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El Pizarro sentó cátedra en Elda

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Una de las formaciones del Pizarro. De izquierda a derecha, plantados: Laureano, Ríos, Ángel, Martínez, Julián, Arráez, Pepico Amat (entrenador). Agachados: Sácrates, Busquier, Fernando Tomás, Gili, Quique, Maestro e Isidro Rico (delegado). 11 de febrero de 1968.

Al acabar la guerra civil española floreció el Frente de Juventudes, de cuyo organismo emanaron conjuntos de baloncesto, fútbol y balonmano masculino. Este último deporte despertaría inusitadas pasiones entre los aficionados gracias al impulso que aportó un grupo de entusiastas eldenses quienes, bajo el nombre del Pizarro Frente de Juventudes, ensamblaron un equipo que sentó cátedra en la ciudad y pese a su desaparición, hace casi 30 años, han brotado nuevas raíces para que Elda continúe siendo baluarte del balonmano español.

Al iniciarse los años cuarenta, la práctica del baloncesto, el balonmano y el fútbol comenzó a extenderse entre los jóvenes dela ciudad. El basket fue un deporte que arraigó en Elda y, fruto de esa afición, proliferaron equipos locales como el Coco,Ancla, Propano, Bahía, Yola o el equipo del Frente de Juventudes.Pese a la precariedad de instalaciones deportivas que entonces tenía Elda, se aprovechaba cualquier terreno para«remozarlo» y convertirlo en una improvisada cancha. Así las cosas,en un solar ubicado junto ala fábrica de «Los Vacíos», situada detrás del cine Lis, comenzaron a jugarse partidos de baloncesto. Al lado de una de las canastas existía un refugio construido durante la contienda civil. Muchas veces el balón se alojaba en él y había que bajar las escaleras para recuperarlo. Por aquellos años, destacaban jugadores que después dejarían el baloncesto para jugar al balonmano con el Pizarro, casos de: Julián, Miró, Moreno y Escámez, entre otros.

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Equipo de fútbol del Pizarro que se proclamó en Teruel campeón de España amateur venciendo en la finalísima al Santander por 2-O. De izquierda a derecha, plantados: Asensi, Román, Oriente, Escultia, Emiliano, Felete y Mateo. Agachados: Barbe, Capó, Charles, Tacón y Calvo. 1951.

Llegan los éxitos

A finales de la década de los cuarenta, el Frente de Juventudes impulsa el balompié. Nació el Pizarro de fútbol y consiguió buenos resultados.Pero fue la tarde del 8 de abril de 1951, en el rectángulo de juego del campo de Teruel,cuando un grupo de jóvenes eldenses se batían el cobre defendiendo los colores rojiblancos del Pizarro. El equipo de Elda representaba a la provincia alicantina y en la final del Campeonato de España amateur doblegó, en un soberbio partido,a la selección de Santander por 2-0, con goles de Escutia y Oriente. La gesta tuvo una gran repercusión y el equipo eldense fue recibido incluso por el Gobernador Civil, Jesús Aramburu. La llegada del autocar a Elda fue apoteósica y los jugadores, sacados por las ventanillas del autobús,fueron trasladados a hombros hasta la iglesia de Santa Ana. Ese mismo año de 1951 sería el último del Pizarro como equipo de fútbol.«Nos dijeron que debíamos ser de Falange y nosotros contestamos que sólo queríamos fútbol,sin política», recuerda uno de los jugadores de entonces.La extinción del Pizarro dio origen al nacimiento de la Unión Deportiva Elda, que se nutrió de él y de otros equipos de la ciudad.

Eclosión del balonmano

Poco tiempo después, tomó el testigo el equipo de balonmano masculino Pizarro Frente de Juventudes con varios jugadores que habían dejado el basket. La denominación de Pizarro vino porque el Frente de Juventudes concedía un nombre de «conquistador» a cada centuria que tenía. Por esa razón el nombre del equipo procedía del conquistador Francisco Pizarro. El balonmano comenzó a disputarse en el campo de deportes El Parque, lugar donde actuaban el Eldense, La Unión y, con anterioridad,el Ulises Hockey Club. En un campo de tierra se limitaban las dimensiones de una cancha de balonmano y los aficionados se situaban en las escasas gradas existentes y en sillas que también se colocaban para presenciar los partidos.

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Quique lanzando a puerta en un partido contra el Altos.

Primer ascenso

El primer éxito del equipo de balonmano masculino Pizarro Frente de Juventudes llegó en el año 1959, tras disputar una liguilla de ascenso ante el Elche y el Obras del Puerto de Alicante.Los alicantinos se proclamaron campeones provinciales y ascendieron, mientras los ilicitanos no se presentaron a jugar en Elda. Eso otorgó el subcampeonato provincial al Pizarro, lo que le valió para ascender a la División de Honor del balonmano masculino español. Su debut en la II Liga nacional de máxima categoría fue en casa. El 18 de octubre de 1959, a las doce de la mañana,el Pizarro debutó en la División de Honor frente al equipo que años después le empujaría a su desaparición, el Club Atlético de Madrid.Ganaron los colchoneros por un ajustado 10-11 que agradó mucho al numeroso público que se dio cita en El Parque. Aquel día el Pizarro formó con Vicente y Coppi; Emilio, Ramón, Sócrates (2), Gómez, Carcase (2), Julián (4), Zahonero, Paco y Quique (2). El Atlético de Madrid alineó a Espinosa y Gonzalo; Góngora (3), Hernández,Bravo (2), Maestre, Harguinday (1), Medina (4), Villita, Tato (1) y Neila. En aquella temporada, la de 1959-60, el Pizarro se vio obligado a disputar una promoción de permanencia en División de Honor junto al Obras del Puerto. Los dos equipos tuvieron que medirse en una liguilla con el Elche y Ciudad Jardín de Alicante, de Liga provincial. El Obras del Puerto permaneció en la categoría, pero el Pizarro descendió en favor del Elche.

La pista Paz

Poco tiempo después, el Pizarro se vio obligado a jugar en suelo de cemento y utilizó el cine Gloria de verano, (frente al ambulatorio de la calle Padre Manjón). Sin embargo, al caerse la pantalla cinematográfica,este recinto cambió de nombre pasando a denominarse cine Paz. Al jugarse los partidos de balonmano en invierno se podía utilizar el patio de butacas como cancha. Una de las porterías estaba colocada bajo de la pantalla del cine y la otra delante mismo de la cabina de proyección. En un lateral se construyeron gradas de madera y durante los partidos se colocaban sillas alrededor de todo el rectángulo de juego.

Segundo ascenso

El segundo ascenso del Pizarro a la División de Honor fue en el mes de abril de 1961 cuando, después de acabar invicto en la Liga provincial, ganó las doce jornadas de Liga. Disputó el décimo campeonato de España de primera categoría ante el Atlético de Córdoba, Levante de Valencia, OAR Gracia de Sabadell y el Anoeta de San Sebastián. Se jugó, del 5 al 9 de abril, en la cancha del Obras del Puerto de Alicante y el Pizarro logró un éxito absoluto al superar esa fase de ascenso a División de Honor sin perder un solo encuentro. De esa forma tan brillante, el Pizarro retornó, en la temporada 1960-61, a la élite del balonmano español, actualmente denominada Liga Asobal. Aquel equipo que logró el segundo ascenso estuvo compuesto por Vicente y Coppi; Ramón, Julián, Paco, Lloréns, Martínez. Sócrates,Escámez, Gómez y Quique.

La afición

Cada domingo que el Pizarro jugaba en Elda estaba arropado por una fiel afición que se convertía en el jugador número ocho. Con los gritos de ánimo y al estar tan encima de la cancha la atmósfera para los equipos visitantes se hacía poco menos que irrespirable. Los obuses de Julián, las palomitas de Laureano, la contundencia de Sócrates, la habilidad de Arraéz y los vuelos rasantes de Pepe Martínez,entre otros, eran letales para los conjuntos que pretendían sacar puntos de la pista Paz. Los grandes expresos del balonmano español de aquella época sucumbieron en cancha eldense. Granollers,Atlético de Madrid, Barcelona,Altos Hornos de Sagunto, Salleko de San Sebastián… regresaban a su punto de origen con la impotencia de ver como un grupo de jugadores aficionados les daban todo un repaso de fuerza y coraje, únicas armas que tenía el equipo que entrenaba el inolvidable Pepico Amat para frenar a aquellos trasatlánticos que tenían más calidad y técnica que el Pizarro.

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Sarabia lanza a puerta en un partido contra el Sabadell, que ganó el Pizarro por un apretado 11-10. EI partido se jugó en la pista polideportiva, entonces descubierta. Hoy en las categorías superiores ya no se permite jugar al aire libre. 9 de tebrero de 1969.

Curiosidades

En el transcurrir del tiempo, según el legendario Julián Lloréns, el Pizarro tuvo otros nombres como Pizarro Antiguos Miembros del Frente de Juventudes, Club Balonmano Pizarro y el cuarto y último nombre del equipo en el momento de su desaparición, fue el de la Sociedad Cultural y Deportiva Pizarro.

Los presidentes que tuvo la entidad pizarrista fueron Francisco Miró Cremades, Lorenzo Lorenzo Lorenzo, que después sería edil de Deportes,Alonso González Gordillo y el cuarto y último presidente fue Fernando Tomás Martínez. Tres fueron los entrenadores que tuvo el Pizarro. Primero comenzó el inolvidable José Amat Cerdán, Pepico Amat. Le siguió Antonio Berenguer Valero, que residía en Alicante y sólo ponía el carnet para evitar sanciones. Y, finalmente, el propio Julián Lloréns Amat que, según su propia versión, «desempeñaba las funciones de técnico y jugador».

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Los capitanes del Atlético de Madrid, Medina, y del Pizarro, Laureano, con el árbitro, el valenciano Cots. Ese día ganó el Atletico de Madrid 10-17 y se armá una gorda como consecuencia de lás decisiones arbitrales. 24 de octubre de 1965.

El Atlético de Madrid

A buen seguro que nadie llegó a pensar que todo un club histórico en el deporte español provocaría la desaparición del Pizarro como equipo de balonmano. El Atlético de Madrid y la Federación Española de Balonmano de aquellos años se bastaron para terminar de hundir a un modesto conjunto que estaba muy bien arropado por una afición que soportó las injusticias de una ley que, todavía muchas veces, continúa favoreciendo que el pez grande se coma al chico.«Aquello fue una tropelía del Atlético de Madrid y de la Federación Española porque el Pizarro era un equipo incómodo y no podían con nosotros», comenta Jullián Lloréns al tiempo que recuerda el poderío del club madrileño. «El Atlético de Madrid era el soporte de la selección nacional.Salvador Santos Campano, su vicepresidente,desempeñaba ese mismo cargo en la Federación Española y su entrenador, Domingo Bárcenas,también era el seleccionador nacional. Y,por si faltaba poco, había generales que procedían del Atlético Aviación. Todo eso jugó un papel decisivo en contra el Pizarro, equipo que, al ser de un pueblo, molestaba en Madrid», asevera Lloréns.

Sin embargo, las relaciones entre el Pizarro y el cuadro colchonero fueron, en sus inicios,de lo más cordiales. Lógicamente, siempre ganaban los madrileños y no pasaba nada. El problema llegó cuando los eldenses comenzaron a derrotar a los chicos de la capital de España. Cierto es que también perdían en Elda otros favoritos como Granollers o Barcelona,pero sabían perder y no sucedía nada extradeportivo, ya que los catalanes asimilaban las derrotas con deportividad. Pero el Atlético de Madrid nunca llegó a entender que un conjunto de un municipio no capital de provincia les superara y complicara el título de Liga con las únicas armas posibles: ganas y pundonor en busca del triunfo.

Primera derrota colchonera

ElAtlético de Madrid perdió su primer encuentro en Elda después de cinco visitas.Fue en la temporada 1964-65 cuando el Pizarro dio todo un recital y goleó a los colchoneros por 15-6. En esa campaña los eldenses no cedieron un solo punto en casa en toda la competición.

Pero en Madrid el Pizarro siempre sucumbía,«porque los arbitrajes que sufríamos eran descaradamente parciales, expulsando a nuestros jugadores de dos en dos y de tres entres», recuerda Julián. En la temporada 1966-67 el Pizarro sólo cedió un empate en casa ante el Grupo Seat de Barcelona, pero se proclamó campeón de invierno y al final de la Liga obtuvo la mejor clasificación de toda su historia al conseguir el cuarto puesto.

En la campaña 1967-68 se produjeron lamentables incidentes. Fue el 28 de enero de 1968 cuando se jugó el último Pizarro-Atlético de Madrid en la pista Paz. No cabía un alfiler y a primeras horas del domingo había llovido, lo que motivó que varios aficionados acudieran al balonmano provistos de paraguas. El juego resultó nivelado, pero controlado por el Pizarro. Sin embargo, a falta de escasos segundos y con un angustioso 14-13, el balón estaba en posesión de los madrileños que al contragolpe crearon la última jugada del encuentro. Pero de momento se frenó el ataque rojiblanco al aparecer un paraguas que despejó el esférico casi al mismo tiempo que finalizaba el tiempo reglamentario.

Incidentes y sanciones

Los balonmanistas atléticos rodearon al árbitro leonés, Gutiérrez, y se llevaron las manos a la cabeza al comprobar que el partido acabó de esa forma. En la calle los jugadores internacionales como Alcalde y Medina insultaron a la afición eldense, produciéndose lamentables incidentes como la rotura de cristales en algún automóvil de los madrileños. El 31 de enero de 1968 el Comité de Competición condenó al Pizarro a satisfacer una multa de 8.000 pesetas y tres partidos sin poder jugar en Elda. El equipo eldense recurrió y al final se mantuvo la sanción económica,pero los de Elda siguieron actuando en casa,aunque sin poder utilizar ya la pista Paz. Menos mal que la polideportiva estaba casi ultimada y el Pizarro pudo cambiar de cancha sin salir dela ciudad.

Ultima visita atlética

El Pizarro continuaba haciéndole sombra a los madrileños en la lucha por el Campeonato Nacional de Liga estando en juego el Trofeo Carlos Albert. En los enfrentamientos ligueros se sucedían las tensiones, marrullerías y actos extradeportivos que desencadenaron la penosa actitud del Atlético de Madrid.Nadie olvidará aquel 7 de marzo de 1971 cuando los colchoneros perdieron contra el Pizarro por 16-6, encuentro suspendido a los 14 minutos y 32 segundos de la segunda parte por los colegiados catalanes José Álvarez García y Ramón Franch Ribas, indicando éstos en el acta del partido que «el cuadro madrileño evidenció falta de combatividad y renunció a toda acción ofensiva».

En las gradas estuvo presente Roberto Tendero, vicepresídente de la Territorial Catalana, que actuó de delegado federativo solicitado por el Atlético de Madrid. Se depositaron muchas esperanzas en él esperando que su testimonio sirviera para sancionar al cuadro madrileño por su pasividad total, pero no fue así.

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Incidentes en un partido en Elda contra el Atlético de Madrid, que ganá el Pizarro por un ajustado 14-13. 1968.

Injustas sanciones

El 18 de marzo de 1971 se reunió en Madrid el Comité de Competición que adoptó la medida de decretar la nulidad del partido, el cual debería disputarse a puerta cerrada y en cancha neutral. Asímismo, aplicando el artículo 115 del reglamento,entonces en vigor, se ordenaba que todos los partidos Pizarro-Atlétíco de Madrid se deberían jugar en campo neutral en lugar de disputarse en suelo eldense. Además, se sancionó al club con 500 pesetas y a los jugadores Rafael Martí con cuatro partidos y a Laureano García con tres. El colmo de la manipulación federativa desembocó en la sanción que también aplicaron sobre los colegiados al inhabilitarlos por seis meses con la pérdida de sus correspondientes derechos de arbitraje.

Descalificacián pizarrista

El Pizarro recibió todas las muestras de solidaridad de diferentes clubes y organismos, pero no pudo admitir aquellas injustas sanciones. Por si faltaba poco, no pudo jugarse el partido Pizarro-Picadero de Barcelona por decreto de Antonio Porta Vera, alcalde de Elda, quien desde el Ayuntamiento,el 20 de marzo de 1971, remitió escrito al Pizarro prohibiendo la celebración de cualquier partido de balonmano en la polideportiva municipal, lo que originó otra sanción para el cuadro eldense por no disputarse, el 21 de marzo, el encuentro ante el Picadero.

Pese a todos los avatares, el Pizarro siguió jugando en Elda y su último partido lo disputó el 2 de mayo de 1971 ante el líder invicto Granollers, que luego sería el campeón de Liga y que casi pierde su imbatibilidad en la polideportiva eldense, donde finalmente hubo empate a 14 goles. El 9 de mayo el Pizarro no se presentó en San Sebastián para medirse al Eguía Schottis y tampoco se pudo cerrar la Liga en Elda, en la última jornada del 16 de mayo,frente al Barcelona, porque el Pizarro fue descalificado del XI torneo liguero por la segunda incomparecencia. De esa forma tan triste acabó su andadura el conjunto eldense después de militar once temporadas, diez de forma consecutiva, en la División de Honor.

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Partido de homenaje al Pizarro en el que tomaron parte algunos antiguos jugadores. Enero de 1997.

El ŭltimo homenaje

Un cuarto de siglo después de su desaparición volvió a florecer el Pizarro: Con su clásica elástica roja, calzón blanco y algunos kilos de más el mítico Pizarro volvió a presentarse ante su afición el 4 de enero de 1997, con anterioridad habían jugado un encuentro a beneficio del hospital en el año 1975. Un millar de aficionados ovacionó largamente a los Julián Llorens,Pepe Martínez, Laureano García, Octavio Arráez, Sócrates de la Encarnación, Francisco Miró, primer presidente del Pizarro, etcétera.Hubo momentos de recuerdo para quienes habían fallecido, siendo el más recordado el inolvidable Pepico Amat, entusiasta entrenador del Pizarro. En las gradas el comentario era las buenas mañanas balonmanísticas que el conjunto eldense brindó a sus seguidores en El Parque, la pista Paz y la polideportiva municipal, pero también se comentó aquella injusticia deportiva donde se puso punto y final a una dilatada trayectoria deportiva que no perduró porque un modesto equipo de Elda incordiaba a un poderoso club de Madrid.

El presente

Las raíces que dejó el Pizarro aportaron su fruto porque se potenció el balonmano desde los centros escolares y un equipo del Centro Excursionista Eldense, que ya jugaba a nivel provincial cuando los pizarristas actuaban en División de Honor, absorbió en el año 1973 al Juventud de Petrer siguiendo la estela dejada por aquellos legendarios jugadores que actuaban sólo por hacer deporte y por auténtico amor a los colores de un club que representó al balonmano masculino eldense por toda la geografía nacional. Después de aquella fusión, llegaron a actuar jugadores del extinguido Pizarro y, posteriormente, otros de procedencia extranjera. Pero en lo deportivo, el equipo masculino del CEE no supo recoger el testigo dejado por el Pizarro, pese a intentarlo en varias ocasiones. Sólo llegó hasta la División de Honor B, antesala de la Liga Asobal, pero no pudo mantener esa categoría y, actualmente,milita en Primera División.

En 1992, otro equipo eldense, pero de chicas,el Club Balonmano Femenino Elda Prestigio,logró ascender a la División de Honor, llegando a codearse con los grandes equipos femeninos españoles y europeos. Al principio, la única ilusión era poder permanecer en la categoría;luego, poder jugar la Copa de la Reina.Con el paso de los años, el equipo ve la posibilidad de afrontar alguna competición europea.Después, el poder luchar por el segundo y tercer puesto de la competición liguera. Nadie se lo creía, pero en 1999 desbanca al poderoso Milar L’Eliana y se lleva a sus vitrinas su primer título nacional:la Liga. En Europa, el ahora denominado Alsa Elda también pisa fuerte al conseguir llegar a semifinales de la Copa EHF. Poco a poco, el equipo eldense se ha convertido, junto a los potentes equipos valencianos del Osito y Ferrobús,en un conjunto que ha tomado parte en todas las competiciones europeas. Además, en mayo de 1997, Elda organizaba la XVIII edición de la Copa de la Reina, que discurrió en el mismo escenario que un triste 7 de marzo de 1971, el Club Atlético de Madrid, antes de diluirse su equipo de balonmano, hizo desparecer al Pizarro de la faz balonmanística.