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El deslinde del Cid (I)

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El Acta de Deslinde “del Monte Número  Cuatro del Catálogo de los de Utilidad Pública de Alicante”, denominado Silla del Cid, fue realizado en el año 1.921 y no tiene desperdicio. Fue el Ingeniero del Cuerpo de de Montes D. Marcos Pérez  de la Cuesta, junto con sus ayudantes, pareja de la guardia civil incluida, quien realizó el deslinde, curiosamente en dos fases:

1.-Las operaciones de la  primera se realizaron  durante los días 28 de febrero al 7 de marzo de 1921  y tuvo que ser suspendida, según consta en el Acta, “para continuarlas cuando se conceda un nuevo crédito, por haberse agotado la cantidad concedida para la operación”

2.- La segunda parte del Deslinde se realizó durante los días 15 y 16 de ese mismo año.

Este documento de deslinde nos permite conocer a todos los colindantes con el monte del Cid, algunos de cuyos descendientes siguen manteniendo a día de hoy la colindancia. Su interés también reside en la redacción del ingeniero Marcos, que en su documento nos describe con exquisita minuciosidad el paisaje agrario del Petrel del año 1921. Resulta tentador iniciar la aventura, plano en mano, de la búsqueda, no tanto ya de los mojones y piquetes, sino de los paisajes agrarios descritos de entonces, y compararlos con los actuales.

Los lindes del Cid en la época estaban casi todos “laborizados”. En el año 1921, cuando se realizó el Deslinde, el monte  dels Xaparrals, que era de propiedad privada, y todas las zonas bajas lindantes con la rambla del Cid (que lo separa del monte Xaparral), estaban cultivadas. Todo esto hoy son densos pinares. Toda la agricultura de montaña descrita por el ingeniero hoy ha desaparecido.

En la mayoría de los linderos, los colindantes, estuvieron conformes con el apeo realizado, excepto en los linderos del Xaparral, propiedad de D. Hipólito Juan, representado en el deslinde por D. Jose Maria Esteve “El Bicho”.

Sin embargo. lo más interesante, desde mi punto de vista, es la toponimia que incorpora con su exacta ubicación , precisamente en una zona el Cid, que no destaca , al menos en los mapas, por abundancia de ellos. Más de 70 topónimos recuperamos, así, del olvido de nuestra historia, los que ubicó exactamente el Ingeniero Marcos y sus ayudantes, tan atractivos como “Passet de Guerra”, “Paradoret del Peñonet”, “Establicio del Coco”, “Cueva de Culoms”, “Salt del Bous”, “Salt de la Goteta”,”Barranco de la Solsida”, “Barranco que baja del Laset del Gos”, “Barranco que baja de  la tolleta del Roch”, “Rincón Vermell”, “Escarpa o Cristalls del Cid “, “el Barranco de Coriol”, “el Rincón del Tés”,” la Umbría de Maroto o del Sordet”,”El barranco del Dragó”, “el Rincón de Sistes”, “la cueva de Aler Barrat”,”el barranco de la Boquera”,” la cordillera Forca”, “El Barranco de los Bolavuides”…, etc. En fin, unos nombres olvidados que debemos recuperar, para poder identificar, con su nombre, cada uno de los rincones de nuestro emblemático Cid, y estudiar en profundidad para desvelar no pocas curiosas y sugerentes historias de los moradores pretéritos del pueblo.

En este mapa, que ha de servir de guía de todo el artículo, hemo señalado no sólo la ubicación de todos los piquetes sino también los topónimos de los lugares que con este trabajo recuperamo [2]
En este mapa, que ha de servir de guía de todo el artículo, hemo señalado no sólo la ubicación de todos los piquetes sino también los topónimos de los lugares que con este trabajo recuperamo

Acta de Deslinde del monte Número Cuatro del catálogo de los de Utilidad Pública de Alicante denominado” Silla del Cid” de la pertenencia del Estado, y sito en el término municipal de Petrel.

“Reunidos el día veintiocho de Febrero de mil novecientos veintiuno, a las diez de la mañana en el sitio Rincón del Llamet, del monte arriba expresado, término municipal de Petrel, el Ingeniero del Cuerpo de Montes D. Marcos Pérez de la Cuesta, encargado de la operación, junto al auxiliar facultativo D. José María de Tapia y Ruiz, el peón guarda Ramón García Rodríguez, el práctico Santiago Payá Galiano,y  la pareja de la Guardia Civil compuesta de los guardias Francisco Berbegal Bellot y Luis Falcó Albert, para llevar a cabo las operaciones de apeo del monte número cuatro del Catálogo de los de Utilidad Pública de la provincia de Alicante, anunciado en el Boletín Oficial de la fecha 12 de enero de mil novecientos veintiuno. Hechas oportunamente las notificaciones reglamentarias, se dio principio:

Piquete nº 1.-Colocando el piquete número uno en la cumbre de la morra, más bajo del pequeño Puntal llamado del Llamet, este Puntal emerge en el Rincón del Llamet. Desde este punto se dirigieron tres visuales, una con rumbo de doscientos cuarenta y cinco grados con cincuenta minutos al Pico del Cid, otro con rumbo de trescientos veinticuatro a la cumbre de la Sierra de Camara, y otro con cuarenta y un grados a la cumbre de la Replana del Castellaret.

Desde el piquete número 1 se tiró una visual con un ángulo de 45º. En la imagen, la Replana dels Castellarets. [3]
Desde el piquete número 1 se tiró una visual con un ángulo de 45º. En la imagen, la Replana dels Castellarets.

Piquete nº 2.-Marchamos hacia el N.E. atravesando un barranquete sin nombre, y entramos en la Umbría del Puntal de Pascualet y en la divisoria de este Puntal,  y junto a una piedra grande y a orillas de los laborizados de Magdalena Navarro, fijamos el número dos a trescientos cincuenta y ocho metros del anterior. Ciento seis metros antes de este punto cesa la colindancia de Magdalena Navarro y comienza Remedios Maestre Amat, y veinticinco metros antes del mismo punto dos cesa de lindar Remedios y comienza de nuevo Magdalena.

Piquete nº 3.-Hacia la misma dirección aproximadamente y a orillas de la misma propiedad, y sobre el mismo Puntal, dando vista al Rincón de la Madroñera, o de Cuarteró, y a cuarenta metros del anterior, fijamos el piquete número tres, cincuenta metros después de este piquete cesa esta colindancia y comienza Dolores Poveda Payá.

Piquete nº 4.-Marchamos hacia el E. atravesando un barranquete sin nombre, que nace en la misma cumbre del Puntal de Pascualet  y atravesando también el Rincón de la Madroñera, y a orillas de los laborizados, y en la margen de otro segundo barranquete innominado, también fijamos el piquete número cuatro a ciento noventa metros del anterior. Treinta metros antes cesa la colindancia de Dolores y comienza la de Basilio Payá Planelles.

Piquete nº 5.-Marchamos hacia el E., algo cargado al N., y  atravesamos el anterior barranquete, y en la divisoria del Puntalet llamado de Ninfa, junto a un pino pequeño y a orillas de los cultivados, se fijó el piquete número cinco a ciento cuarenta y ocho metros del anterior.

Piquete nº 6.-Caminamos hacia Sureste y por la orilla de los laborizados plantados de olivar y almendros y en ellos y a orillas también del Barranco de Coriol, junto a una piedra grande, se fijó el piquete nº seis, a ciento setenta y seis metros del anterior,  la casa llamada del Español, propiedad hoy de Basilio Payá, que  se halla a unos noventa metros de este piquete.

Piquete nº 7.-Marchamos hacia el S, atravesando el barranco de Coriol y por el punto de unión con otro pequeño barranquete sin nombre, subimos a la loma opuesta y   a ciento cuarenta y ocho metros del anterior y como a veinte metros  del punto de unión ya dicho fijamos el piquete número siete, como a diez metros por encima de la senda que va a la casa del Español, que dista ciento veintiocho metros.

Piquete nº 8.-Marchamos hacia el E., subimos un pequeño morrete que hay a orillas de los laborizados en un vértice, junto a un pino carrasco,  y a cien metros del anterior se fijó el  piquete número ocho. Entre el barranco anterior y el llamado de Garrincho se encuentra situado el morrete del que hablamos.

Piquete nº 9.-Marchamos hacia el S. por  la orilla de los laborizados, atravesando el barranco de Garrincho, y en la divisoria que separa este barranco del primero que baja del  Rincón de Rafel, se fijó el piquete número nueve a ciento sesenta y dos metros del anterior. En el barranco de Garrincho cesa la colindancia anterior y comienza Santiago Payá.

Piquete nº 10.– Marchamos hacia el E.,  atravesando el barranco de Rafel,  y en su margen opuesta, orilla de laborizados, se fijó el piquete número diez en un pequeño rellano, a noventa y seis metros del anterior. Estando en este piquete, comienza a llover, motivo por el cual tuvimos que suspender la operación, que no pudo resolverse en este día por no cesar en toda la tarde. Y para que surta  los efectos legales procedentes se extiende este en un pliego -y parte de otro- de papel timbrado de la clase novena, letra E número ciento ochenta y cinco mil seiscientos setenta, y ciento ochenta y cinco mil seiscientos setenta y ocho, que firman todos los concurrentes a la operación, con carácter oficial en el día, mes y año expresado. Todos los piquetes fueron recubiertos con montones de piedras de la forma y dimensiones reglamentarias.

Vista desde la cara norte. El linde discurre próximo a los "laborizados". [4]
Vista desde la cara norte. El linde discurre próximo a los "laborizados".
Extremo oeste de la cara sur. [5]
Extremo oeste de la cara sur.

El Ingeniero Marcos Pérez de la Cuesta, rubricado, el Ayudante José María de Tapia y Ruiz, rubricado, el guarda segundo Francisco Berbegal Bellot, rubricado, el guardia segundo Luis Falcó Albert, rubricado, el práctico Santiago Payá , el guarda Ramón García , rubricado.

Continuación  del Deslinde el Monte Silla del Cid  número cuatro del catálogo de Alicante de la Pertenencia del Estado, sito en el término municipal de Petrel

Reunidos el día uno de marzo de mil novecientos veintiuno, a las diez de la mañana en el piquete número diez del perímetro general donde el día anterior fueron suspendidas las operaciones, el Ingeniero D. Marcos Pérez de la Cuesta, el auxiliar facultativo D. José María de Tapia y Ruiz, el guarda Ramón García Rodríguez, la pareja de la Guardia Civil del puesto de Petrel compuesta  del cabo Vicente García Ferrer y del guardia primero Juan Mayol López,  y  el práctico Santiago Payá Galiano, se procedió a practicar el apeo del enclavado situado en el Rincón de Rafel, propio de José García Payá, para lo cual partimos de dicho piquete número diez trazando una línea que nos sirviera de enlace, y que fue marcada mediante un punto auxiliar que enlaza con el seis R del perímetro de este  enclavado.

Piquete  nº 1-R.-Fue fijado el piquete uno R en el punto de unión con el barranco de Rafel de otro barranco que discurre paralelo,  al  que de la Solsida baja a unirse con el mismo de Rafel. Este barranquete se encuentra al levante del ya dicho de la Solsida.

Piquete nº 2-R.- Marchamos hacia el S.O. por el barranquete dicho (quedando a nuestra derecha el que baja de la Solsida) y en su punto de unión con la escarpa o Cristalls del Cid, o sea en su nacimiento,  se fijó el 2-R a cuatrocientos cuatro metros del anterior.

Piquete nº 3-R.-Caminamos hacia el E. por la escarpa o Cristalls del Cid y en su punto de unión con la divisoria que parte las aguas, por un lado del barranco de las  oliveras y por el otro los cultivados o bancaletes de la propiedad que venimos deslindando, y a cuatrocientos diez  y seis metros del anterior se fijó el piquete 3-R.

Piquete nº 4-R.-Descendemos por la divisoria hasta llegar al barranco dicho de las oliveras, donde la divisoria se pierde y en su lecho, y  junto y por la parte baja del bancalete de más bajo nivel,  se fijó el número cuatro R, a doscientos cincuenta y dos metros del anterior.

Piquete nº 5-R.- Cambiamos la dirección hacia Poniente, y subimos a una pequeña morretilla que hay por bajo de los bancales, tantas veces expresados, y en su vértice, y a setenta y cinco metros del anterior, se fijó el piquete número cinco R.

Piquete nº 6-R.- Marchamos hacia el N.O. y en la parte más alta o cumbre de una loma, cuya divisoria parte las aguas por el levante a un barranquete que vierte  en el de las oliveras, y a unos cincuenta metros de su origen, y por el Poniente al barranco de Rafel,  se fijó el piquete número seis R a setenta y dos metros del anterior.

Caminado hacia el O. y a ciento setenta metros encontramos el piquete uno R. Cerrado por consiguiente el perímetro de este enclavado .El dueño de este enclavado José García Payá, presente en toda la operación, estuvo conforme con ella.

De aquí nos trasladamos de nuevo al piquete número diez en el cual cesa la colindancia de Santiago Payá, y comienza Basilio Payá Planelles.

Piquete nº 11.-Marchamos hacia el S.E,. atravesamos el barranco de las oliveras, cortamos normalmente la divisoria de una loma que vierte al barranco de las oliveras por el N. y al Rincón Vermell por el viento opuesto, y en esta divisoria y sobre una cresta de rocas que la corta normalmente (corriendo hacia el S.E.),  se fijó el piquete número once, a cuatrocientos metros del anterior.

Piquete nº 12.-Marchamos hacia el S. y sobre el Puntalete que emerge en el Rincón Vermell, se fijó en su cima el número doce a treinta metros del anterior.

En el barranco de las oliveras comienza la colindancia con D. Hipólito Juan y Faches, presentándose en su representación como mandatario verbal, y afirmando también lo hace en su propio derecho por haber adquirido parte de las fincas de D. Hipólito , D. José María Esteve (El Bicho), con el cual sostuvimos una extensa y razonada discusión, procediendo a trazar el límite de monte y finca de mutuo acuerdo,  y siendo hora avanzada de la tarde se suspendieron las operaciones para continuarlas al día siguiente, y para que surta efectos legales procedentes se extiende esta acta en papel timbrado, de la clase nueve  letra E números ciento ochenta y cinco mil seiscientos setenta y ocho y ciento ochenta y cinco mil seiscientos setenta y nueve, que firman todos los concurrentes a la operación con carácter oficial. En el día, mes y años expresados.

Se hace constar que todos los piquetes fueron protegidos con montones de piedras de la forma y dimensiones reglamentarias.

La cumbre del Cid desde la cara norte, célebre, entre otras cosas, por la vía ferrata. [6]
La cumbre del Cid desde la cara norte, célebre, entre otras cosas, por la vía ferrata.
Desde la cumbre del Cid, con la vista hacia el norte. [7]
Desde la cumbre del Cid, con la vista hacia el norte.

Continuación del Deslinde del Monte Silla del Cid, número cuatro del Catálogo de Alicante y de la pertenencia del Estado sito en el término municipal de Petrel.

Reunidos el día dos de marzo de mil novecientos veintiuno a las diez de la mañana, en el piquete número doce del perímetro general donde el día anterior fueron suspendidas las operaciones, el Ingeniero encargado de la operación  D. Marcos Pérez de la Cuesta, el auxiliar facultativo D. José María de Tapia Ruiz, el guarda Ramón García Rodríguez, una pareja de la guardia civil del puesto de Petrel compuesta de los guardias Francisco Berbegal Bellot y Luis Falcó Albert, y  D. José Maréa Esteve, en representación de D. Hipólito Juan y Juan, según asegura,  y en su propio derecho, y José García Payá como colono, y en representación de D. Julio Peñas Fiol, cuya representación acredita con una autorización que exhibe firmada por el propio interesado, procediendo a continuar la operación de apeo.

Piquete nº 13.-Partiendo del piquete número doce ya dicho y hacia el S.E. , atravesamos lo que resta del Rincón Vermell, y  subimos normalmente a la divisoria de la loma que da vista al Rincón del Tés, y en la cúspide de la tercera morrita de la loma, comenzando a contar por arriba, se fijó el número trece a doscientos dieciséis metros del anterior.

Piquete nº 14.-Seguimos hacia  S.E. atravesando el barranquete del Azagador y subimos al Puntalete del Tés, y en su divisoria, como a veinticinco metros en distancia horizontal de los cultivados de olivos y viña, se fijó el número catorce a doscientos ochenta y cinco metros del anterior. En el barranco del Azagador cesa la colindancia de Hipólito Juan y comienza D. Julio Penes Fiol en la actualidad, antes de Joaquín Reig Beltrán “el Tes”.

Piquete nº 15.-Seguimos hacia S.E., atravesando el primer barranquete del Rincón del Tés, y subimos a la divisoria de una pequeña morra, y en la punta de unión de los laborizados, plantados de olivos, almendros y viña, con la divisoria dicha sobre un pequeño altozano, se fijó el número quince a doscientos setenta y ocho metros del anterior.

Piquete nº 16.-Nos aproximamos al S. y en la misma morra anterior, junto a los cultivos, por bajo como a treinta metros de un crestón de rocas, se fijó el numero dieciséis a setenta y dos metros del anterior.

Piquete nº 17.-Marchamos hacia S.O. y por la misma morra , y en la orilla de los laborizados sobre el comienzo de una cresta de roca que sigue la dirección N. S., y que se pierde en el último barranquete del  Rincón del Tés, se fijó el número diecisiete a sesenta y dos metros del anterior.

Piquete nº 18.-Caminamos hacia S.O. y en el fondo o lecho del último barranco del Rincón del Tés, donde comienza a estar constituido su lecho de roca desnuda, donde terminan los laborizados, y sobre un pequeño altozano de rocas, se fijó el número dieciocho a sesenta y cinco metros del anterior. También en este punto se bifurca el barranco y cesa la colindancia de D. Julio Penas Fiol y comienza el monte Clot del Llop, propiedad de D. Hipólito Juan.

Piquete nº 19.-Caminamos hacia  el  S. en la morra más alta de una divisoria que parte las aguas al Rincón del Tés,  y por el N. y al barranco del Clot del Llop por el S.  se fijó el piquete número diecinueve a ochenta  y ocho metros del anterior. El punto dieciocho está situado también al pie de esta morra.

Piquete nº 20.- Caminamos hacia el S. y en la morra más alta de una loma cuya divisoria parte las aguas al barranco del Clot del Llop, por el N. y als Plans del Clot del Llop por el S., y en el vértice de la morra dicha  se fijó el número veinte a trescientos veinte metros del anterior, al Poniente de la morra sobre la que nos encontramos y como a diez metros hay un pequeño collado que los separa de otro cuya cima  es rocosa y en la cual se halla unido a modo de contrafuerte con la escarpa o Cristall del Cid.

Piquete nº 21 .-Cambiamos la dirección hacia Poniente en el Cristall o escarpa del Cid y en el sitio o punto conocido por el Paset de Guerra se fijó el piquete numero veintiuno a cuatrocientos cuarenta metros del anterior. Suspendimos la operación para continuarla al día siguiente por ser completamente imposible ascender por este lado a la divisoria de la Sierra, y para llegar al punto hay que dar vuelta a la Sierra, operación en la que se gasta seis horas como mínimo.

Y para que surta los efectos legales procedentes se extiende esta acta en parte de este pliego y parte también del anterior, ambos de papel timbrado de la clase novena letra E números ciento ochenta y cinco mil seiscientos setenta y nueve y ciento ochenta y cinco mil seiscientos ochenta, que firman todos  los concurrentes a la operación con carácter oficial, en el día, mes y año expresados.

Todos los piquetes fueron protegidos con montones de piedras de la forma y dimensiones reglamentarias. Por olvido se ha dejado de consignar la asistencia a toda la operación de este día del práctico Santiago Payá Galiano.

El Señor Esteve Montesinos dice que se reserva el derecho que le asiste para protestar en lo referente al deslinde, en lo que le afecta a la parte E. en las escrituras del Monte Chaparrales del cid, como propietario del mismo.

El ingeniero Marcos Pérez , rubricado; el auxiliar José María de Tapia, rubricado; en representación del interesado José García Payá, rubricado; el guardia segundo Francisco Berbegal, rubricado; el guardia segundo Luis Falcó, rubricado; el particular interesado José María Esteve, rubricado; el guardia Ramón García, rubricado; y  el práctico D. Santiago Payá, rubricado.

Continuación del Deslinde del Monte Silla del Cid número cuatro del Catálogo de Alicante y de la pertenencia del Estado, sito en el término municipal de Petrel.

Reunidos el día tres de marzo de mil novecientos veintiuno, a las diez de la mañana en el punto donde se fijó después  el piquete número veintidós, enfilamos el número veintiuno colocado el día anterior, con rumbo de ciento dos grados setenta y cinco minutos, y una distancia de doscientos ochenta y seis metros en el número veintidós, sobre el que nos encontramos.

Piquete nº 22.-Se fijó en la divisoria de la Sierra Silla del Cid y sobre una roca saliente, en este punto nace el barranco del Pinatell. Por equivocación hemos dejado de consignar los que nos hallamos reunidos en el punto descrito y éramos el ingeniero encargado de la operación D. Marcos Pérez de la Cuesta, el auxiliar facultativo  D. José María de Tapia Ruiz, el guarda Ramón García Rodríguez, una pareja de la guardia civil del puesto de Petrel compuesta por el cabo D. Vicente García Ferrer y del guardia primero D. Juan Mayol López, el particular interesado o mejor dicho en su representación D. José María Esteve Montesinos y el práctico Santiago Payá Galiano.

Piquete nº 23-Cambiamos de dirección hacia el N. siguiendo la divisoria de la Sierra, y en la cima del Puntal del Coco se fijó el piquete nº veintitrés a trescientos veintitrés metros del anterior.

Piquete nº 24.-Seguimos la misma divisoria y en la cima del Puntal del Contador se fijó el número veinticuatro a doscientos setenta y seis metros del anterior. En el piquete número veintidós cesa la colindancia del monte Clot  del Llop y empieza la de Chaparrales del Cid, del mismo propietario.

Piquete nº 25.– Seguimos la misma divisoria y en el collado llamado del Contador se fijó el número veinticinco a doscientos treinta y ocho metros del anterior.

En la imagen, recorriendo los piquetes del 22 al 24, hasta el Puntal de Contador. [8]
En la imagen, recorriendo los piquetes del 22 al 24, hasta el Puntal de Contador.
Piquete 24: El Contador. [1]
Piquete 24: El Contador.
Encima del Puntal del Contador, con la vista hacia el este. Se aprecia al fondo el Maigmó. [9]
Encima del Puntal del Contador, con la vista hacia el este. Se aprecia al fondo el Maigmó.
Desde El Contador, una vista al Pont del Vidre. [10]
Desde El Contador, una vista al Pont del Vidre.

Piquete nº 26.- Cambiamos de dirección hacia el S.O., bajando por el lecho del Barranco del Cid como lindero, y al comienzo del establicio del Coco orillas de unas atochas plantadas de almendros, se fijó el número veintiséis a  doscientos cuarenta y seis metros. Se dejaron de tomar en consideración  las pretensiones de la representación de D. Hipólito Juan de que le fueran respetadas las tierras que consideró suyas, aduciendo en su derecho los títulos presentados, por no reunir los requisitos reglamentarios.

Piquete nº 27.– Nos desviamos del lecho del barranco hacia poniente para salvar los cultivos antiguos del Establicio del Coco, colocando el mojón o piquete mejor dicho al comienzo o punto más alto de una cañadita plantada de higueras y almendros, en  cuyo final se halla la Cueva del Coco. Este piquete dista del anterior doscientos sesenta y cuatro metros.

Piquete nº 28.-Buscamos de nuevo el lecho del Barranco del Cid, y en su confluencia con el Barranco del Madroñal, o sea con el que baja  del Plá del Madroñeral, a ciento noventa y dos metro del anterior se fijó el piquete número veintiocho.

Piquete nº 29.-Seguimos como límite el lecho del barranco del Cid y en un recodo del mismo a ciento veintidós metros del anterior se fijó el piquete número veintinueve..

Piquete nº 30.– Seguimos el mismo lecho del barranco como límite y en la confluencia del mismo con el del Pinatell se fijó el número treinta a doscientos sesenta y siete metros del anterior.

Piquete nº 31.-Seguimos como lindero el mismo barranco del Cid y en su confluencia con el de les Covatelles a ciento sesenta metros del anterior se fijó el número treinta y uno.

Piquete nº 32.-Nos desviamos al N.m para salvar más cultivos plantados de olivos,y  al final de los mismos y a orillas del barranco de les Covatelles, junto a un peñón grande, se fijó el número treinta y dos a noventa y siete metros del anterior. En los cultivos y a orillas del barranco del Cid, existe una cueva llamada de Culoms.

Cova del Rosico (antes Cova Culoms). [11]
Cova del Rosico (antes Cova Culoms).
Detalle del interior de la Cova del Rosico. [12]
Detalle del interior de la Cova del Rosico.

Piquete nº 33.-Marchamos hacia Poniente, y en una revuelta que hace el barranquete que baja del LLaset del Gos, y junto a un peñón muy grande, se fijó el número treinta y tres, a ciento cincuenta y cuatro metros del anterior. El fondo de este barranquete está plantado de olivos e higueras, y en este punto  también dejamos de tener en cuenta las pretensiones del Señor representante de D. Hipólito Juan por las mismas razones apuntadas anteriormente.

Piquete nº 34.-Buscamos de nuevo el lecho del barranco del Cid en su confluencia con el del Paset del Gos y del de la Balsa, aquí se fijó  el piquete número treinta y cuatro a a doscientos setenta y dos metros. A ciento cuarenta y un metros de este piquete en el lecho del barranco comienza la colindancia con Samuel Payá Poveda.

Piquete nº 35.-Seguimos como lindero el lecho del barranco del Cid, bordeando los cultivos que en el mismo existen, y en la confluencia del antedicho barranco con el que baja del Sopalmo, se fijó el numero treinta y cinco a trescientos cuarenta metros del anterior. Terminan los cultivos de Samuel Payá Poveda.

Piquete nº 36.-A doscientos seis metros del anterior, en la confluencia del barranco del Cid con el dels Escardaors, se fijó el piquete número treinta y seis. Aquí termina la colindancia con D. Hipólito Juan pero no con el monte Chaparrales del Cid.

Y siendo hora avanzada de la tarde se suspendió la operación para continuarla al siguiente día. Y para que surta los efectos legales procedentes se extiende esta acta en parte del pliego de papel timbrado de la clase nueve letra E, número ciento ochenta y cinco mil seiscientos ochenta y parte del presente que firman todos los concurrentes a la operación con carácter oficial en el díam mes y año expresados. El señor Esteve Montesinos también se reserva el derecho de protestar en tiempo oportuno en lo que afecta a la parte E. “según las escrituras de los Chaparrales del Cid”, palabras textuales.

El ingeniero Marcos Pérez de la Cuesta, rubricado; el auxiliar José María de Tapia, rubricado; el guardia primero Juan Mayol López, rubricado; el cabo Vicente García Ferrer, rubricado; el particular interesado José María Esteve Montesinos, rubricado; el práctico Santiago Payá, rubricado; el guarda Ramón García, rubricado.