José María Bernabé, la discreta mirada del talento

Los tres duendes

Su actividad cultural también se desarrollaba en el Grupo de Teatro Coturno y con asiduos contactos con dos hermanos pintores Alberto y Eduardo Ibáñez Juanes, con ellos participó en una exposición colectiva de humor gráfico en la sede la OJE (Organización Juvenil Española) con motivo de las Fiestas Patronales de octubre de 1960. Veamos las impresiones de uno de los hermanos Ibáñez:
También por entonces realizamos en la antigua sede de Falange, posiblemente, la primera exposición en Petrel de pintura, dibujo de humor y cuentos, en la que colaboramos mi hermano Alberto, José María Bernabé, Pepe Labrador y yo. Animados por el éxito de público obtenido, realizamos otra en la vecina Elda, esta vez patrocinada por el Centro Excursionista de Elda, con el título «Los tres duendes». Eufóricos por los éxitos, José María, Alberto y yo nos lanzamos a intentar publicar nuestros dibujos en la prensa… (Ibáñez, 1993).

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En una procesión con sus amigos Luis Rico, Paco Esteve y Candi Navarro en 1957. (Rico, 2001)

 

Círculo Juvenil Villa

Una rudimentaria multicopista, que se hallaba en el desván del local social, fue la excusa para que la sección del Aula Menor de la OJE respaldase al recién establecido «Círculo Juvenil Villa» que había nacido a consecuencia de la propia edición. La revista Villa se imprimió en abril de 1960 hasta junio de 1965. Con una tirada mensual de 110 ejemplares y de 95 suscriptores. Sus componentes fueron los «Amigos de la Cultura» y nuevas incorporaciones como: Dámaso Navarro Guillén, Rafael Antolín Díaz, Antonio Espìnosa Martínez, Francisco Máñez Iniesta, Pilar Navarro Canto, Juan José Navarro Amat y Enrique Navarro Quiles. En los dos últimos años, José María Bernabé colaboró con artículos, dibujos y literatura humorística. Indistintamente, estudió en la Escuela de Comercio de Alicante, obteniendo el título de Profesor Mercantil (1962).

Servicio militar

José María se incorpora  la milicia a mediados de 1964 en el regimiento de artilleríla de Ceuta y asciende  a cabo el 27 de enero de 1965. Durante su permanencia adquiere la especialidad de topógrafo y posteriormente la de practicante. Durante el servicio militar recibió clases de latín que le facilitaría el acceso a la universidad.

Terminado el servicio militar, entre el 10 y 20 de septiembre de 1968, participó en las  conferencias del Club de la Juventud con un estudio sobre «Historia de los siglos XIX y XX». Recogemos la opinión de un compañero y colaborador:

Su laboriosidad, su inclinación natural, constante en él por hacer las cosas y hacerlas con interés, sin que ello le supusiera ningún esfuerzo o excepcionalidad, poniendo en ellas todas las improntas de su personalidad. Tal vez exagere pero alguna vez a él también se lo dije, que él «creaba», no trabajaba y por ello cuando los esfuerzos, que muchas veces unimos para alcanzar algún objetivo, no nos premiaban con el resultado esperado, nunca se sintió abatido como yo porque lo que para mí era un excepción para él era simple, sencillamente su comportamiento habitual y natural (Montesions, 2009, 3).

Licenciado en Geografía e Historia

A pesar de que tenía trabajo estable en las oficinas de la comercial de calzado y reconocido por los empresarios de Karina, la decisión la tenía tomada; finalizado el servicio militar en 1966, dio paso a un cambio en su vida, ingresando en la Universidad de Valencia, examinándose de alguna asignatura pendiente de bachiller. Para cubrir los gastos de estudio y de estancia en la capital del Turia, realizaba actividades de profesor en una academia de mecanografía, sobre cinco horas diarias. Una época de estrechez económica, incluso cuando recibía visitas de conocidos y amigos de Petrer, eran ellos quienes le invitaban en el mesón de comidas que frecuentaban los estudiantes. Estudió Filosofía y Letras en la rama de Geografía e Historia. Finalizada la licenciatura siguió con los cursos de doctorado. A prncipios de 1970 leyó su tesis doctoral, muy innovadora para la época, sobre «La exportación española de calzado», analizó la industria del calzado del Vinalopó, que despuntaba en el mercado mundial como motor económico del eje Elche-Villena. Se convirtió en Catedrático de Análisis de Geografía Regional en la Facultad de Geografía Historia en la Universidad de Valencia, donde transcurrió su carrera académica y docente. Contrajo matrimonio con la alcoyana Ana Gisbert, tuvieron dos hijos, José y Aitana.

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Compromisos políticos, sociales y culturales

Durante los años universitarios, y a pesar de la distancia, solía acudir los fines de semana a Petrer y pueblos circunvecinos para atender los compromisos culturales, corporativos y sociales. Entre 1970 y 1972 se relacionó con Batiste Pérez Verdú y con grupos de restructuración de la industria del calzado. Entre enero y noviembre de 1974 repartían en Petrer y comarca el periódico clandestino Unidad Obrera y que José María Bernabé apoyaba como un legado cultural que respetaba la libertad de opinión. En el movimiento asmableario de Elda, los responsables sindicalistas acudieron a José María por ser un buen conocedor del sector del calzado. De los asistentes citamos al socialista Joan Lerma i Blasco, estudiante de Empresariales en la Universidad de Valencia. La intensa labor literaria de José María dio su fruto con la autoría de varios libros, de los cuales citamos la obra de la editorial mallorquina Indústria i subdesenvolupament al País Valencià (1975). Y el libro La industria del calzado en el valle del Vinalopó (1976), incluye la tesis doctoral del autor de 1974, con el encabezamiento «La exportación española de Calzado» con la calificación de sobresaliente. La línea de investigación sobre la industria zapatera se hallaba en una floreciente época, pero había que utilizar las herramientas necesarias para un futuro que parecía incierto.

Revista cultural Festa

La revista anual que el Ayuntamiento edita por las fiestas patronales hasta 1978 se encabeza con el nombre de Petrel. Y a partir de 1979  con el título Festa. José María Bernabé formaba parte del equipo de redacción. En 1992 fue el primer presentador de la revista. Colaboraba con sus artículos: «Les places de l’antic Petrer» (1979), «Las salidas de la crisis del calzado» (1980), «La población de Petrer» (1982), «El agua de Petrer y sus cauces» (1984), «El agua» (1986) y «Petrer geografía de un pueblo hace 250 años» (1985). De esta última colaboración, como una estampa antigua de Petrer, hacemos la siguiente transcripción:

En primer lugar la forma del pueblo en 1725 es muy distinta a la que tuvo a principios de este siglo (XX) y que ha conocido mucha gente con más de sesenta años. Aparentemente, la villa se organizaba en torno a dos centros: el castillo y la plaza Mayor. En el pasado cuando las necesidades defensivas eran prioritarias, posiblemente el papel del castillo fue dominante, en este momento (1725) aparece ya con poca actividad y la vida se centra en la plaza, el centro civil. En torno a la plaza está el centro de decisión más importante (la Sala Capitular, donde se entienden los temas referentes a la gestión del pueblo y también la administración de las aguas de riego), la casa del Conde de Elda, la Iglesia y sus servicios (Beaterio, Abadía y Casa del Rector) y las residencias de los propietarios más importantes y de las familias más prestigiosas (médicos, sacerdotes, etc.). Bordeando a la plaza está la Balsa de riego y la acequia del agua de la balsa. Es pues el centro económico y social indiscutible. A partir de aquí hay dos salidas clave: el Portal de San Roque situado al oeste de donde salen los caminos que van a las Huertas y a Elda y el Portal de la Virgen, de donde sale el camino que va a los molinos y la callecita de la Fuente por donde sale al campo de Agua Ríos. A extramuros del portal de la Virgen sólo había algunas casas bordeando el camino de los molinos que a lo largo del siglo formarían la calle de la Virgen (que debió tomar el nombre prestado al portal). A extramuros del portal de San Roque no hay nada. Por el sur sin embargo, los límites son más confusos. Al parecer debía estar en la calle Cuesta del Castillo y Plaza de Arriba, con dos prolongaciones extramuros: la calle Agost y Placeta de la Canterería y la calle del Mesón en donde muchas casas ya lindan con corrales… (Bernabé, 1985).

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1960. José M. entre Alberto y Edu Ibáñez, y en la otra esquina Pepe.

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