Las primeras conclusiones a las que llegaron los expertos de las universidades y de la Conselleria de Cultura y Depone fueron tajantes ante la hipótesis de que la estructura pétrea fuera un árbol fosilizado: No puede ser un árbol debido a que esta zona de rambla donde se ubica, en la época geológica del Eoceno, era mar, por lo que era inviable su origen vegetal de tierras emergidas. En concreto, toda esta parte era una zona de acusado desnivel del fondo marino, donde se producían, por desplome de los sedimentos, brechas, así como estructuras plegadas, estas últimas conocidas como slumps o slumpings.
Por tanto, el origen del resto geológico observado, a falta de estudios posteriores para los que se recogieron muestras pétreas para analizarlas en el laboratorio de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante, planteaba dos posibles hipótesis atendiendo a su morfología: que fuese un Hippurites (molusco marino), aunque el hallazgo tiene un tamaño muy superior a lo conocido; o que se tratase de un plegamiento de tipo slump, producido durante el proceso sedimentario, durante el cual los estratos fueron rodando por un talud submarino. El hecho de que en la actualidad aparezca en el fondo de un abarrancamiento en la posición en que hoy vemos esta estructura, obedece exclusivamente a la erosión e incisión de la red fluvial.
Una última sugerencia propuesta por el técnico paleontólogo de Conselleria fue la de establecer unas medidas encaminadas a la consolidación del hallazgo, proponiendo el apuntalamiento del mismo para evitar su progresiva erosión, favorecida por la fuerte pendiente de esta parte de la rambla. Esta indicación fue llevada a cabo en coordinación con la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Petrer, que contribuyo a través del Plan de Actuaciones para la Mejora del Empleo Rural (PAMER) a realizar una primera labor de apuntalamiento para evitar su progresivo deterioro.
El resultado
Tras analizar uno de los coautores del articulo (AER) las muestras tomadas en el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, a las que se les aplicó un pulido de la superficie para obtener una imagen de la composición rocosa, se despejaron todas las dudas en cuanto al origen de la estructura rocosa divulgada el día 1 de junio de 2008. El resto no es un fósil sino que es fruto de un pliegue gravitatorio geológico.
En concreto se trata de un pliegue sinsedimentario. o pliegue de tipo slump, en forma de rodillo, compuesto por fangos calcáreos ricos en foraminíferos plantónicos envuelto por un caparazón de sedimentos de plataforma ricos en esqueletos de foraminíferos bentónicos (Nummulites millecaput, Assilina sp. y Discocyclina sp.). Este rodillo se formó durante un deslizamiento gravitacional ocurrido en un talud inestable durante el Eoceno medio, Luteciense (hace unos 45 millones de años).
Aunque no sea un fósil que pueda integrarse en el Patrimonio Cultural Valenciano, este ejemplo de pliegue es una formación geológica muy interesante debido a que se trata de una morfología ciertamente no común de entre las que se pueden generar por sedimentación en los fondos marinos inestables.
Para concluir hemos de indicar que el presente artículo ha pretendido mostrar el procedimiento seguido desde que saltó a la prensa la noticia del «espectacular hallazgo» hasta que el análisis de las muestras certificó la formación sinsedimentaria.
Notas
1 La ubicación donde apareció el resto no corresponde a la partida de L’Almadrava, como se indicaba en el reportaje, sino que se sitúa en la partida del Pinet, dentro de la pedanía del Ginebre, tal y como nos confirmó Luis Payá Amat, propietario de la parcela donde se encuentra el resto arqueológico y a quien agradecemos las facilidades dadas para su estudio y consolidación.
2 La existencia de esta estructura rocosa era conocida por el propietario de la parcela y por numerosos vecinos de la partida, que la conocían como «la ballena», aunque el hecho de su existencia no trascendió del mero comentario o de la nota curiosa.
3 La visita fue efectuada por Luis Villaplana, técnico municipal, que propició la divulgación del resto geológico; Ramón García, técnico medioambiental del Paisaje Protegido de la Sierra del Maigmó y Serra del Sit, y uno de los coautores del presente artículo (FETF).
4 El grupo de aficionados a los fósiles, agrupados en la Sección de Paleontología del Museo Histórico Municipal de Novelda, estudió en su día los ejemplares aquí enumerados (Juan i Sala, 1990).
5 El artículo 65 de la Ley 4/1998, de Patrimonio Cultural Valenciano, hace referencia a los hallazgos casuales, indicando que son bienes de dominio público de la Generalitat los objetos, restos materiales y vestigios fósiles de vertebrados que sean producto de hallazgos casuales y no conste su legítima pertenencia.
6 De la Universidad de Alicante acudieron varios miembros del Departamento de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente: Antonio Estévez, coautor del presente artículo y catedrático del departamento, así como Mariano López y Carlos Lancis, profesor titular y catedrático de instituto y profesor asociado, respectivamente, de dicho departamento. De la Universidad Politécnica de Valencia nos acompañó Isidro Cantarino, profesor titular del Departamento de Ingeniería del Terreno.
Bibliografía
Ley 11/1985, del Patrimonio Histórico Español.
Ley 4/1998, del Patrimonio Cultural Valenciano.
Ley 7/2004, de modificación de la Ley 4/1998 del Patrimonio Cultural Valenciano.
Ley 5/2007, de modificación de la Ley 4/1998 del Patrimonio Cultural Valenciano.
Juan i Sala, J. R.; Iñesta i Alcolea, M.; Montoya i Belló, P.; Aracil i Mira, Ll. (1990): «Jaciments paelontològics a la vall de Petrer. Breu descripció dels materials trobats», Festa, Ayuntamiento de Petrer.
Mora Morote, P. (1993): «Contribución al conocimiento de los braquiópodos de l’Almadrava», Festa, Ayuntamiento de Petrer, Petrer.
Villaplana Yáñez, L. H. (2008): «Espectacular hallazgo en el este de Petrer» Petrermensual, nº 88, junio, Petrer, pp. 6-7.