MARTÍNEZ ORTUÑO UCD
D. VICENTE DÍAZ OLIVER PC
D. PABLO SÁNCHEZ DEL GANSO PSOE
D. FRANCESC AMORÓS RUZAFA MCPV
D. VICENTE BROTONS RICO PC
D. FRANCISCO IBORRA VICEOO PSOE
D. JESÚS MAESTRO PENALVA UCD

1979-elecciones-petrer-96 [17] 1979-elecciones-petrer-97 [18] 1979-elecciones-petrer-98 [19]

Con esto, se ha dado un gran pato para el establecimiento de la democracia en los Ayuntamientos españoles; pero es indudable e indispensable que para su total implantación se complete este proceso, mediante el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 140 de nuestra Constitución; o sea, con el desarrollo y aplicación de una verdadera autonomía a los Municipios, que supone una total desaparición de la fiscalización y tutela del Gobierno Central sobre los actos y acuerdos de los Ayuntamientos. Al mismo tiempo, esto implica una nueva legislación sobre la administración local, que sea cauce apropiado para una correcta actuación municipal.